El Concejo Deliberante ya le dio este martes su primer aval a la propuesta del gobierno municipal de incorporar espacios de cafetería o gastronomía en espacios culturales. Fue en la Comisión de Educación, que aprobó el proyecto por unanimidad (con la abstención del bloque de Unión por la Patria) y la remitió a la de Legislación.

El bloque opositor logró, de todos modos, incluir en el expediente un pedido de información para que el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc) dé precisiones sobre el proyecto.

Se trató de un consenso con el interbloque oficialista. Un punto intermedio entre la propuesta original de Unión por la Patria, que consistía en convocar a un integrante del Emturyc para que responda las dudas de los concejales, y la decisión de la mayoría oficialista de que el expediente pasara a la siguiente y última comisión.

Las preguntas al Emturyc las mencionó la presidenta del bloque de UP, Mariana Cuesta. Aluden a cómo va a ser la accesibilidad para personas con discapacidad, dónde va a estar la propuesta gastronómica en cada museo, si va a haber más baños y cuál será el plazo de las concesiones y el monto de los cánones.

“Es una buena idea, pero al expediente le falta certidumbre para garantizar que la propuesta gastronómica no vaya en contra de la propuesta principal, que es la cultural”, dijo Cuesta.

El proyecto, presentado el viernes, encomienda al Emturyc el diseño del pliego de bases y condiciones para licitar la concesión de estos servicios en Villa Victoria, el Museo Juan Carlos Castagnino, el Museo Archivo Histórico Municipal Villa Mitre, la Casa sobre el Arroyo, el Museo José Hernández y el Centro Cultural Osvaldo Soriano/Biblioteca Marechal.

El oficialista Guido García (Coalición Cívica) defendió la iniciativa. “Es una solución que estamos pensando no solo para darle más servicios a la gente y potenciar estos espacios, sino también para darles más fuentes de financiamiento a la cultura local y, de esta manera, destinar más recursos a otras acciones que también podrían ser beneficiosas para la comunidad”.

García hizo notar que “es algo que se viene llevando adelante en diferentes partes del mundo y también en la ciudad”. Puso como ejemplo el Museo Mar, que está bajo la órbita del gobierno bonaerense, del signo político de la oposición local.

“Coincidimos en que muchos museos, inclusive el Mar, tienen pensada la parte de gastronomía, y eso hace que algunas personas quizás se acerquen a tomar un café y luego puedan visitar una muestra o interesarse por las muestras”, aceptó Cuesta. “La diferencia es que en el caso del Museo Mar ese espacio fue pensado cuando se creó”.

La opositora preguntó, por caso, dónde estaría la propuesta gastronómica en el Castagnino y dónde estaría en la Casa sobre el Arroyo, cuyo parque también está declarado de interés patrimonial.

García, del mismo partido político que el presidente del Emturyc, Bernardo Martín, respondió que cada espacio “tiene sus particularidades” y el pliego de licitación “va a ser adaptado” a sus características propias. “Y, lógicamente, entre ellas va a estar la accesibilidad”, comentó.

Florencia Rannellucci (PRO), Daniel Núñez (UCR) y Cecilia Martínez (La Libertad Avanza) sumaron sus respaldos. “Para nosotros es importante porque hace al sustento de todos los espacios culturales”, argumentó el radical.