Policiales

Con sus padres presos, dos hermanos fueron detenidos por seguir con la venta de droga

La policía de investigación volvió a allanar varios domicilios de una misma cuadra del barrio Santa Rita que les pertenecen a una familia. Esta vez detuvieron a los dos últimos integrantes del clan, dos hermanos de 20 y 18 años.

Una joven de 20 años y su hermano de 18 fueron aprehendidos en la tarde de este jueves por continuar el negocio de narcomenudeo en el barrio Santa Rita que otros integrantes de su familia les dejó a cargo tras caer detenidos.

Se trata de los últimos miembros de una banda familiar que operaba desde distintas viviendas de la calle San Salvador y que en los últimos meses había sido desarticulada por la Fiscalía de Estupefacientes y la Delegación de Drogas Ilícitas Mar del Plata.

En mayo de este año se había producido el primero de los operativos en San Salvador al 7400, donde se habían instalado precarios comercios, un kiosco y un almacén, utilizados para la venta de cocaína. En esa ocasión cayeron detenidos una joven de 23 años (con arresto domiciliario) y un hombre de 56, miembros de la familia Guerra, conocida en esa zona de Mar del Plata.

Posteriormente, en el mes de julio, volvieron a ser apresados miembros de esa familia en el mismo sitio porque, pese a que en el operativo anterior se les había secuestrado una considerable cantidad de drogas, no perdieron su capacidad de venta.

Solo dos hermanos, una mujer de 20 años y un joven de 18, ya que sus padres, su abuela, sus tíos y otros hermanos habían sido detenidos en los sucesivos procedimientos. Y fueron ellos dos los que se reorganizaron y continuaron con el negocio desde la casa de San Salvador al 7400, tal como quedó acreditado por videos de cámaras del COM y el trabajo de campo de la policía.

Con la autorización del juez de garantías, Juan Tapia, se allanaron varios domicilios de esa cuadra tras comprobarse la mecánica de venta tipo “point” y también a modo de delivery, para ganar territorio sobre otros “punteros”.

En el operativo se logró el secuestro de marihuana, dinero en efectivo, elementos de corte, dinero en efectivo, balanzas, anotaciones de las distintas transacciones ilegales realizadas, un arma de fuego calibre .380 con cargador completo, gran cantidad de clorhidrato de cocaína fraccionada en envoltorios listos para ser comercializados y otro envoltorio conteniendo la misma sustancia sin fraccionar, el cual por su cantidad equivale a unas 250 dosis comercializadas al menudeo.

Ambos jóvenes, únicos responsables del domicilio en donde estaban los estupefacientes y el arma, fueron imputados por infracción a la ley 23.737 y tenencia ilegal de arma de guerra.

Cabe destacar que todos los lugares allanados se encontraban sumamente fortificados, con rejas, candados, pasadores internos, todo ello para intentar retardar el ingreso del personal policial.

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