Policiales

Condenan a banda que asaltó a una pareja de jubilados: uno era sobrino de las víctimas

Cuatro hombres aceptaron la pena de tres años de prisión por intentar robar una casa. Entraron de noche, golpearon a los dueños y los amenazaron con un cuchillo. Uno de los ladrones era familiar directo de las víctimas.

Cuatro hombres fueron condenados por participar de un violento intento de robo a una pareja de jubilados en el barrio Don Bosco en mayo de 2024, con información precisa ya que uno de los delincuentes era sobrino de las víctimas.

Según la sentencia, los delincuentes actuaron de madrugada, armados con un cuchillo tipo Tramontina, y golpearon a la pareja para que entregara dinero y objetos de valor. Lograron tomar una alianza, una cadena de oro y alrededor de 120 mil pesos, pero no pudieron escapar: la policía llegó alertada por una vecina y detuvo a los tres dentro de la casa.

La investigación del fiscal Mariano Moyano demostró que en el robo participó un cuarto cómplice, Emiliano Andrés Berghella —sobrino de la víctima—, quien les pasó información sobre el dinero que guardaba la pareja y se mantuvo como “campana” fuera de la vivienda. El vínculo familiar agravó su situación: el juez valoró la traición de confianza como factor de mayor reproche penal.

Los cuatro acusados —Damián Alejandro Arcenegui, Marcos Nicolás Hernández López, Lucas Carlos José Guerrero y Emiliano Andrés Berghella— aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y recibieron tres años de prisión. Tres de ellos fueron declarados reincidentes ya que tenían antecedentes por otros delitos contra la propiedad.

El fallo detalla como agravantes que, además de la violencia ejercida, las víctimas eran personas mayores de edad, lo que incrementó su estado de vulnerabilidad. El juez subrayó que la nocturnidad, la planificación y el vínculo familiar agravaron la maniobra.

En el caso de Emiliano Berghella, se ordenó su libertad condicional bajo estrictas condiciones: no podrá acercarse ni contactar a sus tíos, deberá mantener residencia fija, conseguir trabajo y abstenerse de consumir drogas o alcohol.

Un robo nocturno a un familiar

La noche del 22 de mayo de 2024, una pareja de jubilados dormía en su casa de la calle Posadas al 1700, del barrio Don Bosco, cuando cerca de la una y media de la madrugada escucharon ruidos. Tres hombres habían trepado la reja de casi dos metros que rodea la vivienda, forzaron una cortina de enrollar y rompieron una ventana para entrar.

Cuando los dueños de casa se levantaron para ver qué pasaba, los golpearon. Al hombre lo amenazaron con un cuchillo Tramontina mientras uno de los ladrones gritaba: “Abrime que te mato”. Querían abrir la puerta del fondo para huir rápido con una alianza, una cadena de oro y unos 120 mil pesos.

La víctima declararía luego ante la Justicia que, mientras lo reducían junto a su esposa, escuchó que uno de los asaltantes decía que los había delatado un vecino. También relató que, mientras se escuchaban los gritos la mujer golpeada, uno de los ladrones empezó a gritar “¡la gorra, la gorra!” cuando se enteraron de que la policía estaba cerca.

A vos te vendió el del almacén”, le lanzó uno de los ladrones al jubilado, mientras lo obligaba a abrir la puerta trasera para escapar. Fue en ese momento cuando los patrulleros llegaron gracias a la alerta de una vecina y los policías irrumpieron para detener a los intrusos. Dentro de la casa revuelta hallaron el botín y a los dueños con golpes en la cabeza.

La investigación reconstruyó que afuera, Emiliano Andrés Berghella, sobrino de la mujer, oficiaba de campana. Fue, además, el “entregador” para el robo, ya que se demostró que pasó la información sobre el dinero que la pareja guardaba y mantuvo comunicación telefónica constante para avisarles de cualquier movimiento.

Delincuentes recurrentes

Tres de los cuatro condenados ya habían estado presos antes del robo. Marcos Nicolás Hernández López había cumplido una condena de 5 años de prisión; Lucas Carlos José Guerrero, otra de 3 años y 4 meses. Ambos fueron declarados reincidentes junto a Damián Alejandro Arcenegui, que también tenía antecedentes y había agotado una pena similar semanas antes del asalto. Emiliano Andrés Berghella, en cambio, no registraba antecedentes: fue su primer delito, pero el parentesco con la víctima agravó su responsabilidad.

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