Dos hermanos que en el año 2019 protagonizaron una violenta entradera contra una familia del barrio Parque Luro fueron condenados tras un acuerdo de juicio abreviado a 6 años y medio de prisión de cumplimiento efectivo.

En el mismo acuerdo se le aplicó una pena de 6 meses a un hombre que, durante un allanamiento vinculado a la misma investigación del hecho, se le halló un arma.

El caso por el cual recibieron la condena los hermanos Amilcar y William Carmona tuvo amplia difusión en septiembre de 2019 dadas sus características violentas. Y además porque los asaltantes –un tercero nunca pudo ser identificado- creyeron estar robando a la dueña de una agencia de quiniela cuando en verdad solo se trataba de una empleada.

En la mañana del 11 de septiembre de ese año una mujer de 58 años salía de su vivienda ubicada en Strobel y Chubut cuando fue sorprendida por tres hombres armados. Eran las 7.30 y la mujer fue llevada a los empujones y a los golpes hacia el interior de la vivienda, donde además descansaban su marido de 63 años y su hijo de 20.

“¿Dónde están los dólares, sabemos que sos la dueña de la agencia?”, les gritaba uno de los delincuentes, un joven que, al igual que los otros, se mostraba en estado de excitación, probablemente por el consumo de sustancias tóxicas.

La violencia desplegada durante el asalto fue extrema al punto de que a todos los maniataron (al joven con un cable USB, a su madre con prendas de vestir e incluso usaron un gorro para taparle la visión y al hombre lo amordazaron con la cámara de la rueda de una bicicleta) y los golpearon, con especial saña al hombre.

Mientras el asalto sucedía un transeúnte, que vio el comienzo de la maniobra de los delincuentes, llamó al 911 y fue así que un móvil policial arribó al lugar y pudo detener los hermanos Carmona cuando escapaban, escudados en el hombre ensangrentado.

Durante los allanamientos para dar con el tercer asaltante, la policía aprehendió a un hombre por tenencia de arma.

En la sentencia conocida la última semana, los hermanos Carmona recibieron la pena de 6 años y 2 meses de prisión, mientras que el imputado de la tenencia de arma de uso civil fue condenado a 6 meses de prisión, pero solicitó intercambiarla por trabajos comunitarios a razón de 6 horas por cada día que le correspondía estar preso. El juez interviniente tuvo en cuenta este pedido y trasladó la decisión final al juzgado de ejecución.