Policiales

Condenaron a 7 años de prisión a un ladrón que asaltaba a remiseros

Ricardo Daniel Guzmán fue sentenciado tras un juicio oral en el que quedó acreditado que cometió dos robos a mano armada contra choferes de distintas agencias. Ya había sido detenido por otros delitos.

Un ladrón fue condenado a 7 de años de prisión por haber cometido dos asaltos a remiseros de distintas agencias, entre el 26 de junio y el 7 de julio de 2020.

El fallo, que lleva la firma del juez Facundo Gómez Urso, del Tribunal Oral Nº 1, se conoció en los últimos días luego del juicio en el que la fiscal Andrea Gómez acusó al imputado por al menos dos hechos delictivos llevados a cabo bajo la misma modalidad. Con las pruebas exhibidas durante el debate, el magistrado consideró acreditada la autoría de ambos robos por parte de Ricardo Daniel Guzmán (27), quien ya había sido detenido en los últimos años en el marco de otras causas.

Los investigadores lograron reconstruir los asaltos sufridos por dos choferes de las agencias Remicoop y Paso Cars, el 26 de junio y el 7 de julio de 2020. El primero de ellos comenzó en horas de la noche, cuando Guzmán solicitó un remís al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) para ser trasladado hasta Vignolo al 1500.

Una vez allí, intimidó al conductor con un arma de fuego de puño y logró robarle la billetera con aproximadamente 800 pesos, tarjetas de carga de gas, dos teléfonos celulares, uno Motorola G5 y uno Moto G7 Plus (propiedad de la hija de la víctima) y las llaves del vehículo. Luego, escapó rápidamente corriendo.

El hombre asaltado vio un patrullero estacionado a unos pocos metros, se acercó y se enfrentó con una dura y triste realidad: los policías le dijeron que el móvil no arrancaba. Por lo tanto, todos los presentes observaron cómo el delincuente corría a lo lejos y se alejaba con el botín en su poder.

Sin embargo, en el hecho siguiente el ladrón no tuvo la misma suerte. Pasadas las 23 del 7 de julio de 2020, abordó el remis de Paso Cars en Colón y Neuquén, tras despedirse de una mujer en el pasillo de una propiedad. Conforme lo declararía luego el propio chofer asaltado, el hombre “parecía ir a trabajar, porque llevaba una mochila como de trabajo”. Sin embargo la víctima notó “algo raro” porque al pasajero le quedaba la puerta trasera derecha de su mano, sobre la vereda, y, pese a ello, dio la vuelta por detrás del vehículo para ascender desde el otro lado, colocándose en el asiento trasero del conductor y pidiéndole que lo llevara hasta Heguilor y Reforma Universitaria, “o por ahí cerca”.

Al llegar a destino, en Heguilor al 1500, el delincuente intimidó al trabajador con un arma de fuego tipo revolver calibre 32, desapoderándolo de una suma de dinero en efectivo que oscilaba entre los 3500 y los 4000 pesos, las llaves del auto y un teléfono celular marca Motorola modelo E6 Plus.

Acto seguido, el asaltante hizo lo mismo que había hecho días atrás: salir corriendo en dirección a un descampado, pero justo en ese momento arribó la policía, ya que el chofer había accionado el botón antipánico con anterioridad, tras sospechar que podía ser víctima de un falso cliente. Es que, como lo explicó luego otro remisero que declaró como testigo, entre los choferes ya se habían intercambiado datos descriptivos de un hombre de las características de Guzmán con el objetivo de evitar caer en su trampa.

Luego de perseguirlo, los efectivos lograron detener al sospechoso en el patio delantero de una casa, mientras eran rodeados por cuatro remises que ya se habían presentado en el lugar, advertidos de lo ocurrido a través del sistema radial. En poder del aprehendido, secuestraron un arma, dos teléfonos y una billetera (perteneciente a la víctima, al igual que uno de los celulares).

Para ese entonces, también habían llegado al lugar otros patrulleros con personal policial de apoyo para llevarse al detenido, identificado como Ricardo Daniel Guzmán, porque los choferes “querían lincharlo”. En tanto, la víctima ya había reconocido al hombre como el autor del asalto sufrido poco antes.

Modalidad

Según el fallo del juez Gómez Urso, surgió de la investigación de Gómez que Guzmán actuaba bajo una modalidad ya definida: “Convocaba a remises vía telefónica o por aplicación, los esperaba en lugares aleatorios, aunque el HIGA pareció ser la base de algunas de sus operaciones ascendía a los vehículos, daba charla a los choferes, no les indicaba un destino preciso, los guiaba de acuerdo a las circunstancias, los llevaba a sectores alejados y oscuros y cerca de su domicilio, rompía el plástico protector, les apuntaba con el arma y les exigía la entrega de dinero, celulares y llaves del auto, a fin de evitar persecuciones o el pedido de auxilio a terceros en los rodados”.

Además, agregó el magistrado, “se vestía con un camperón grande y ropa oscura, cual uniforme de trabajo”. “Tal mecanismo opera como indicio complementario de la prueba que lo incrimina en ambos hechos en calidad de autor”, sostuvo.

Finalmente, para el juez Gómez Urso consideró como agravante condenatorio “la calidad de las víctimas”, que “influye significativamente, pues se trata de trabajadores del volante vulnerables a seres rapaces que los acorralan en un notorio estado de indefensión”.

Ese aspecto fue reconocido tanto por el primero de los choferes asaltados (utiliza teléfonos celulares baratos porque sabe que hay muchos robos) como por el segundo, quien después de aquella noche no volvió a trabajar como remisero, dado que exponía su vida todos los días.

También consideró el juez el daño patrimonial sufrido por las víctimas, ya que uno de los artefactos robados costaba alrededor de 30 mil pesos.

Por último, a pesar de que Guzmán ya había sido detenido en otras oportunidades por distintos delitos, no lo consideró reincidente, ya que sus procesos penales previos no fueron completados.

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