Policiales

Crimen del cardiólogo: condenaron a prisión perpetua a una policía

El Tribunal Oral N° 4 dictó su veredicto contra Rosa Saino por el homicidio de Roberto Tortorella, ocurrido en marzo de 2017. Erika Córdoba, absuelta.

La policía Rosa Saino fue condenada este miércoles a prisión perpetua por el crimen del cardiólogo Roberto Tortorella, ocurrido en marzo de 2017.

El Tribunal Oral N° 4 dictó su veredicto luego de un juicio que se extendió por casi dos semanas y consideró a Saino como la responsable del delito de “robo agravado por el empleo de arma impropia y homicidio criminis causa”, mientras que Erika Córdoba, la otra juzgada, resultó absuelta: no se acreditó su participación en los hechos.

Cabe destacar que por el homicidio también había sido imputada Deborah Faijós, que no participó de este debate ya que había solicitado ser juzgada por jurados, pero su juicio quedó suspendido al no lograrse la selección a doce ciudadanos titulares y seis suplentes que integraran el cuerpo.

Según la investigación que llevó a cabo el fiscal Leandro Arévalo y que llegó a juicio oral recientemente, el viernes 17 de marzo de 2017, a las 9 de la mañana aproximadamente, la policía Rosa Saino ingresó por una puerta lateral a la vivienda El Zorzal al 400 del barrio Colinalegre, propiedad de Roberto Tortorella, tras coordinar con Faijós, quien acompañaba al médico a cambio de que le comprara droga.

Dentro de la casa y utilizando su arma de fuego que ocultaba en una mochila de color negro, tomó por detrás a Tortorella y le propinó varios culatazos. Faijós colaboró con ella y a Erica Córdoba se la había incriminado como cómplice de ambas, pero finalmente eso no se demostró.

Las mujeres llevaron a Tortorella hasta la habitación secundaria de la finca, en donde lo pusieron sobre la cama y le colocaron una almohada en el rostro y una de ellas se sentó encima. Antes le habían colocado dos medias dentro de la boca. Entonces Saino lo esposó en manos y pies y de esa manera logró desmayarlo.

Después de limpiar la habitación envolvieron a la víctima en una cobija que tomó del lugar, arrastraron el cuerpo hasta la camioneta Chery Tiggo del cardiólogo y se hicieron de una pala.

Luego robaron dos computadoras portátiles, un reloj pulsera, una linterna recargable, tarjetas bancarias y un teléfono inalámbrico junto a su base.

Faijós, que se mantuvo dentro de la casa todo el tiempo, manejó el rodado por el camino Los Ortiz hasta detenerse en proximidades del arroyo De los Padres. Allí las mujeres hicieron un pozo no demasiado profundo y abandonaron el cuerpo de Tortorella. Al día siguiente, a las 18.30, el cadáver fue descubierto.

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