Policiales

Condenaron a un homicida que asaltó una casa en su salida transitoria

El Tribunal Oral Nº 4 juzgó probado que Emiliano Cavas, uno de los delincuentes que mató a Patricio Díaz durante un asalto en 2004, volvió a cometer un violento hecho mientras gozaba de salidas transitorias de la cárcel.

Un delincuente que había sido condenado a 20 años de prisión por un crimen cometido durante un asalto en 2004 recibió ayer la pena de 10 años más por haber sido uno de los autores de un nuevo robo en una vivienda, registrado en abril de 2017, mientras gozaba de salidas transitorias.

En total, la sentencia unificada quedó en 28 años de prisión. Además, el Tribunal Oral Nº 4 le declaró la reincidencia.

Los jueces Alfredo De Leonardis, Jorge Peralta y Gustavo Fissore -quien había sido el fiscal en el juicio por el homicidio-, consideraron que el fiscal Mariano Moyano logró probar en el debate que Emiliano Cavas (35) participó del hecho ventilado. Si bien en todo momento el imputado negó haber estado en la casa de Bouchard al 3000 donde un grupo de delincuentes redujo, agredió y le robó a una familia y sus amigos, el 15 de abril de 2017.

Entre los argumentos que dio, todos objetados y neutralizados por el investigador, Cavas mencionó que ese día había trabajado en la rotisería de su padre. Y ese fundamento fue desmentido por al menos dos testigos. También dijo que al momento del asalto se encontraba en la casa de la madre, disfrutando de una salida transitoria de la cárcel. Si bien el custodio del barrio SOIP donde reside la mujer dijo que no lo vio salir, los mensajes de Whatsapp registrados en su teléfono celular, secuestrados durante la investigación, probaron la hipótesis del fiscal.

Pero sobre todas esas pistas exhibidas en el juicio, la clave fue el automóvil que la policía encontró en las inmediaciones de la casa robada, con distintos objetos sustraídos de esa propiedad, y que era propiedad del padre de Cavas.

Si bien el defensor del delincuente, Sergio Fernández, intentó argumentar que ese vehículo marca Fiat Siena sólo lo utiliza su titular, y que el convicto no tiene registro de conducir, los jueces consideraron que ninguna de esas razones son suficientes para explicar que Cavas no fue uno de los asaltantes.

El hecho

Varias personas se hallaban comiendo un asado en la vivienda de Bouchard al 3000, cuando fueron sorprendidas por cinco delincuentes encapuchados, varios de ellos armados con revólveres. Fácilmente reducida su capacidad de resistencia, las víctimas debieron entregar todo lo que llevaban encima: teléfonos celulares, dinero, televisores, electrodomésticos y otros objetos de valor.

Antes de retirarse los asaltantes tomaron las llaves de un Renault Sandero y cargaron el botín allí, y escaparon con rumbo desconocido.

La policía tomó la denuncia e inició una búsqueda que tuvo sus primeros frutos pocas horas después, cuando a no muchas cuadras de allí fue hallado el Renault. Al inspeccionar el vehículo los policías encontraron el reloj de una de las víctimas y un llavero de un Fiat Siena.

Descartado que perteneciera a algunos de los damnificados, el fiscal Moyano ordenó un nuevo rastrillaje y dieron con un Fiat Siena que estaba estacionado a la vuelta de la casa asaltada.

Al abrir el automóvil descubrieron un revólver calibre 38 y el control remoto de uno de los televisores sustraídos, de manera que quedó vinculado al hecho indubitablemente. Averiguaciones posteriores determinaron que el Fiat pertenecía al padre de Cavas, un convicto que gozaba del beneficio de salidas transitorias.

La imputación no tardó en consolidarse y Cavas, que había regresado a la cárcel de Batán, fue finalmente detenido e imputado.

El fiscal Moyano pudo llevar el caso a juicio con pruebas contundentes. En cambio Sergio Fernández entendió que no está acreditada la participación de Cavas en el asalto y pidió la absolución.

Finalmente, los jueces le dieron la razón a Moyano y además, teniendo en cuenta la gravedad del hecho por tratarse de un condenado por homicidio en ocasión de robo, le dictaron la reincidencia.

El crimen anterior

En junio de 2008 los jueces Alexis Simaz, Adrián Angulo y Hugo Trogu hallaron culpables a Cavas (entonces, 26 años) y Angel Damián Alias (24) por el crimen de Patricio Díaz, perpetrado el 1 de agosto de 2004 en su domicilio de Luro al 7700.

Ambos recibieron 20 años de prisión por homicidio en ocasión de robo, mientras que al taxista Julio Viders (32) y a Matías Corvalán (26) le aplicaron 5 años de cárcel al considerarlos partícipes necesarios del asalto, pero no del homicidio.

El crimen sucedió cuando Díaz llegó junto a su esposa y el bebé de 11 meses a la casa de Luro al 7200. Cuando se disponía a guardar su auto la pareja fue abordada por los delincuentes, que obligaron a todos a entrar al domicilio.

Alias y Cavas desplegaron una violencia desmedida que concluyó con el brutal ataque a Díaz, quien murió a causa de disparos y heridas con arma blanca.

Los asesinos huyeron pero dejaron su ADN -se cortaron sus manos con vidrios-, además de huellas digitales. Viders trasladó a los delincuentes tras el robo en su taxi. Corvalán, un empleado resentido con Díaz, fue considerado el “entregador”, tal como surgió de la investigación por homicidio calificado y robo a cargo del fiscal Gustavo Fissore y el juez Marcelo Madina.

El 3 de febrero de 2005 Cavas fue atrapado tras el asalto a una vivienda de William Morris al 100.

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