Dos hermanos fueron condenados a 13 y 11 años y medio de prisión respectivamente por matar a un hombre y provocarle serias lesiones al hijo tras atacarlos con bombas “molotovs”

El juez Aldo Carnevale, del Tribunal Criminal 1, convalidó en juicio abreviado el acuerdo entre la fiscal Andrea Gómez y la Defensoría Oficial para aplicar la  mayor pena a Guillermo Castillo (29) y la restante a Agustín “El Pollo” Franco (20).

Quedó establecido durante la investigación que Castillo y Franco -hijos de la misma madre- atacaron el 1 de noviembre de 2017, en horario aproximado a las 22.30, a dos integrantes de la familia Luna. Emiliano Luna (50) fue interceptado cuando llegaba a su casa de Leguizamón esquina Ayacucho del barrio Libertad. Castillo y Franco esperaron a que Luna descendiera de su automóvil Ford Escort. Acompañados por otras personas que no pudieron ser identificadas, los hermanos le arrojaron una bomba molotov por la espalda a Luna, quien en un segundo se convirtió en una pira humana.

Los gritos alertaron a su hijo Jonathan, de 19 años, quien salió de la vivienda y en ese instante fue alcanzado en su pecho por un artefacto incendiario similar. También los atacantes lanzaron piedras que impactaron en el rostro de Emiliano Luna y en la vivienda antes de escapar.

Jonathan Luna sufrió quemaduras en el brazo derecho, en ambas manos y en las vías respiratorias. Su padre llevó la peor parte: el fuego le afectó la cara, el brazo derecho, ambas piernas, la región inguinal y el abdomen, ademas de sufrir heridas cortantes en su cara probablemente a causa de las pedradas. Emiliano Luna murió el 7 de noviembre, tras seis días de agonía en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

Si bien nunca trascendieron los motivos por los cuales los Luna fueron atacados, una de las versiones que consideró la fiscalía fue una posible venganza por un hecho anterior. Se mencionó en su momento un conflicto entre menores dentro de una escuela del barrio Libertad como el origen del conflicto.

Dos testigos vieron el ataque y señalaron a los hermanos “Carmona”, como extrañamente se los conocía en aquel sector de la ciudad. Uno de los que declaró fue el primo de Emiliano Luna, quien vio todo desde su casa lindante. Pero además, el propio Jonathan Luna los identificó sin dudas.

Durante todo el proceso judicial ninguno de los dos imputados declaró ante la fiscalía que, además, le imputó a cada uno un robo anterior.

Finalmente el juez Carnevale admitió el acuerdo y condenó a Franco a la pena de 11 años y 6 meses de prisión por robo agravado por efracción y empleo de arma, y por homicidio en grado de tentativa en concurso real con homicidio, y a Castillo a 13 años por robo doblemente agravado y por homicidio en grado de tentativa en concurso real con homicidio.

Ambos ya se encontraban detenidos en la Unidad Penal N°15 de Batán, donde continuaran con el cumplimiento de la pena.