En el “Segundo Encuentro Internacional con la Comunidad”, que se realizó en el marco del “38° Congreso Argentino de Psiquiatría y Salud Mental”, se resaltó “la importancia de las familias de los pacientes con trastornos mentales severos, como esquizofrenia o bipolaridad, en un cuidado efectivo para prevenir recaídas y tratar de lograr una vida plena”.  Y, para conseguir ese objetivo, destacaron “la adquisición de herramientas en psicoeducación familiar a través de los grupos de ayuda mutua”.

Las conclusiones fueron el epílogo de la actividad abierta a la comunidad, que se desarrolló en el teatro del Gran Hotel Provincial, con las disertaciones de los doctores María Delia Michat, Carlos Vinacour y Rodrigo Nel Córdoba y la coordinación del doctor Pedro Gargoloff.

En diálogo con LA CAPITAL, Gargoloff -que además es socio fundador de la “Asociación de ayuda de familiares de personas que padecen esquizofrenia (aafe)”- detalló la importancia de los testimonios que brindaron los familiares y pacientes con esta patología en la oportunidad, como los de la “Asociación de Familiares de Personas con Esquizofrenia de Mar del Plata (Afpem)”.

“Para los casos de los trastornos mentales severos, como la esquizofrenia o la bipolaridad, el rol de la familia es crítico, importantísimo“, definió el profesional. Y subrayó que para poder cumplir ese rol deben adquirir “capacitación, herramientas de psicoeducación familiar”, detallando que se basan en cuestiones como “conocer la enfermedad, con el tratamiento y la evolución, y pautas para la convivencia armoniosa con el mejoramiento de habilidades para afrontar síntomas como en el caso de los delirios o las alucinaciones”.

“También hay que mejorar el autocuidado del familiar, porque si no se enferma con diabetes o hipertensión -añadió- y empoderarlos a los familiares, que conozcan todas las normas legales y prácticas que existen para asegurar el acceso pleno que necesitan para su recuperación”.

Síntomas

En caso de que el paciente todavía no esté diagnosticado, el doctor Gargoloff señaló algunos de los síntomas a tener en cuenta. “La esquizofrenia -explicó- suele tener un comienzo poco claro. Las primeras manifestaciones no son específicas y pueden simular depresión, ansiedad, cambios de carácter; tanto por razones propias del determinante social como el estrés o por consumo de cannabis”.

Así, consideró como alerta “los cambios de conducta, como dejar de estudiar o trabajar; tener ideas extrañas; aislamiento o escuchar voces”.

“También el factor genético -agregó el especialista-, que tiene un impacto de al menos en el 50 por ciento de los casos. O sea que influye pero no es suficiente”.

En cuanto a la bipolaridad, enumeró que muestran “episodios depresivos; pérdida de iniciativa en la habitualidad; incapacidad para disfrutar en lo que antes le resultaba placentero, alternando con episodios maniacos o hipomaniacos, que es lo opuesto a la depresión”.

“También suele mostrarse -añadió- con excesiva alegría, planes totalmente fuera de contexto e hiperactividad”.
En general, éstos síntomas suelen aparecer “durante la adolescencia” y reiteró la importancia de que “la familia ponga la lupa en éstas manifestaciones, seguirlas para hacer una consulta con un especialista y abordarlas lo más precozmente posible”.