CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 2 de mayo de 2023

Consumo de drogas: entre el prohibicionismo y el regulacionismo

El sociólogo Julio Calzada, impulsor de la ley de regulación del cannabis en Uruguay, participó en Mar del Plata del "Foro por una nueva política de drogas" y planteó el fracaso de las políticas punitivistas globales en la llamada "guerra contra las drogas".

El impulsor de la ley de regulación del cannabis en Uruguay, Julio Calzada, participó en Mar del Plata del “Foro por una nueva política de drogas” y planteó que las políticas prohibicionistas que rigieron en el mundo por casi un siglo fracasaron en su “guerra contra las drogas”.

Argentina está signada por el punitivismo amparado en su vigente Ley de Drogas, con la que se intenta “combatir el narcotráfico” pero que, en definitiva, día a día se encarcelan a vendedores de droga al menudeo en barrios marginales de las ciudad más importantes del país.

La situación es diferente en el vecino país del Uruguay, donde desde hace diez años que funciona una ley de regulación del cannabis, para su uso recreativo, medicinal e industrial. Allá las personas pueden tener cultivos en sus casas, comprar cannabis en farmacias o vincularse en clubes cannábicos.

Esta ley, impulsada por el sociólogo Julio Calzada durante el gobierno de Pepe Mujica, contempla otra forma de acercamiento del Estado al consumo de drogas -en este caso marihuana-: donde antes se prohibía, hoy se regula; donde antes se castigaba, hoy se educa y cuida.

“Hoy hay 200 millones de consumidores cannabis en el mundo y unos 280 millones de otras sustancias, incluida la coca y sus derivados. Esto es un símbolo claro del fracaso de una política prohibicionista, del fracaso de la guerra contra las drogas”, dice Calzada en diálogo con LA CAPITAL y agrega: “Hay que dejar de lado el modelo policial militar e iniciar un modelo basado en derechos humanos y salud pública”.

Del prohibicionismo a la regulación uruguaya

Calzada explica que el prohibicionismo/punitivismo fue el modelo que marcó al siglo XX en cuanto al consumo de drogas. “Fue un proceso muy largo, con un periodo de enorme radicalización, en los 70, con Richard Nixon (presidente de Estados Unidos) al declararle la guerra a las drogas y generar un sistema mundial de control”, remarca el exsecretario de la Junta Nacional de Drogas del Uruguay.

En Uruguay se cumplen 10 años de la ley de regulación y control de cannabis, que se basa en tres aspectos: el uso recreativo de adultos, su uso medicianl o terapéutico y el industrial o alimentario.

“Uruguay fue el primer estado que regulaba de manera integral todo el proceso”, explica Calzada y da algunas cifras de la situación del páis vecino: “Hay 60.000 personas registradas que usan cannabis y unas 200.000 que anualmente hacen algún tipo de consumo de sustancia que se proveen del mercado legal”.

“Como evaluación hoy vemos que la ley ha atravesado tres gobiernos con matices políticas diferentes, pero se mantiene en pie y se aplica en todas sus formas, algunas veces de forma lenta y temerosa, pero se aplica”, concluye el sociólogo.

Para Calzada, otro aspecto positivo de la regulación del cannabis en Uruguay fue el haberle “quitado parte del mercado al crimen organizado”. “La gran mayoría del cannabis que se usa en Uruguay proviene de producción legal, lo que genera unos 20 millones de dólares anuales que circulan en legalidad”.

Calzada también remarcó que, al aprobarse la ley de regulación, no aumentó el consumo de cannabis en Uruguay en adolescentes. “El país no fue azotado por una suerte de zombies que andan por la calle en estado cataléptico sin poder articular palabras. Nada de esto pasó”, bromea.

“Sucedió todo lo contrario, los estudios indican que aumentó la percepción de riesgo adolescentes y aumentó su uso en personas mayores de 30 años“, expresa.

Una ley pionera en el mundo

Calzada destaca que la ley de regulación del cannabis en Uruguay ha sido pionera en el mundo, lo que tuvo su dificultad ya que no pudieron mirar otras experiencias que abarcaran todo lo que se pretendía hacer, en cuanto al control del proceso de producción y distribución. No existía una legislación para comparar el proyecto.

Hoy Argentina está en una mejor situación, porque están las experiencias de Uruguay, Canada y Alemania. Hay dónde mirar”, dice el especialista, pero aclara que “los modelos no son exportables, son cuestiones que no se pueden copiar y extrapolar”.

“El peor daño del prohibicionismo es haber hecho un traje a medida único para realidades sociales, políticas y culturales tan diferentes. Argentina tiene que encontrar un modelo propio que contemple sus aspectos constitucionales y la idiosincrasia de su pueblo”, concluye.

Encuentros como el Foro por una nueva política de drogas que se hizo en Mar del Plata es, justamente, una manera de debatir y encontrar un modelo propio que se ajuste a la realidad de Argentina.