Entusiasmo y alivio es lo que sienten por estos momentos unos 50 trabajadores de la Clínica del Niño luego de recibir la noticia de que las pruebas realizadas en un laboratorio privado de la ciudad arrojaron negativo en el testeo por coronavirus.

Los resultados arribaron esta mañana directo desde Fares Taie, donde la institución había decidido realizar nuevos hisopados a medio centenar de trabajadores, luego que se confirmara que una mucama de 30 años que desempeñaba su labor en los quirógrafos había dado positivo de COVID-19.

Vale destacar, que en el parte nocturno de ayer, la secretaría de Salud municipal también confirmaba que las 27 muestras enviadas al Laboratorio “Dr. Carlos G. Malbrán”, todas de personas pertenecientes al círculo íntimo de la mujer, habían dado negativo. Entre los testeados estaban 14 familiares y 11 trabajadores de la clínica. Todos sin coronavirus, incluidos los padres y su compañera de locker en el trabajo, otra joven que en los últimos días había manifestado síntomas gripales.

Si bien esta noticia llena de alivio (aseguran que los resultados bioestadísticos son más que alentadores), desde anoche crece la incertidumbre en la ciudad sobre cómo se contagió la mujer y, a su vez, cómo es posible que no haya contagiado a ninguna persona con la que ha tenido contacto estrecho.

Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de contagio del coronavirus puede llevar a que cada persona infectada puede a su vez infectar a entre 2 y 3 personas. Este, hasta el momento y según los estudios realizados, no sería el caso, lo que despierta todo tipo de preguntas, incluso si el resultado de la joven de 30 años habría sido o no un “falso positivo”.

Es por eso que, tanto desde la Clínica como desde la Municipalidad, aguardan ansiosos el resultado del nuevo hisopado realizado a la mujer a última hora de ayer y que podría estar a lo largo del día de hoy.

La confirmación de caso en la Clínica del Niño, y la nula noción sobre cómo pudo haberse ella contagiado, llevó a la institución a reforzar sus medidas de control. También reconstruyeron, junto a referentes del área de epidemiología de la Municipalidad, la Región Sanitaria VIII y el Instituto Nacional de Epidemiología Juan H. Jara, los movimientos de la mucama en la clínica. Sus pasos se siguieron desde las 48 horas previas al comienzo de los síntomas e incluyó sus contactos estrechos y el uso de elementos de protección personal en los trabajadores de la institución.

Esta tarea fue exhaustiva y dejó impresionadas a las autoridades de la clínica, quienes destacaron “la predisposición, el énfasis, las ganas y el compromiso” que demuestran los trabajadores de cada área.

“Nos sentimos muy apoyados y tienen absolutamente claro cómo trabajar en estas instancias. Todos los parámetros y las búsquedas epidemiológicas, más el registro de casos sospechosos, están establecidos en una guía que tienen muy aceitada. No dejan nada librado al azar. Un orgullo para Mar del Plata“, señalaron, oportunamente, en diálogo con este medio.