La Ciudad

Covid-19: la inolvidable experiencia de ser aislado, en primera persona

Una marplatense compartió con LA CAPITAL su vivencia personal tras ser aislada en un hotel de la ciudad al presentar síntomas compatibles con Covid-19. "Solo tengo en mi corazón y en mi mente palabras de agradecimiento", dijo.

Por Gonzalo Gobbi

@gonzalogobbi

Alguien llama a la puerta de la habitación del hotel para avisar que la cena caliente está afuera. El encierro dentro de las cuatro paredes de un lugar ajeno pero confortable, es absoluto. No hay contacto físico -más que el virtual- con el resto del mundo. Un termómetro yace en la mesa de luz y es hora de tomar la temperatura una vez más. El teléfono vuelve a sonar para otra evaluación médica por videollamada. Las horas pasan, el temor persiste, pero los nervios se calman gracias a la contención de quienes monitorean la evolución durante el aislamiento.

El miedo a despertar con síntomas compatibles con el Covid-19 invade hoy prácticamente a cualquier persona. Pero, ¿cómo es verdaderamente ser aislado cuando la fiebre y el malestar llevan a pensar lo peor?

Una marplatense compartió con LA CAPITAL la intimidad de su experiencia al ser aislada a la espera del resultado del hisopado, una instancia inédita pero posible en la vida de muchos ante la evolución de la pandemia de Covid-19.

Su agradecimiento infinito resume la cálida atención que afirma haber recibido esta trabajadora del área de salud, quien al presentar algunos síntomas (tos, cansancio y dolor en el cuerpo) decidió voluntariamente llamar al 107. Allí empezó la odisea.

Nadie quiere enfermarse. Mucho menos, en tiempos de coronavirus. Sin embargo, nadie es inmune. Los primeros dos días el malestar la invadió en su casa. Al ver que los síntomas persistían, con temor -“No quería salir a la calle sabiendo que podía ser positiva y estar contagiando a otros”, dijo- entendió que debía hacer lo correcto: tomar su celular y marcar los tres números con destino incierto.

Un operador del SAME la atendió y desplegó el listado de preguntas protocolares. Enseguida, fue derivada al Centro Covid-19 que funciona en la carpa montada junto al Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (CEMA).

Centro Covid-19 ubicado junto al CEMA.

“Allí me realizaron el triage correspondiente y, por ser personal de salud, inmediatamente activaron el protocolo. Me hicieron el hisopado naso-faringeo“, contó la marplatense, quien todavía desconocía lo que viviría en los días siguientes, a la espera del resultado.

Un móvil del SAME la trasladó luego a uno de los hoteles dispuestos por el Municipio para ser aislada. Con extremos cuidados llegó al establecimiento ubicado en la zona de La Perla. De pronto se descubrió sola, aislada preventivamente en una habitación desconocida, con síntomas compatibles con Covid-19.

En el cuarto encontró un termómetro y una nota con indicaciones ya anticipadas: llevar seis mudas de ropa, elementos de higiene personal, algún libro o juego de mesa (opcional), alimentos de gusto personal, utensilios de cocina (vaso, plato, tasa y cubiertos), servilletas y repasador, entre otras cosas.

“Una vez que entré a la habitación no pude salir. Me dejaban la comida afuera de la puerta y me avisaban cuándo llenaban el termo o la taza sin tocarlo“, relató.

Durante las 48 horas que estuvo aislada, la llamaron tres veces por día: la evaluación de su estado de salud a través de la aplicación Testeate fue constante.

“En la habitación había un termómetro y debía tomarme la temperatura constantemente. A través de las videollamadas de Teateate, los médicos me preguntaban sobre mis malestares y tomaban nota de todo. Fueron muy atentos siempre”, aseguró.

El termómetro y la nota con indicaciones que encontró en la habitación del hotel.

El resultado

Luego de dos días en este hotel confortable y sin queja alguna, llegó el resultado del hisopado naso-faringeo. Era el momento de enfrentarse a la realidad. Su estado gripal podía sumarse a las estadísticas de casos positivos y verse reflejado en los medios o bien ser desechado como un caso sospechoso más.

Para entonces, sin embargo, contó que ya estaba tranquila gracias al cuidado y la contención de los médicos, el personal del SAME y los trabajadores del hotel. Pasara lo que pasara, debía seguir adelante.

Afortunadamente el resultado fue negativo y “se descartó por completo la infección de Covid-19”.

“Hoy me encuentro casi sin síntomas en mi domicilio, sin ir a trabajar”, contó la trabajadora del área de salud luego del aislamiento preventivo. En principio se habría tratado de un enfriamiento o un cuadro gripal no compatible con el virus del que todo el mundo habla.

“Solo puedo agradecer”

La mujer compartió su experiencia para llevar tranquilidad a quien deba vivir la situación, pero también para transmitir su agradecimiento por el trato recibido.

“Sólo tengo en mi corazón y en mi mente palabras de agradecimiento a esas personas que están al frente, de estas medidas de contingencia y protocolos, porque la humanidad con la que atienden y contienen a todos los que, debemos pasar por esto, es infinita”, expresó.

En ese sentido, dijo que “todos, el personal del CEMA, el SAME, la médica que me hizo el triage, el personal que me atendió en el hotel y en las comunicaciones, son excelentes seres humanos” y agregó: “Estoy sumamente agradecida, si lo tuviera que volver a pasar, iría con total confianza”.

Su agradecimiento fue dirigido especialmente para “el doctor Miguel, la doctora Mónica, el personal de enfermería María Soledad y María Elena del turno mañana; Florencia y Ariel del turno tarde, y Vanesa, Viviana, Julio, Tomás, Anabela y Lourdes del turno noche; las administrativas Patricia, Lorenza y Elizabeth; las infectólogas Susana y Natalie, y mis jefas Cecilia y Luciana”. Clave fue también el acompañamiento de su pareja y sus amigos.



“No lo duden: llamen al 107, nunca estarán solos”

Tras relatar su experiencia vivida durante el aislamiento, esta mujer marplatense buscó llevar tranquilidad a la comunidad y expresó: “Ante el menor síntoma no lo duden, acudan o llamen al 107, porque de tener que vivir esta experiencia, nunca estarán solos”.

Asimismo, manifestó: “Seamos responsables y hagamos nuestra parte, no vayamos por la vida llevando el virus, más sabiendo que tenemos síntomas”.

En la misma línea, recomendó guardar la distancia, respetar los protocolos y seguir las indicaciones de los infectólogos.

“Compartí mi experiencia desde la tranquilidad de saber que si debo volver a pasar por esto, estaré cuidada y contenida por un grupo humano y profesional de excelencia“, completó.

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