Investigadores idearon un grupo para avisar la presencia de ballenas y cada vez se suman más adeptos. La temporada se extendió y año a año crecen los avistajes
Por Ivo Marinich (*)
“¡Ahora ballenas en Varese!”, “Ballenas frente a Museo Mar”, “Hola! Acabo de ver dos en Acantilados”, son algunos de los mensajes que reciben quienes forman parte del canal de difusión de WhatsApp “Avistaje ballenas UNMDP”.
Estas alertas cargadas de entusiasmo surgen a partir de una red comunitaria dedicada avistar, avisar y admirar a las majestuosas criaturas marinas. Para responder cómo surgió esta comunidad, brindó detalles Agustina Mandiola, una de sus creadoras, detrás de cuyo amplio currículum académico emerge, el amor por los animales marinos.
“Desde chica siempre me interesaron los mamíferos marinos. Me vine a los 18 años a estudiar biología (es oriunda de Balcarce) y me quedé, formé mi familia y desarrollé mi vida profesional acá en Mar del Plata. Soy Doctora en Ciencias Biológicas”, explicó.
A eso hay que sumarle que es investigadora y docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde dicta clases en las asignaturas Ecología Marina y Mamíferos Marinos.
Desde hace más de 20 años integra un grupo de investigación perteneciente al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (CONICET, FCEyN, UNMdP) llamado Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos, que lleva más de medio siglo observando el océano.
“Estos 50 años de monitoreo en Mar del Plata nos han permitido, entre otras cosas, conocer cómo
han cambiado los avistajes y la presencia de la ballena franca austral en las costas de la ciudad. El primer avistaje lo hizo el Dr. Ricardo Bastida en 1970, que fue quien comenzó con los estudios de mamíferos marinos en la región. Sin embargo, tuvo que esperar otros cinco años para volver a registrar ballenas en Mar del Plata”, reveló.
Con pericia docente, Agustina indicó que los avistamientos han aumentado con el paso del tiempo. Contó que durante las décadas del ‘70 y ‘80 se registraban menos de cinco ballenas al año, siempre ejemplares solitarios que iban de paso, mientras que en la actualidad se suelen observar grupos de entre dos y siete animales que además prolongan su permanencia en las costas marplatenses.
Los números son elocuentes: en el 2023, se registraron 90 avistamientos, cifra que en 2024 aumentó a 146.
A la hora de analizar los motivos por los que se ven ballenas en Mar del Plata, la docente detalló: “La ballena franca austral tiene un ciclo similar a otros mamíferos: se concentra para reproducirse y luego se dispersa para alimentarse. Los dos sectores donde se reúne para la temporada reproductiva están ubicados en Península de Valdez y en Santa Catarina, al sur de Brasil. Mar del Plata se encuentra en una ubicación intermedia entre estas dos colonias reproductivas. Somos una zona de paso en donde los animales pueden ir o volver hacia cualquiera de las colonias”.
Además, señaló que durante los últimos años se ha extendido la temporada de avistajes: los primeros registros ocurren durante el mes de mayo y los últimos a principios de noviembre. La franja pico, sin embargo, tiene lugar entre agosto y septiembre.
“Dentro de las costas argentinas hay siete especies de ballenas. La más común es la ballena franca austral, que conocemos todos. Son animales imponentes que pueden llegar a medir hasta 17 metros de largo. Una de las características que nos permite identificarla del resto de las ballenas es la ausencia de aleta dorsal y el lomo plano. Además, tiene callosidades en la cabeza que presentan patrones de distribución particulares para cada ejemplar y funcionan como huellas digitales que nos permiten identificar a cada individuo. Otra característica de esta
especie es que el surtidor o soplido que podemos ver a gran distancia presenta forma de V hacia adelante”, apuntó.
La comunidad
Agustina Mandiola explicó cómo surgió la comunidad de observadores. Contó que el grupo de investigación suele participar en ferias de ciencia, encuentros informativos, disertaciones y demás, y que en esas convocatorias se acercan personas interesadas en el avistamiento.
“Así surgió el grupo de difusión de WhatsApp, un poco por demanda, un poco por necesidad. Como nosotros no podemos estar las 24 horas monitoreando la presencia de animales en la costa, trabajamos mucho con la comunidad que nos ayuda y nos avisa dónde están las ballenas. Por suerte cada vez tenemos más miembros y hay mucha gente que participa, que nos envía fotos y posiciones, que nos da detalles de los avistajes, información que para nosotros es muy valiosa”, destacó.
De hecho, gracias a las imágenes de dron de distintos colaboradores, han podido identificar comportamientos de cópula en las costas de Mar del Plata, circunstancia hasta entonces desconocida, así como la presencia de cachorros recién nacidos.
Enseguida, destacó que la longitud de las costas marplatenses —alrededor de 42 kilómetros—, sumado a la elevación del terreno, favorece significativamente los avistajes, que se producen en su mayoría en la zona sur de la ciudad (Acantilados y Playa Serena), en la zona de Playa Grande, y en menor medida en el norte.
“Desde nuestro grupo de investigación motivamos el avistamiento desde la costa y desalentamos la aproximación en embarcaciones. Por eso tenemos el lema Mar del Plata solo mira. Si la ballena es molestada, se desplaza mar adentro y hace que mucha gente pierda la oportunidad de observarlas por unos pocos que se acercan desde una embarcación”.
(*) Ivo Marinich estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. En 2018 fue publicada su primera novela, “El publicista”, en Ediciones Camelot (España). En marzo de 2022 fue seleccionado por la editorial Orsai para participar de una antología literaria con los mejores relatos digitales del 2021. En octubre de ese año, su novela “Casa Güerci” ganó el primer premio nacional “Luis José de Tejeda”. “Puerperio” es su tercera novela, recientemente editada en España.