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La Ciudad 20 de febrero de 2019

Boom del kiwi: el 80% del consumo nacional se produce en Mar del Plata

La ciudad es la principal zona productora de la Argentina. En los últimos años se multiplicó la producción y hay perspectivas de crecimiento. La inversión inicial es el principal impedimento.

El productor Ricardo Nejamkis muestra el avance de la nueva cosecha de kiwi.

Las plantas no superan los dos metros de altura y están repletas de hojas verdes. La fruta luce en racimos de cuatro o cinco unidades. Faltan un par de meses para la cosecha y las expectativas son altas: la producción de kiwi crece a ritmo sostenido en Mar del Plata.

Sobre la Ruta 88, en Sierra de los Padres o Chapadmalal, las plantaciones de kiwi proliferaron en los últimos tiempos y, según los especialistas, la perspectiva de crecimiento es enorme. En la actualidad, casi el 80% del kiwi nacional que se consume en la Argentina se produce en Mar del Plata, según informaron desde la Cámara de Productores de Kiwi local. Otro dato: hace quince años, la superficie de producción en la ciudad no superaba las 20 hectáreas. En la actualidad, hay más de 300.

“Tiene un gran impacto y puede tenerlo mucho más”, asegura el productor Ricardo Nejamkin. “La demanda en Argentina está totalmente insatisfecha de producción local. Se debe importar el 70% de lo que se consume. La posibilidad de abastecer sólo el mercado interno, implicaría triplicar las superficies existentes”, explica.

La calidad del kiwi que se produce en estas tierras distingue a la producción local por sobre las demás. Las condiciones climáticas y de suelo son ideales para desarrollar un kiwi de primer nivel. El cultivo se da naturalmente muy bien y casi no requiere agroquímicos.

El principal recaudo que hay que tomar es controlar el impacto del viento, las heladas y alguna eventual caída de piedra. Para ello, los productores invierten en unas estructuras que protegen al cultivo durante todo el proceso.

“En nuestra zona tenemos la suerte conseguir fruta de altísima calidad. En el mundo, los productores de fruta son Italia en el hemisferio norte y en el sur, Nueva Zelanda y Chile. Mar del Plata está en la misma latitud que Nueva Zelanda que tiene la mejor calidad de fruta del mundo. Con lo cual tenemos la posibilidad de una expansión muy fuerte”, remarcó.

El crecimiento de la producción de kiwi tiene un impacto en la generación de puestos de trabajo.

El crecimiento de la producción de kiwi tiene un impacto en la generación de puestos de trabajo.

La inversión

Si bien el panorama asoma favorable para la expansión del kiwi, hay un traba que complica el desarrollo: la inversión. Es que se trata de una actividad de largo plazo y la limitación la presenta el financiamiento. La mayoría de los productores está habituada a ciclos cortos de cultivo.

“Es una actividad de largo plazo. Tarda en entrar en producción pero después, es longeva. Hace quince años visitamos un cultivo que en ese entonces tenía quince años, y hoy todavía está en plena producción”, graficó el productor.

Otro aspecto a tener en cuenta son los costos que exige una producción de calidad. “Mar del Plata es la principal zona productora de la Argentina y pronto va ser la única. Como en muchas actividades, la exigencia de la especialidad y la eficiencia, se convierte en un límite de rentabilidad. Entonces, se plantó kiwi en muchos lugares para probar. Hoy hacen falta rendimientos altos y eso no se consigue en cualquier lado”, destacó.

Además del abastecimiento del mercado interno, una parte de la producción se exporta. Sin embargo, a pesar de devaluación del año pasado, la exportación no resulta seductora para los productores. “La gente involucrada en el kiwi tiene mirada de largo plazo. No decide ese día si le conviene exportar o no. Mira el largo plazo. Además, tenemos la satisfacción enorme que nos reconocen la calidad por sobre competidores. Nos pagan un sobreprecio respecto a lo que pagan en Chile porque tenemos umbrales de calidad superior”, graficó Nejamkin.

KIWI 04

Fuentes de trabajo

El crecimiento de la producción de kiwi tiene un impacto en la generación de puestos de trabajo. De manera directa, ya que el proceso de mantenimiento y cosecha se realiza de manera artesanal. Además, repercute indirectamente ya que todo el proceso incluye insumos, trasporte, envases, herramientas, etc.

“Es un cultivo que se hace prácticamente todo manual. Hay mucha gente preparada, se requiere gente especializada y hay gente preparada. Después está el mantenimiento de la producción que se hacen podas, cosechas, atados y después una tarea muy delicada de polinización”, señalaron desde la Cámara.

De continuar el crecimiento de la actividad, se pueden generar fuentes de trabajo, algo esencial en una de las ciudades con más desocupación del país. “El que no sabe, aprende rápido. Sólo se necesita tener afinidad con la agricultura. Además, a diferencia de otras actividades, es todo empleo regularizado”, apuntaron.

La consolidación del kiwi dentro de las actividades del cordón frutihortícola se refleja en la inversión que han hecho muchos productores. En los últimos años se han instalado galpones y cámaras de frío específicas, con mucha tecnología, lo cual facilita la guarda por muchos meses.

El año pasado, diez contenedores -con 22 mil kilos de kiwi cada uno- salieron en mayo del año pasado desde el Puerto de Mar del Plata hacia España.

Para la próxima cosecha, las perspectivas de los productores son las mejores. “Viene muy bien. hemos tenido un principio de verano muy conveniente con un buen régimen de lluvia. Tenemos expectativa de tener buena fruta”, señalaron.

Historia

Los primeros cultivos de kiwi en la zona se realizaron hace 30 años, casi de manera casual. A un grupo de propietarios que contaban con recursos les resultó atractivo el cultivo y las cifras que se proyectaban. “Acá se hablaba de un dólar el kiwi. Eran números para una oferta reducida y así se empezó”, recordó Nejamkin.

Después, la llegada de la convertibilidad complicó los planes: entraba al país kiwi de Chile a un valor de siete pesos la caja. A pesar de ello, los cultivos se sostuvieron.

En 2002 cuando se retomó la paridad cambiaria, reaparece el interés por el kiwi porque se sabía que las condiciones eran buenas. Sólo faltaba tener condiciones macro económica razonable. Ahí se inició otra etapa donde hubo un crecimiento. En los últimos años, la expansión se multiplicó.



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