CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 14 de marzo de 2018

Crece la preocupación de los comerciantes por el acampe frente al municipio

Piden que el municipio resuelva el conflicto que mantiene cortada la avenida Luro y la calle Yrigoyen desde hace 9 días. Se quejan por la caída de sus ventas, el humo, el ruido y la inseguridad que afecta a la zona.

Los comerciantes de la zona céntrica siguen a la espera de que tras 9 días de protesta ininterrumpida se le ponga fin al acampe que integrantes de varias cooperativas realizan frente al Palacio Municipal, manteniendo cortada la calle Hipólito Yrigoyen y la avenida Luro.

Seguimos esperando que el intendente nos llame porque después de haberlo esperado durante dos horas en la puerta de su oficina nos dijeron que se había retirado y que en ese momento no nos podía atender”, le contó a LA CAPITAL Walter, dueño de un pequeño bar ubicado en el interior de la galería Luro.

Junto a los propietarios y los empleados de otros locales de la zona, el hombre acudió el martes al municipio para tratar de dialogar con el intendente Carlos Arroyo y pedirle que actúe para ponerle fin a una protesta que entre otras cosas provoca que prácticamente no haya transito vehicular ni peatonal por los alrededores de la comuna.

“Tengo que pagar $2270 de luz de enero y otros $2650 de febrero. Estoy haciendo malabares para juntar la plata porque desde hace días no vendo ni un café“, contó hoy el comerciante, asegurando que el jefe comunal todavía no respondió a su pedido de audiencia.

COMERCIANTESLURO07

El acampe es protagonizado por integrantes de seis cooperativas que habitualmente prestan servicios y realizan obras para el municipio.

Todos ellos reclaman que la gestión del intendente Carlos Arroyo se ponga al día con sus deudas y genere nuevos proyectos para asegurar la continuidad laboral de un centenar de personas.

Hasta ahora las escasas negociaciones que estuvieron a cargo del director de Cooperativas del municipio, Hernán Alcolea, no dieron ningún resultado. Y en ese marco el gobierno local insiste en reclamar que la Justicia autorice a realizar un desalojo por la fuerza.

Mientras tanto los comerciantes están cada vez más preocupados. Todos ellos coinciden en que durante los últimos días sus ventas cayeron a la mitad y señalaron que se sienten cada vez más inseguros porque a la noche el centro de Mar del Plata “es tierra de nadie”.

El propietario de un kiosco ubicado en Luro entre La Rioja y Catamarca, contó que esta semana, al llegar a su local, descubrió que las rejas fueron forzadas por personas que “evidentemente tuvieron la intención de entrar a robar“.

Para el comerciante, es claro que si se hubiera avanzado con el proyecto de trasladar la Municipalidad “a Libertad al fondo” -donde estaba siendo construido el nuevo centro cívico- la situación en el centro marplatense sería hoy muy diferente.

“Acá habría un museo o un shopping y no tendríamos que seguir soportando lo que tenemos que aguantar todos los días“, sostuvo.

ACAMPEMUNI05

Para Héctor, dueño de un local dedicado a realizar impresiones, “lo peor de todo es el humo” que produce la quema de maderas o basura. “Aunque yo esté a tres cuadra de la Municipalidad el humo se mete adentro del negocio y no se puede estar”, aseguró.

“Cuando prenden fuego la gente sale disparando, la zona se vacía y los comerciantes nos quedamos acá, de brazos cruzados“, dijo.

Cecilia, dueña de una tienda de indumentaria, contó que desde hace días sus ventas también cayeron un 50% porque la mayoría de sus clientas son “mujeres grandes” que temen circular por la zona.

“Las señoras me llaman por teléfono y me dicen: ‘Cecilia, hoy no voy a pasar por tu negocio porque vi en la televisión que el centro está cortado y prefiero quedarme en casa”, contó.

Guadalupe, además de trabajar en un local de venta de vestidos para fiestas vive en el séptimo piso de un edificio de la calle San Martín.

“No me muevo del barrio así que estoy todo el día respirando humo y escuchando las protestas. Tengo una nena de un año y a pesar de que cierro todas las ventanas, el ruido entra al departamento y no podemos dormir en paz”, aseguró.

Si bien Arroyo no tuvo la oportunidad de dialogar con el nutrido grupo de comerciantes que este martes acudió al municipio, ese mismo día pudo reunirse durante algunos minutos con otros dos vecinos, también afectados por las protestas.

“Se han quejado. Me elevaron una nota con una enorme cantidad de firmas y están bastante enojados conmigo, pero yo les expliqué todos los trámites que realizamos”, dijo ayer el intendente al respecto, reprochando la falta de respuesta de la Justicia a sus pedidos de desalojo.

“Hasta que yo no tenga las calles desocupadas, el tránsito normalizado y todo limpio, yo no voy a negociar ni hacer nada. Bajo presión, yo no negocio”, agregó.



Lo más visto hoy