La postal de la panadería “Anusch” la mañana del 18 de junio era desoladora. Los ladrones que la había asaltado durante la madrugada dejaron comida tirada en el piso y el comercio todo revuelto. Los delincuentes se llevaron la plata que encontraron en la caja. Pero no solo eso: también una horma de queso, una de salame, un termo, una mochila en la que la dueña del lugar llevaba ropa para ir al gimnasio, y un frasco de café.

El golpe fue dado por los “nuevos boqueteros”, una de las bandas que se dedican a asaltar comercios cuando están cerrados. Ingresan rompiendo una pared o “ganando los fondos” de la propiedad pero tienen escasa logística: roban lo que encuentran y no esperan llevarse un gran botín.

“Creemos que hay un grupo de bandas de delincuentes que no esperan dar un golpe fuerte, sino que eligen esta modalidad para evitar tener que ingresar cuando el comercio está abierto. Ganan los fondos o se meten en alguna casa abandonada y desde ahí hacen los boquetes para cometer el asalto”, le explicó a LA CAPITAL Fernando Telpuk, jefe de la Policía Local.

Estos grupos delictivos provocaron en las últimas semanas una “ola de asaltos” que desataron la preocupación de la Unión de la Industria, el Comercio y la Producción (UCIP) desde donde advirtieron sobre la sucesión de robos y destrozos en comercios minoristas durante los fines de semana. “Esta mecánica se viene repitiendo en las más importantes arterias comerciales de la ciudad”, se lamentó su presidente Raúl Lamacchia.

Ante esta escalada de asaltos, los comerciantes y las fuerzas de seguridad acordaron poner en marcha un protocolo para intentar frenarlos: habrá más comunicación por Whatsapp, se reforzará el sistema de vigilancia por cámaras de seguridad y se intentará mejorar la comunicación con la Policía.

“Es un tema difícil de prevenir porque entran desde atrás y si las patrullas pasan aún en ese momento no pueden verlos”, sostuvo Telpuk. Y, enseguida, agregó sobre las medidas que se pondrán en práctica para intentar detener los asaltos: “Buscamos que haya un sistema de comunicación más fluido entre los negocios y la policía. No para evitar sólo este tipo de asaltos sino también por ejemplo el de las mecheras que preocupa a los comerciantes. Para esto se recordó que hay botones antipánico que se entregan de manera gratuita por el municipio. Además, vamos a mejorar la instalación de cámaras propias de los negocios y hay grandes comercios que están obligados a instalar cámaras y reportar las imágenes al centro de monitoreo”.

Ola de robos

La ola de robos a comercios en las zonas más transitadas de la ciudad durante la madrugada de los sábados se profundizó en las últimas semanas. El 2 de este mes, los afectados fueron una panadería y una rotisería del barrio La Perla.

Cerca de las 4, delincuentes rompieron un ventanal y entraron en la rotisería ubicada en 11 de Septiembre entre Independencia y Catamarca, donde revisaron todo y escaparon con una alta suma de dinero.

Luego entraron a la panadería lindera, donde también se llevaron plata de la caja y otros objetos. “Entraron por el ventiluz que hay acá antes de ingresar al baño, es bastante chico, por lo que sólo pudo entrar una persona de contextura chica. Ingresaron por ahí, desconectaron la cámara de seguridad que hay en el negocio, que graba todo el tiempo, y se llevaron dos balanzas, dinero que teníamos para pagarles a los proveedores y bastante mercadería también”, dijo ese día Valeria, empleada de la panadería, a LA CAPITAL. “Teníamos dinero porque los proveedores siempre vienen muy temprano y era para pagarles a ellos. También ensuciaron bastante e hicieron destrozos”, agregó.

Los delincuentes ingresaron también a una peluquería que está entre medio de los dos locales, pero de allí no se llevaron nada.

El sábado anterior, tres comercios de Güemes habían sufrido robos durante la madrugada. Los delincuentes aprovecharon para ingresar por un patio interno que conecta a una zapatería, a un comercio dedicado a la venta suéteres y a un local de tatuajes. De todos se llevaron dinero y distintos elementos.

El 18 de junio, delincuentes robaron en la panadería Anusch, ubicada en avenida Luro entre Salta e Independencia, luego de entrar por un boquete realizado en un local lindero desocupado.

El 4 de junio, también después de hacer un boquete en la pared de un local lindero, delincuentes ingresaron a un comercio de prendas de vestir de la peatonal San Martín y se llevaron mercadería.

Nueva modalidad

El jefe de la Policía Local, Fernando Telpuk, reconoció que durante las últimas semanas hubo “una escalada” de robos en comercios, y manifestó su preocupación por la “modalidad de ingreso” de los delincuentes, en general mediante boquetes o por los fondos de los locales. “Hubo una escalada de hechos con la modalidad de boqueteros y el ingreso por los fondos de los negocios. Si bien no se han sustraído grandes cantidades de dinero, preocupa la modalidad de ingreso. Por eso ahora hay una investigación en curso y esperamos que prontamente esa banda sea desbaratada”, mencionó Telpuk. Y, enseguida, agregó sobre los protagonistas de estos asaltos: “Son banditas comunes. Son gente sin logística y con poca preparación. No han entrado a locales con demasiada inteligencia previa. Encontraron un manera de actuar que les representa menos riesgos”.

La “ola de robos” provocó que durante la semana se reunieran en la sede de la UCIP comerciantes con representantes de las fuerzas de seguridad. “Con este tipo de reuniones queremos fomentar el traspaso de información entre el comerciante y la policía. Por eso nos comprometimos a tener reuniones más seguidas para evaluar los avances y cambios que se hayan conseguido al modificar las estrategias”, dijo el jefe de la Departamental, Carlos Testini.

En la reunión se acordó “elaborar una especie de protocolo de acción que se va a distribuir a los comerciantes para ver los canales de comunicación tanto internos de los centros comerciales como aquellos que vinculen y relacionen a los comerciantes con las autoridades de la policía de la provincia y del municipio”, mencionaron la UCIP.

Mientras buscan coordinar medidas para prevenir los asaltos, la Justicia y la Policía trabaja en la identificación de los delincuentes: los investigadores creen que serían ladrones con poca preparación.