Policiales

Crimen de Ezequiel Guasone: analizan imágenes de cámaras de seguridad y toman declaración a testigos

Bajo absoluto hermetismo, la fiscal Romina Díaz trabaja para esclarecer el asesinato en el viejo restaurante de San Lorenzo y San Luis. Investigan cómo era el entorno de la víctima.

Tanto la Justicia como la policía continúan con la investigación para esclarecer el crimen del empresario Ezequiel Guasone (48), ocurrido este domingo en el local ubicado en San Lorenzo y San Luis, donde funcionó en el pasado un restaurant que era de su propiedad.

A pesar del absoluto hermetismo en el que trabajan los pesquisas, LA CAPITAL pudo saber en las últimas horas que la fiscal Romina Díaz se abocó al análisis de las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad y, además, ordenó a los miembros de la comisaría segunda que avancen en la búsqueda de testigos que puedan declarar en la causa y aportar datos esclarecedores para conocer cómo se produjo el hecho y quién fue el autor.

En ese marco, conforme trascendió, los uniformados procuran establecer cómo se componía el entorno de la víctima y si tenía alguna relación de enemistad con alguien en especial. Cabe destacar que, hasta el momento, estaría descartada la línea de un hipotético homicidio en ocasión de robo. Más bien, los investigadores se orientan en sus acciones bajo la sospecha de que el crimen de Guasone se produjo por cuestiones vinculadas a algún tipo de enfrentamiento con alguien por razones económicas que todavía son una incógnita.

En este contexto, se espera que familiares y allegados al empresario, quien era padre de una joven de 18 años y estaba separado de su mujer desde hacía tiempo, presten su testimonio ante la fiscal Díaz. Lo mismo se aguarda de los vecinos del edificio en cuya planta baja se ubicaba el local donde ocurrió el asesinato.

Según pudo saber este medio tras consultar diversas fuentes, Guasone había sido el constructor de la torre de cinco pisos en cuestión, levantada en 2005, así como de otra emplazada en Entre Ríos y San Lorenzo, a pocas cuadras de allí. En ambos casos, el empresario había vendido los distintos departamentos edificados.

De acuerdo con la información que pudo obtener LA CAPITAL, el lugar en el que se produjo el homicidio era propiedad de Guasone e, incluso, hasta 2017 había funcionado como restaurant de pastas. En ese negocio, la víctima se había asociado con un hombre de nombre Pietro, que residía en Italia y que había decidido invertir en el sector gastronómico de Mar del Plata.

El comercio tenía su clientela e, incluso, durante la temporada estival solían cenar allí personajes de la farándula y del espectáculo. Uno de los habitué del mismo, durante uno de los veranos, fue el empresario teatral Carlos Rottemberg. Sin embargo, las devaluaciones constantes que sufrió la economía argentina en los últimos años hicieron que el emprendedor italiano decidiera finalizar su inversión en el país y quedarse definitivamente en Europa.

Tras ello, Guasone alquiló su local a otro hombre que lo explotó como cervecería, salón de fiestas y casa de picadas, en ese orden. Con la pandemia del coronavirus declarada, a comienzos de 2020 el inmueble dejó de funcionar como negocio abierto al público.

El hecho

La noticia del crimen de Guasone se conoció pasadas las 13 del domingo, cuando sus propios familiares encontraron su cadáver con el cuello atado a una cuerda. El sábado anterior, su ex mujer había denunciado su desaparición en la comisaría novena, por lo cual la fiscal Díaz y la policía llevaban adelante una investigación por averiguación de paradero.

En un principio, se sospechó que se había tratado de un suicidio, aunque por algunos golpes que presentaba el rostro del empresario no se descartó la hipótesis del homicidio. Pero luego, en horas de la noche, el informe preliminar de autopsia al cuerpo realizado por los médicos forenses estableció que, efectivamente, Guasone había sido asesinado.

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