La fiscalía pedirá en las próximas horas la prisión preventiva para el adolescente de 17 años acusado de haber matado, junto a su hermano de 22, a Ernesto Carlos Ortiz (29) durante una pelea en el barrio Belgrano el sábado a la madrugada.

El fiscal Walter Martínez Soto, en una audiencia que se realizará el miércoles para definir el futuro procesal del menor, exhibirá las pruebas que tiene en contra del adolescente y planteará a la Justicia de Garantías la necesidad de que el imputado por “homicidio” continúe alojado en el Centro Cerrado de Batán mientras la investigación avanza.

El representante del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil considera que posee elementos suficientes para pedir la prisión preventiva del menor.

Además, en estos días, el fiscal Martínez Soto evacuó citas para contrastar o no la declaración que brindó el adolescente, que a grandes rasgos explicaba que, junto a su hermano, se pelearon con Ortiz para defender la vida de otro familiar.

Por otra parte, el otro detenido, de 22 años, seguirá alojado en la Unidad Penal 44 de Batán. Al mayor de edad, el fiscal tiene en total 15 días -hasta el domingo 22 de marzo-, con la posibilidad de solicitar una prórroga de otros 15 días para definir si pedirá o no su prisión preventiva.

El hecho se registró el pasado viernes cerca de las 22.30 en Soler al 10700. En plena vía pública se generó una pelea entre Ortiz y uno de los detenidos, con quien, según trascendió mantenía problemas de vieja data.

Por motivos que son de investigación, el otro hermano se metió en la pelea y, mientras golpeaban a Ortiz entre los dos uno sacó un arma blanca y lo apuñaló. La víctima, herida de gravedad cayó al suelo y fue asistida por sus allegados, que intentaron llevarlo al nosocomio, pero Ortiz que estaba mortalmente herido falleció en el camino.

Un vecino llamó al 911 y denunció que unas personas se peleaban en la calle, por lo que personal policial fue hasta el lugar. Al llegar, no encontraron a la víctima -ya que había sido trasladada al hospital- pero sí vieron a dos jóvenes que tenían las ropas cubiertas de sangre, por lo que los detuvieron.