CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
El País 23 de julio de 2016

Cristina Fernández aseguró que no teme “en absoluto” ir a la cárcel

La ex presidente afirmó que no tiene miedo de ir presa y que el embargo a sus cuentas es "patético y hasta ridículo". Además, volvió a aseverar que sufre una "persecución judicial".

Cristina Fernández calificó hoy de “patético y hasta ridículo” el embargo dispuesto por el juez federal Claudio Bonadío a sus cuentas en el marco de la causa por dólar futuro, volvió a argumentar que hay una “persecución judicial” en su contra, y aseguró que no tiene “temor a la cárcel”.

“Embargar las cuentas de la pensión del ex presidente (su marido Néstor Kirchner) es patético y hasta ridículo”, planteó la ex mandataria y consideró que la causa de dólar futuro “es lo más emblemático en materia de persecución judicial”.

Asimismo, resaltó que ya la investigaron por enriquecimiento ilícito “desde 1995 hasta 2012; tres causas, sobreseimiento, siguen”.

“Hay un persecución judicial, es más que evidente, que además fue anunciada desde los medios”, aseguró en una entrevista que concedió a seis medios el jueves en su casa de El Calafate, al tiempo que reconoció que “en absoluto” tiene “temor a la cárcel” y afirmó que también fue denunciada “cuatro veces por no ser abogada y el título me lo terminaron dando en Comodoro Py”.

Fernández, además, cuestionó “el oportunismo” de la “dirigencia política a partir de denuncias indiscriminadas”, en alusión a la diputada Margarita Stolbizer, que impulsa las causas Los Sauces y Hotesur, esta última a cargo del juez federal Julián Ercolini que en los últimos días resolvió embargar las cuentas y las cajas de seguridad a nombre de su hija, Florencia Kirchner.

Asimismo, se refirió a las políticas económicas implementadas por Cambiemos al indicar que “hoy el desempleo figura, junto a la inseguridad y la inflación, como una de las principales preocupaciones de los argentinos; el desempleo no era un tema durante nuestra gestión y hoy la inflación está superando el 50 por ciento”.

En tanto, recordó que durante su último mandato se realizó un ‘cacerolazo’ “porque la gente no podía comprar dólares, y ahora, yo pregunto, ¿cuántos pueden comprar dólares? Diría que una ínfima minoría de los argentinos, cuando durante mi gestión se llegaron a hacer 14 millones de operaciones, y los asalariados ahorraban en dólares lo que les sobraba de sueldo”.

“Ahora le critican que usen el aire acondicionado o que usen la estufa, yo nunca lo critiqué; al contrario, fue durante nuestro gobierno que millones de argentinos pudieron tener estufas, o acceder al gas, o al aire acondicionado”, recalcó.

Con relación a la gestión de Mauricio Macri, consideró que hubo una “mala evaluación, mal cálculo” en la suba de tarifas y aseguró que “ni siquiera fueron los resultados esperados por el equipo que se autodefinía a sí mismo como el mejor equipo de los últimos 50 años”.

“Nadie duda de las buenas intenciones de nadie”, expresó, pero enumeró que “a la sociedad le habían dicho que no iba a ver tarifazo, devaluación, que no se iba a perseguir a nadie, que todo iba a ser mejor, que hasta el fútbol se iba conservar”.

Con relación a su situación judicial, aseguró que “en absoluto” tiene “temor a la cárcel” y volvió a apuntar contra el “partido judicial y el partido mediático” al considerar que los procedimientos “sean de acuerdo a las garantías que establece la Constitución, no se puede estar acusando o montando un show mediático en base a la violación de las garantías” ciudadanas.

Por último, realizó una defensa de sus hijos al señalar que el diputado nacional Máximo Kirchner “la última vez que salió del país fue en 2001”, y que Florencia Kirchner “no vive en un departamento de Nueva York, sino en un departamento Monserrat, y no tiene auto porque no sabe manejar”.

“Hay que ver como vive cada uno de nosotros, para evaluar o juzgar”, planteó, y aseguró que su casa en El Calafate es suya desde “antes de ser presidenta y no de ninguna empresa constructora que, además, es socia de los amigos del poder”.