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“Cualquier otro hubiera seguido”

La palabra de Oscar Sánchez, el DT que hizo debutar a Emanuel Ginóbili en la Liga Nacional de Básquetbol.

Por Sebastián Arana

El “viaje fabuloso” de Emanuel Ginóbili empezó con un empujón de Oscar Sánchez, el DT que confió ciegamente en él desde el vamos y que lo hizo debutar en la Liga Nacional. Y que pudo haberlo traído a Quilmes de esta ciudad a comienzos de los noventa, cuando él dirigía a los “tricolores” de Luro y Guido.

“Claro que Manu pudo haber jugado en Quilmes. Pero no era fácil. Acá el ‘2’ era Dominé. No era el ‘Chivo’ Pavoni -recordó risueñamente-, pero Eduardo era alguien en el club”.

Ginóbili, finalmente, debutó en la Liga Nacional a las órdenes de Oscar Sánchez. Pero en Andino de La Rioja. “Lo que no me olvido más de su debut fue que le dije: ‘Dale Sepo, entrá’. Lo confundí con el hermano. Pasa que lo vi de perfil, debe haber sido por la nariz, o por la costumbre, no lo sé…Beto Cabrera me decía siempre que los jugadores tan jóvenes, cuando dan sus primeros pasos, cumplen si no hacen cagadas. Manu rompió todos los moldes. Esa noche jugó sin ataduras, tiró siete triples, con la personalidad que tuvo siempre en su carrera”, apuntó “Huevo”.

Consultado sobre si se había sorprendido con el anuncio, “Huevo” reveló que ni su propia familia sabía que decisión iba a adoptar. “El domingo estuve en Bahía Blanca en la casa de ellos. Yuyo, el papá, y yo decíamos que se iba a retirar. Pero Raquel, la mamá, sostenía que no. El siempre fue muy reservado para esas cosas. Cuando me enteré la llamé a la mamá para preguntarle si era cierto. Y no sabía nada. Tanto que fue a despertar a Yuyo de la siesta para contarle la noticia. Fue algo muy emocionante para todos, hasta shockeante“, deslizó.

“Yo esto de su retiro lo sintetizo así. Por algo es distinto a todos. Cualquier otro tipo pudo haber aprovechado ese furor que se generó alrededor suyo durante el último año para seguir un año más. Él asumió su última temporada de manera distinta. Se sacó la presión de tener que cargar siempre con la decisión final. Quiso disfrutar realmente su último año. El siempre sostuvo que le festejaban todas las cosas que hacía porque tenía 41 años, pero nunca se la creyó”, amplió el entrenador.

“A él le prolongó la vida profesional un equipo único como San Antonio Spurs, un equipo que marcó una línea en la NBA, que jugó siempre como se hace en FIBA y dejó de lado el clásico uno contra uno. En ese juego de pases, tan colectivo, él siempre se sintió cómodo”, definió “Huevo”.

“También puede haber incidido en su decisión percibir que sus actuales compañeros no son unos monstruos. Para él siempre estuvo primero el equipo, jamás le importó engrosar su casillero. Si él anotaba dos puntos y el equipo ganaba, era feliz. Y no vayas a hablarle mal de un compañero. Cierta vez, comiendo en su casa, hice un comentario de juego sobre otro jugador de los Spurs. Y me frenó enseguida: ‘Si volvés a hablar mal de un compañero, es la última vez que venís a mi casa’. Ese es ‘Manu’ Ginóbili“, agregó.

Hoy veía medios estadounidenses que lo consideran el ‘Mejor Sexto Hombre” en la historia de la NBA. Tremendo. El hizo semejante carrera por cómo es y por tener el apoyo de la familia que tiene. A cualquier tipo le quema la cabeza vivir todo lo que vivió. Cualquiera se hubiera creído el mejor del mundo. Pero él estuvo preparado intelectualmente para convivir con la fama y también para ser un sexto hombre en San Antonio cuando pudo haber sido titular en cualquier otro equipo”, finalizó.

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