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La Ciudad 23 de octubre de 2023

Cuatro años después, otra contundente victoria de Montenegro contra la corriente

Guillermo Montenegro logró la reelección en General Pueyrredon, imponiéndose, como hace cuatro años, sobre Fernanda Raverta en un contexto donde, en el plano local, Sergio Massa y Axel Kicillof se erigieron en vencedores. Tendrá mayoría en el Concejo.

Guillermo Montenegro, al votar ayer acompañado por su hijo Tomás.

Por Marcelo Pasetti

Pese al sorprendente e inesperado “massazo” a lo largo y a lo ancho del país, incluso en Mar del Plata, y a la durísima caída de Juntos por el Cambio tanto a nivel provincial como nacional, el intendente Guillermo Montenegro logró anoche la reelección en el cargo en una victoria que puede calificarse como gigantesca en el actual contexto político.
Y más aún si se tiene en cuenta que obtuvo entre un 10 y un 15 por ciento más de votos que los que lograron tanto el candidato a gobernador, Néstor Grindetti y a presidenta, Patricia Bullrich.

Tras cuatro años “administrando la crisis” como alguna vez lo reconoció, en un gobierno signado en gran parte por la pandemia del coronavirus, el caos económico con una inflación que hizo añicos cualquier tipo de previsión, y gestionando una comuna con un color político diferente al de la Provincia y la Nación, lo cual lo llevó a denunciar una discriminación que en definitiva es una verdad a medias, Montenegro sorteó una prueba de fuego y logró un triunfo ante la misma rival de hace cuatro años, aunque por mayor cantidad de votos. Marplatenses y batanenses le renovaron el crédito, aunque el nivel de demandas en este nuevo período será totalmente distinto al de los últimos cuatro años.

“Le ganamos a todos. En 2019 separados y ahora juntos. Debemos ser menos malos que los otros”, revelaba anoche, con una mezcla de ironía y bronca (acumulada tras el último debate televisivo) uno de los más estrechos colaboradores del jefe comunal, apuntando a la principal fuerza opositora, Encuentro Marplatense, con Fernanda Raverta y el exintendente Gustavo Pulti como figuras excluyentes.

No obstante, el triunfo y el hecho de saber que al menos durante los próximos dos años no tendrán sobresaltos sus iniciativas en el Concejo Deliberante al contar con mayoría, el escenario para encarar lo que viene lejos está de parecerse al soñado por Montenegro y su equipo cuando finalmente, tras varios cabildeos, se decidió a jugar por la reelección.

En este cambiante y alocado contexto político argentino, hace algunos meses nadie ponía en dudas que Horacio Rodríguez Larreta sería el próximo presidente (imaginaba Montenegro el plan de asfalto más ambicioso de la historia de la ciudad) y soñaba con una unidad en la provincia que habilitaría a Juntos por el Cambio a arrancarle la gobernación a Kicillof. Nada de eso sucedió. El próximo presidente no será “amarillo” y la provincia seguirá siendo el bastión principal del peronismo.

La pendular relación del intendente con el gobernador no está rota ni mucho menos. “Con Axel se puede charlar y consensuar. Entiende el juego”, reconocen en off en el entorno del jefe comunal. Las luces de alarma se encienden cuando se mira hacia los ocupantes de la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre.

¿Cómo jugará Montenegro ante el próximo balotaje? ¿Se mantendrá neutral o apostará por uno de los dos? Con Sergio Massa hay una relación consolidada, conformada a través de los años. Con Milei es toda una incógnita. Sus vasos comunicantes con el libertario son el senador nacional Juan Nápoli y el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo. En el plano local, con el máximo referente de La Libertad Avanza en el distrito, al ayer elegido diputado provincial Alejandro Carrancio no los une el amor sino el espanto.

De coletazos y reconfiguraciones

Párrafo aparte para los coletazos que puedan registrarse en Mar del Plata con la probable ruptura de Juntos por el Cambio a nivel nacional tras el fracaso electoral de Patricia Bullrich. “La unidad entre la UCR y el PRO tiene fecha de vencimiento. Una convivencia que se apresta a llegar a su fin”, comenzaba a señalarse tímidamente anoche en los niveles más altos de esa coalición.

Sin embargo, en esta comuna la coalición PRO-UCR constituye uno de los pilares de la gestión fruto del acuerdo de gobernabilidad conformado por Montenegro y el presidente del Comité Provincial de la UCR, el marplatense Maxi Abad, quien anoche se convirtió en el primer senador nacional de la historia de Mar del Plata. Montenegro y su gente apuestan a que esa relación -y, en cierta medida, cogobierno- se mantenga inalterable.

Donde sí habrá un “barajar y dar de nuevo”, una reconfiguración, será en el kirchnerismo local. Ya no se podrán disimular las diferencias entre “cristinistas” y “peronistas puros” (anoche hasta hubo un búnker paralelo regenteado por Rodolfo “Manino” Iriart), ni entre los “ravertistas” y los “massistas”, con cortocircuitos registrados a lo largo de toda la campaña electoral. La segunda derrota de la titular de la Anses ante Montenegro -hace cuatro años por apenas nueve mil votos y anoche por algo más- en una elección donde Massa y Kicillof se impusieron en Mar del Plata no debe leerse como una catástrofe política (de hecho, ayer Raverta no tuvo cortes de boleta con respecto a los recibidos por el ministro de Economía y el mandatario bonaerense), aunque inexorablemente deja a la titular de la Anses en un escenario inmediato con poco o casi nulo poder de fuego. Más aún, teniendo en cuenta que en el futuro bloque opositor del Concejo habrá muy pocos referentes de su propio riñón tras haberse cedido los principales espacios a otros referentes de las fuerzas que conformaron Encuentro Marplatense, tales los casos de los “pultistas” Horacio Taccone y María Eva Ayala y el “massista” Juan Manuel Cheppi.

Hace cuatro años, separados en aquellos comicios, Gustavo Pulti (elegido anoche diputado provincial) y Fernanda Raverta obtenían entre ambos 204.849 votos, el 48,94%, o 36.464 adhesiones más que las cosechadas por el vencedor Guillermo Montenegro, quien sumó 163.385 sufragios, el 40,23%. Anoche, juntos, a Raverta y Pulti no les alcanzó.

¿Fue Encuentro Marplatense una acertada coalición, meramente electoral, o se constituirá en una fuerza opositora a consolidar con el correr de los años? Imposible ofrecer hoy una respuesta contundente ante tales interrogantes.

Cabe preguntarse también cuál será el rol del bloque que conformarán en el Concejo los libertarios tras la gran elección realizada por esa fuerza. Con un candidato a intendente totalmente desconocido hasta hace algunos meses, tal el caso de Rolando Demaio, gracias al arrastre de la boleta encabezada por Javier Milei, las huestes libertarias tendrán representatividad en el cuerpo deliberativo y querrán hacerla valer. A la hora del balance de la jornada electoral no se puede soslayar que Alejandro Carrancio se constituyó en uno de los grandes ganadores. Futuro diputado provincial, le responderán políticamente varios legisladores y concejales de los diferentes distritos electorales de la quinta sección, de la cual es el principal referente. Supo ver el poderío de Milei cuando varios lo minimizaban. Apostó, acertó y ahora le toca cobrar.



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