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Deportes 22 de mayo de 2021

De donaciones, explicaciones y gestiones: la insólita situación de los atletas argentinos

Ante la reducción de la delegación determinada por el Enard para competir en el Sudamericano, finalmente todos podrán viajar gracias a la campaña del influencer Santiago Maratea en redes sociales.

Belén Casetta representará al país en el Sudamericano.

Por Marcelo Solari

Para quienes no están muy cerca del deporte, para quienes apenas han quizás oído a la pasada sobre algo llamado, por caso, atletismo, tal vez no consideren margen alguno para que exista una controversia.

Es cierto, hay asuntos muy urgentes que atender, relacionados con un virus que ha afectado (y cambiado) en mayor o menor medida, a la población del mundo entero. Por supuesto que Argentina no es la excepción, y de hecho, es uno de los países más golpeados y uno de los que peor ha respondido -considerando varios parámetros- ante la crisis sanitaria.

Pero también es cierto que la vida continúa su curso. Y dentro de esta normalidad sesgada, hay que atender distintas realidades. Sin que por ello sea necesario descuidar otras áreas. Que para eso existen entes y secretarías específicas para permitir la descentralización, es decir, la delegación de responsabilidades para poder atender las problemáticas inherentes a diversos frentes.

La cuestión comienza a complicarse cuando esas reparticiones no funcionan correctamente. O, lo que es lo mismo, toman las decisiones equivocadas.

¿Dónde ha quedado el tantas veces elogiado Enard, vehículo que permitió competir y superarse a cientos, miles de atletas argentinos en otros tiempos no tan lejanos?

Que un influencer (Santiago Maratea) haya conseguido en menos de 48 horas la reposición de un vuelo chárter (previamente cancelado por el Enard), a un costo sensiblemente menor, y los recursos necesarios para afrontar el costo, dejan en un claro off-side de gestión a Gerardo Werthein y compañía.

No se trata de juzgar si la determinación adoptada de reducir la delegación de atletas argentinos al Sudamericano de Guayaquil, Ecuador (del 29 al 31 de este mes) fue acertada o no. Los justificativos esgrimidos, en línea con la conducta de once años de manejo reponsable de recursos y consideración de antecedentes, no carecen de fundamento.

Sin embargo, queda la horrible sensación de que no se hicieron -en su momento- los esfuerzos necesarios. Si un pibe con enorme voluntad y llegada masiva (tiene 1,4 millones seguidores en Instagram y 137.000 en Twitter) desde su computadora fue capaz de tanto. ¿Alguien piensa que desde un ente autárquico de gestión mixta (pública y privada) no hubiera sido posible hacerlo?

Es entonces cuando aparecen los interrogantes. La política del Enard fue siempre que los atletas viajen a competir en vuelos regulares. Y dice no tener ninguna relación con el presupuesto que entregó la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), que cotizó el charter en cuestión a 160.000 dólares. En minutos, Maratea logró que se reasignara el vuelo de la compañía South American Jets a un costo de 99.000 dólares. El resto -admirable, por cierto- lo hizo la gente, que donó a partir de 22 pesos a través de una cuenta bancaria.

La inmediatez y réplica (también revuelo) que generan las redes sociales, hizo necesario que surgieran explicaciones que, de otra manera, probablemente no se hubieran hecho nunca.

Entre esas explicaciones, la más sensata pareció la de la marplatense Inés Arrondo, Secretaria de Deportes de la Nación y también miembro del Enard, acaso desde su ADN de deportista de alto rendimiento.

Es insólito lo que está pasando. Lo más lógico es que todos los atletas que figuraban en la nómina viajen a competir, y hacerlo en un vuelo chárter garantiza un mayor margen de seguridad sanitaria para todos que si viajaran en vuelos de línea. Es una pandemia y, por lo tanto, una situación excepcional. El gasto sería similar al que debíamos afrontar por hacer el Sudamericano (N. del R.: la sede original era en Colombia, pero luego se iba a realizar en Buenos Aires, lo que finalmente no fue posible por la situación sanitaria).

Ahora bien, si de verdad se destinan fondos provenientes del Tesoro Nacional, como sucede desde 2018, para afrontar el chárter, ¿cómo se utilizará el dinero recaudado a través de la colecta que revolucionó las redes en las últimas horas?