La cifra es superior a la del 2024 para el mismo período, en el que se habían registrado cinco homicidios. Salvo en el asesinato de Gabriel Osses, todas las demás investigaciones están esclarecidas, con los principales sospechosos detenidos.
El 2025 se presenta más violento y sangriento que el año anterior, con ocho crímenes en los primeros 40 días que fueron desde el femicidio de una policía hasta un caso de gatillo fácil.
La cifra es sensiblemente mayor a la del mismo período del 2024, cuando se habían registrado cinco asesinatos.
Los homicidios suelen ser casos con un alto porcentaje de resolución, en los que el Estado emplea recursos para dar con los sospechosos lo antes posible y tal es la situación de los crímenes que ocurrieron en Mar del Plata en lo que va del año, ya que de los ocho asesinatos, siete cuentan con detenidos.
El único caso que no está esclarecido, y del que no se tiene ni el nombre del sospechoso, es el del crimen de Gabriel Osses, un hombre en situación de calle que fue asesinado en la puerta del colegio Albert Einstein.
De los ocho crímenes de este 2025, dos fueron femicidios, dos estuvieron signados por conflictos personales en la periferia, dos fueron asesinatos entre personas en situación de calle, un comerciante fue asesinado en un robo y un joven fue acribillado por la policía en un caso de gatillo fácil.
Un año que empezó con un femicidio
El primer crimen del 2025 fue el femicidio de la policía Guadalupe Mena, que ocurrió el 1° de enero en una casa del barrio Jorge Newbery. Por el hecho está detenido desde entonces su pareja, el también policía Fabián Vázquez.
Guadalupe Mena tenía 19 años y llevaba 9 meses como policía, como integrante de la Patrulla Rural de Necochea, asignada en Mar del Plata como parte del Operativo Sol. Por su parte, Vázquez era cuatro años mayor que ella y se habían conocido como compañeros en la academia e integraba el Grupo de Apoyo Departamental (GAD).
En un principio, Vázquez había planteado el escenario como un accidente, en el Mena, haciendo una broma, se habría llevado el arma reglamentaria a la cabeza. Según la versión del detenido, al intentar sacarle el arma, la pistola se accionó y mató a la joven.
Sin embargo, las pericias balísticas luego indicarían que el arma disparada fue la de Vázquez y que el proyectil provino de atrás y de arriba hacia abajo. Todo la prueba indica que se trató de un femicidio.
Gudalupe Mena.
El otro crimen en contexto de violencia de género que ocurrió en Mar del Plata fue el Cecilia Cárdenas, ocurrido el 17 de enero en el barrio Las Américas.
El hecho ocurrió cerca de las 14.30 en Magallanes y Lobería, cuando se generó una discusión entre la víctima y su hijo, Leonel Gómez (18), un joven que mantiene conflictos con la ley desde que es menor de edad.
Según trascendió, en presencia de los padres de Cárdenas -es decir de los abuelos del joven-, Gómez y su madre se dirigieron hacia la parte trasera de la casa: el joven tomó un arma calibre 32 y le efectuó un único disparo a su progenitora que le dio en la cabeza. La muerte fue instantánea.
Leonel Gómez fue detenido en el lugar y desde entonces se encuentra detenido por disposición del fiscal Carlos Russo.
Dos hombres en situación de calle asesinados
En enero se registraron dos asesinatos entre personas en situación de calle, uno en la puerta del Colegio Albert Einstein y otro en el barrio Sarmiento.
Gabriel Osses (48) fue estrangulado el pasado 2 de enero en la puerta del colegio privado ubicado en Catamarca y Saavedra y su crimen es el único que no ha sido resuelto todavía: hay un rostro del acusado que se difundió en los medios de comunicación, pero los investigadores todavía no saben su nombre.
El crimen de Osses se registró en la noche del jueves 2 de enero, aunque el hallazgo del cadáver ocurrió en horas de la tarde del sábado. El cuerpo estaba junto al paredón lindante con una casa y sobre unas mantas. Al menos así fue como lo encontró el personal del Comando de Patrullas y la comisaría segunda que fueron los primeros en acudir tras el llamado al 911. Los peritos de Policía Científica determinaron, en una inspección ocular preliminar, que había una mecánica homicida, con signos de violencia y con un cordón anudado en el cuello de Osses.
Agentes de la DDI realizaron la labor de “peinar” todo el barrio Chauvín en busca de cámaras que les diera la posibilidad de reconstruir la llegada de ambos hombres y la fuga del asesino. Así, se fueron sumando segundos de video de diferentes ángulos, en varias cuadras y se logró distinguir, con buena calidad, una fisonomía. Vale decir que se trata de un sector más residencial que comercial, por lo que el acceso a cámaras resulta en ocasiones más problemático para los investigadores.
Ante cualquier información relevante para identificar al sospechoso llamar al 911.
El 23 de enero otro hombre en situación de calle fue asesinado, aunque la muerte de Walter “Picurú” Sotelo, sería dada a conocer días después por las autoridades.
El crimen ocurrió en Balcarce y Victoriano Montes, donde Sotelo tenía un colchón en una esquina en la que solía pernoctar. Allí se generó una discusión entre la víctima, Rodolfo Benítez y su pareja. Tras esa pelea, una testigo vio que Benítez se acercó al colchón donde estaba Sotelo, lo pateó en la cabeza y se fue.
El testigo que vio el golpe no le dio mayor importancia, sin embargo la patada resultó mortal para “Picurú”. Casi 24 horas después, el viernes cerca de las 8 de la mañana, personal de la comisaría cuarta se acercó hasta el lugar y notó que Sotelo no reaccionaba, por lo que solicitó la presencia del cuerpo médico, que constató que estaba muerto. La autopsia luego confirmaría que sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le causó la muerte, por lo que se había tratado de un homicidio.
Benítez sería detenido el domingo 26 de enero en y recién en ese momento supo que había matado a un hombre. Al declarar, confesó haberlo golpeado y se mostró profundamente arrepentido.
Dos crímenes en la periferia
El exconvicto Maximiliano Núñez fue asesinado el 14 de enero, cerca de las 4.30 de la mañana, en Alberti al 7900, una zona conocida como Villa Gascón.
Tras las primeras averiguaciones, el fiscal Carlos Russo pudo acceder a las imágenes de cámaras de seguridad privada en la zona en las que se veía el asesinato y que el responsable, tras disparar una o dos veces, se marchaba del lugar e ingresaba a una casa de Alberti al 7900.
Con estas pruebas, cerca de las 6 de la mañana la policía se disponía a hacer un allanamiento de urgencia en el lugar, pero el sospechoso salió por la puerta y comenzó a correr para escapar, pero a 200 metros fue aprehendido. En el interior de la casa de la que salió, los uniformados secuestraron la escopeta que podría ser -ahora también según la autopsia- el arma homicida.
Nuñez tenía un historial carcelario por el cual su nombre ya había resonado en crónicas policiales. De acuerdo a los registros de LA CAPITAL corroborados por diversas fuentes, se había evadido el 28 de julio de 2024 al no regresar a la celda 19 del Pabellón 10, Área II. No obstante, no era esa la primera vez que incumplía con una condena.
Maximiliano Nuñez, en una foto de 2022.
El otro episodio de sangre ocurrió el 22 de enero en el barrio Las Heras, cuando Javier Lazarte (19) fue asesinado en la vía pública, crimen por el cual está detenido Walter “Rengo” Contreras.
El crimen de Lazarte ocurrió cerca de las 2 de la mañana del 22 de enero en Eduardo Peralta Ramos al 3000, cuando en circunstancias que son materia de investigación la víctima fue sorprendida en plena vía pública por otra persona armada, señalada como Contreras, que le disparó a quemarropa, y luego escapó del lugar.
El joven murió casi en el acto. Familiares y allegados de la víctima luego causaron disturbios y se mostraron reticentes a colaborar con el accionar judicial en el sitio donde había ocurrido el asesinato. Además, incendiaron una vivienda, por lo que debieron acudir los bomberos del cuartel Monolito, quienes sofocaron luego las llamas sin que se registraran heridos.
Kiosquero asesinado en un robo
Cristian Velázquez había sido robado múltiples veces en el kiosco en el que trabajaba en Jacinto Peralta Ramos al 700, sin embargo, el 3 de febrero los delincuentes fueron por todo y el ladrón que ingresó le disparó en la cabeza antes de escapar y lo mató.
Por el crimen se encuentran detenidos en la Unidad Penal 44 de Batán Ignacio Bustos Nieto, el conductor de la moto en la que iban los delincuentes, y Cristian “El Guachín” Monje, quien quedó filmado al momento de disparar y asesinar al kiosquero.
El crimen de Velázquez se produjo el lunes 3 de febrero por la tarde, cuando Monje ingresó armado al kiosco de Jacinto Peralta Ramos al 700. Tal como pudo apreciarse en los videos de las cámaras de seguridad del local, Velázquez intentó defenderse con un aerosol de gas pimienta y Monje abrió fuego con un revólver. El proyectil impactó en la cabeza del comerciante y le produjo la muerte instantánea.
Tras disparar contra Velázquez, Monje salió al encuentro de Bustos Nieto y ambos escaparon en una motocicleta de 110 centímetros cúbicos.
Una cacería que terminó en gatillo fácil
El crimen del kiosquero Velázquez movilizó a la ciudad y a la policía, que buscaba por toda la ciudad a “Guachín” Monje. En ese contexto, un grupo de policías de civil realizaron una auténtica “cacería” en la que persiguieron un auto con hinchas de Alvarado y, sin identificarse dispararon contra el vehículo. El resultado fue el lado más brutal de la violencia policial con el asesinato de Matías Paredes, un albañil de 26 años.
Por el asesinato de Paredes se encuentran detenidos los cinco policías que participaron del operativo ilegal, siendo el principal acusado Juan Molina (funcionario de la comisaría decimosexta), ya que las pericias determinaron que de su arma reglamentaria se dispararon las balas que mataron al joven albañil.
Los otro cuatro policías detenidos son Julio Rufino (comisaría decimosexta), Yancamil Masía (comisaría decimocuarta), Héctor Murray (subcomisaría Camet) y Emilio Flores (comisaría decimoquinta). Todos enfrentan una acusación que podría significar la pena de prisión perpetua.
De acuerdo a las imágenes de las cámaras de seguridad, todo comenzó el jueves 6 de febrero a la 1.36 de la mañana, cuando el Palio de color rojo en el que Paredes y sus amigos Emanuel Astete (25) y Cristian Pizarro Novas (27) circulaba Tripulantes del Fournier y al llegar a Polonia una Ford Ecosport de color gris oscuro se les colocó detrás.
Al llegar a ese semáforo de Polonia y Fortunato de la Plaza, emergió de una estación de servicios un Volkswagen Bora de color plateado, que se les cruzo para impedirles el paso. Asustado por no saber quiénes ni por qué los interceptaban, Astete, que conducía, decidió doblar para escapar del lugar. En ese contexto, del Bora descendieron Molina y Rufino y, sin identificarse, abrieron fuego contra el Palio en el que iba Paredes y lo mataron.