Con el respaldo de haberse consagrado en Mar del Plata el verano pasado, el actor Mauricio Dayub decidió repetir la experiencia de “El equilibrista” y reestrenó este sábado a la noche su celebrado unipersonal. Esta vez, lo hizo desde una sala más grande: el Teatro Mar del Plata y se convirtió en la primera obra del teatro comercial en debutar este verano.

Claro que ahora, a diferencia de diciembre de 2019, el reestreno tiene otro sabor. Es que el largo parate de la actividad teatral a causa de la pandemia de Covid-19 tiñe con otro color todo aquello que ocurra sobre un escenario durante este verano.

Por eso el debut de Dayub, en una ciudad que palpita su temporada pero que también respira cierta incertidumbre, no solo estuvo acompañado de estrictos protocolos sanitarios que rigen en la actividad teatral, sino que estuvo sostenido -principalmente- por el espíritu del reencuentro y la ansiedad.

El reencuentro entre el público y sus artistas, entre aquello que tiene para decir un intérprete y aquello que necesita escuchar un espectador o una espectadora. Y así, la puesta en marcha de la maquinaria teatral es también la puesta en marcha de la esperanza y de la vida, tras muchos meses de incertezas, de reclusión y de freno a cualquier tipo de actividad creativa presencial.

De las circunstancias propias de este momento, en que la cuestión sanitaria está en el centro, se hizo eco el mismo actor: “Nos preparamos para que el público vea que puede estar distanciado, seguro, con barbijo. Es un lugar que nos puede dar tranquilidad”, indicó a LA CAPITAL.

Dirigido por César Brié, un destacado maestro de actores, Dayub se atreve a contar partes de su vida en una pieza en la que adquiere el ropaje de varios personajes. Y se transforma en un protagonista de muchas caras: todos ellos relatan una parte de la vida y sus eternos dilemas, mientras matizan con humor y con encanto los conflictos se van enlazando.