Arte y Espectáculos

“Decía con mucha seguridad que era machista y me parecía que estaba bien”

Viviana Puerta, el aprendizaje y su rol en "Un enemigo del pueblo". La actriz cuenta cómo la afectó el movimiento feminista del último año. Y habla de su personaje, una mujer abnegada que se acopló a los deseos de su marido. "Más lo leía y más sentía que yo no tenía nada que ver con este personaje", cuenta a LA CAPITAL.

Detrás del personaje que busca resguardar la figura de su padre y velar por la tradición de su familia, se esconde la actriz. Viviana Puerta, dueña de una larga trayectoria, interpreta a la esposa de ese médico idealista que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias en “Un enemigo del pueblo”. La obra sube a escena en el Teatro Provincial, junto a un elenco que integran Juan Leyrado, Raúl Rizzo y Edgardo Moreira, entre otros.

“Este personaje se me planteó desde el minuto uno como un desafío”, arranca la actriz a LA CAPITAL. “A veces es mucho más fácil cuando te toca un personaje que tiene que ver con vos, porque uno tiene lugares donde encontrarlo, y más lo leía y más sentía que yo no tenía nada que ver con este personaje”.

Reconoce que llegó a enojarse con el rol de mujer sujeta siempre a su casa y que se presenta como buscadora de una armonía inexistente entre dos hermanos: su esposo y su cuñado. “Me hubiera gustado que fuera más independiente, o que contestara, tiene un halo de cierta sumisión muy propio de una generación, es una mujer muy abnegada, que se dedica a la familia y que relegó sus propios sueños para poder seguir al marido en sus locuras. Y está en el medio del padre, que si bien en esta obra no lo vemos, es un padre que claramente le va marcando el camino”.

Durante el proceso de construcción del personaje y de los ensayos previos al estreno, Puerta imaginó cómo era su personaje de joven, un ejercicio habitual entre los actores.

“¿De dónde viene esta mujer, qué pasó cuando se casó, quería ser ama de casa o quería tener una profesión?”, se preguntó. “Yo hice todo ese trabajo previo, que los actores hacemos mucho y que es un trabajo muy silencioso, el espectador no lo ve pero a los actores nos sirve mucho para que los personajes sean personas y para que cuando se suban al escenario se genere esa empatía con el público”.

Al revés de lo que le ocurre a su personaje, Viviana decidió ir en contra de lo que le aconsejaban sus padres cuando era adolescente y ya sabía que deseaba ser actriz. “Tuve la vocación muy clara desde los dieciséis años, se me despertó algo, fui a ver la comedia musical ‘El diluvio que viene’, era la primera vez que entraba a un teatro. Yo estaba sentada y tenía un deseo de estar arriba del escenario”, rememora.

Entonces, no era tan común que una hija decidiera estudiar arte dramático. “Los padres te quieren cuidar, saben que esta es una profesión con altibajos, hay mucho prejuicio, había un halo de ‘no te metas ahí’ (en el teatro) y yo me metía igual, estudié periodismo, publicidad, comunicación social, iba por los costaditos, iba a la universidad para contentar a mis padres y por el otro lado iba escondida a las clases de teatro”, confiesa hoy, cuando sus padres cambiaron ese parecer y siguen de cerca cada nuevo logro actoral de Viviana.

“Eso tiene que ver con la vocación”, repite. “No falla, tiene que ver con lo que uno tiene ganas de hacer, lo que más me preocupa es cuando veo a los adolescentes y a mis hijos sin saber cuál es su vocación, pero ya les aparecerá”.

-¿Qué cosas del movimiento feminista te representan?

-Me reconozco en el aprendizaje, en esto que nos pasó a muchas, en esta palabra que está tan en boca de todos y que es la deconstrucción. Hasta hace muy poco yo decía con mucha seguridad que era machista, y me parecía que estaba bien y de repente me empecé a dar cuenta. Se me cayeron unos velos y me empecé a dar cuenta de que no estaba tan bien. Pero me parece que eso se fue despertando en las mujeres y en los hombres. Los hombres también se fueron despertando de esa situación. Estuve en la iniciación del colectivo de Actrices Argentinas. Estoy en todo lo que sienta que estoy de acuerdo, no solamente con lo que se dice sino con las formas. Estamos las actrices muy comunicadas con respecto a situaciones y cosas que se van haciendo, estoy muy conmovida, me conmueve todo, han pasado semanas en las que lloraba por cualquier cosa y comentamos con otras actrices y estábamos igual, con un grado de sensibilidad muy elevado. Me parece que eso tiene que ver con despertarse a nuevas formas.

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