Dejadez sin control: carteles rotos que afean la ciudad
De más de mil columnas penden carteles publicitarios en mal estado, corroídos y destrozados por el efecto del tiempo y el clima. Postes inclinados y con óxido recrudecen el abandono y el peligro. La licitación venció pero siguen colocándose nuevos que rápidamente se deterioran.
Rotos, decolorados, desprendidos o a punto de descolgarse de postes percutidos por el tiempo y el efecto del clima. La publicidad en la vía pública sumó en los últimos años una importante cantidad de carteles amarrados a los postes del alumbrado público, muchas veces atravesados por un embrollo de cables de electricidad, telefonía e internet que solo afean a Mar del Plata.
Con tensores oxidados y la corrosión a la vista de todos, hay actualmente en General Pueyrredon unas 1.200 columnas explotadas comercialmente, en la costa y en las principales avenidas, como Colón, Félix U. Camet, Luro, Juan B. Justo, el boulevard Patricio Peralta Ramos, Constitución, Independencia y la calle Alem, entre otras.
La licitación de este tipo de publicidad caducó hace alrededor de un mes. Sin embargo, sin control y con dudosa autorización, en medio del verano se han colocado nuevos carteles que los fuertes vientos se encargan de arrancar a veces en cuestión de días.
Mientras que unos pocos carteles son periódicamente renovados y reciben mantenimiento, muchos otros presentan banners destrozados, parcialmente arrancados o directamente desprendidos de las columnas por el efecto de las inclemencias climáticas.
En la zona del macrocentro hay carteles decolorados por las precipitaciones y el paso del tiempo con hasta 15 años de antigüedad que exponen viejas publicidades comerciales o de eventos que formaron parte de la historia de la ciudad hace más de una década, como congresos o incluso la Cumbre de las Américas, realizada en noviembre de 2005. Allí siguen, desdibujados y en mal estado, sin mantenimiento y prácticamente ilegibles.
A su vez, con motivos de las últimas elecciones, tanto las del 2021 como las del 2019, diferentes espacios políticos utilizaron esta modalidad publicitaria para promocionar sus campañas. Pasado el tiempo, los carteles siguen colgando de las columnas de alumbrado público, exhibiendo mensajes políticos y candidaturas que caducaron.
Sobre la costa el problema se intensifica. Muchos de los banners dejan en evidencia su dejadez y deterioro natural al estar visiblemente percutidos por la salitre del mar, las precipitaciones y los fuertes vientos, en varios casos a medio desprender. En algunas columnas los carteles ya ni siquiera están y solo quedan los soportes oxidados.
