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Deportes 22 de diciembre de 2016

Del 2008 a 2016, la redención de Del Potro

por Vito Amalfitano

Juan Martín Del Potro es el deportista del año en Argentina. El Olimpia de Oro solo fue la convención, el sello, la oficialización de lo que no tiene discusión. Claro que las historias de vida y deportivas de Paula Pareto y Santiago Lange atesoran grandes méritos. No se duda de la envergadura del logro de Los Leones. Pero el tenista tandilense suma Juegos Olímpicos; más historia de vida; más uno de los triunfos más extraordinarios de la historia del deporte nacional, la obtención centenariamente postergada de la Copa Davis.

Asistimos aquel inolvidable domingo 7 de agosto, en el Court Central del Centro Olímpico de Tenis de Barra de Tijuca, no al renacimiento de un Top Ten, sino al verdadero nacimiento de un deportista nuevo, de un número uno, que se reinventó a sí mismo para sobreponerse a las adversidades.

Después de tres operaciones de muñeca, de haberse transformado prácticamente en un ex deportista (luego confesó, tras la final con Murray, que estuvo al borde del retiro), Del Potro no solo venció esa tarde al número uno del mundo, Novak Djokovic, por 7-6 (4), 7-6 (2) (fue elegido como uno de los tres partidos de tenis del año en el mundo) sino que jugó esa tarde de una manera única, inédita. “Nunca vi en la historia del tenis un golpe de derecha tan determinante”, nos dijo después Daniel Orsanic.

Ese alumbramiento que comenzó aquella tarde fue una carrera increíble de tres meses hacia la máxima gloria. Una escalada única hacia el podio de la historia del deporte argentino. En el medio pasó esa semana inolvidable de Río 2016 que terminó en la medalla de plata, su gran vuelta al US Open, su triunfo sobre Murray en la semifinal de la Copa Davis en Glasgow y la consagración inédita en Zagreb, como abanderado y jugador clave para llegar al premio más esquivo para el deporte nacional.

Ese número uno del año, pero, mucho más que eso, ese gigante que en tres meses se transformó en uno de los deportistas más importantes del deporte argentino, Juan Martín del Potro, estrenará ese sello, ese Olimpia de Oro, y esa Copa tan deseada, en Mar del Plata. Y se trata de un acontecimiento de relieve, el mejor comienzo para la temporada de verano en la ciudad. El próximo miércoles 28, nada menos que ante el español David Ferrer, en el estadio Polideportivo. También una manera de redimirse de aquella derrota que tanto nos dolió en 2008. Justo acá, en el lugar de esa frustración mayúscula, Del Potro viene a estrenar su Ensaladera y su Olimpia de Oro. Es una devolución. y es una cita de lujo para la ciudad. Otro privilegio de marplatenses.