La Ciudad

Del Corral: “Para los jóvenes, no existe el año electoral: se sienten afuera”

El director mundial de Scholas Occurrentes analizó las problemáticas y necesidades de los estudiantes y también se refirió a una posible visita del Papa. "Me gustaría que primero terminemos de hacer los deberes nosotros", señaló.

Las principales preocupaciones de los jóvenes marplatenses quedarán expresadas hoy en el acto de cierre del programa Scholas Ciudadanía. Durante diez días, 440 estudiantes de 38 escuelas de la ciudad compartieron un “aula sin paredes” para abordar problemáticas comunes.

Entre los presentes estará el director mundial de Scholas Occurrentes, José María del Corral, quien adelantó que la incertidumbre respecto al futuro es un común denominador en los jóvenes.

En ese sentido, el hombre cercano al Papa afirmó en una entrevista con LA CAPITAL que para los jóvenes “no existe el año electoral” ya que “se sienten afuera” y también se refirió a una eventual visita de Francisco al país.

Respecto a las problemáticas, trazó comparaciones con otros países de la región. “Vengo de estar en Ecuador y se ve cómo aumentaron la violencia, la droga, las zonas liberadas y el caos político. Vengo de Paraguay donde los carpetazos van y vienen. Hay síntomas que se van viendo en la región que tienen que ver con esta sensación que les pasa a los jóvenes, pero en nuestro país hay condimentos nuestros que son peculiares”. Y agregó: “Lo que se nota es la necesidad de sentarse a resolver los problemas de fondo renunciando a la mirada interesada. Hace falta un gesto que si lo seguimos esperando de arriba, estaremos creyendo más en la magia que en la capacidad humana”.

– ¿Qué rol puede jugar la Iglesia?

– Por algo el Papa como legado está dejando un movimiento educativo que por primera vez es un movimiento pontificio a nivel mundial. El cree que para revertir esto, es necesario cambiar el modelo educativo de los jóvenes y eso no significa que el joven participe en política partidaria sino que haya un espacio donde puedan encontrarse y, con esa claridad que tienen, poder hablarse de igual a igual. Y encontrar que más allá de las diferencias hay algo que los une y sobre eso, se crea una nueva utopía y un nuevo proyecto de sociedad. Esto está pasando en Mar del Plata con los chicos que participan del programa.

– Los obispos hicieron recientemente un pedido a Francisco para que venga al país. ¿Lo ve posible?

– A mí me gustaría que primero terminemos de hacer los deberes nosotros. Todos. Como Iglesia, como dirigencia, como educadores; y que después venga el Papa. Porque al Papa lo tuvimos tantos años acá y muchas veces no le hacíamos caso. Tendría que ser al revés: hacer nosotros lo que tenemos que hacer. El Papa ya nos dio todo esto y a él le encantaría saber que Argentina se puede reunir a tocar cuatro o cinco temas. Saber que salimos de la casa del Gran Hermano, del chiquitaje. Y que él venga después, al final de la fiesta. Sería mucho más grato para él y más maduro para nosotros, saber que no tiene que venir papá para que los hermanos estén juntos.

– En una de sus últimas entrevistas, dijo que le gustaría venir el año que viene…

– Ojalá que nos apuremos a hacer las cosas bien. A pensar juntos en los chicos y en lo que está pasando en vez de pelearnos por estupideces. Los chicos se están suicidando y tienen miedo al futuro. Tenemos que darnos cuenta, estamos a tiempo.

– ¿Cómo ve la actualidad de Francisco?

– Para mí es el momento más joven del Papa. Está cada vez con mayor nivel de juventud. Acuérdense que había grandes reformas en el Vaticano que decían que no se iban a poder dar. Y no solo las firmó sino que las está dando. Se está metiendo en su propia casa y está dando las principales batallas que el mundo estaba necesitando y ningún líder se anima a ponerle nombre y apellido. Entonces, para mí, es el momento más jóven de este Papa sabio.

– ¿Cómo cree que ven los jóvenes este año electoral?

– No es un tema de los jóvenes. Para los jóvenes no existe el año electoral: se sienten afuera. Y por eso, si hay que votar, van a votar a los que estén más afuera del sistema lo cual obviamente no contribuye ni a la democracia ni al sistema. No sienten que vaya a cambiar algo de sus vidas. Por eso el Papa empezó hace 20 años el programa de escuela de vecinos. Francisco cree que no hay que irse del sistema político sino que hay que traer gente nueva, para juntos fortalecerlo. Es una pelea desigual pero hay que darla. El político en general escucha otras encuestas, no a los jóvenes. La única manera es empezar a escuchar de verdad.

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