Policiales

Delincuentes usaron barbijos para asaltar comercios a mano armada

Durante el mes de abril se registraron siete hechos en negocios del tipo de almacenes, despensas y supermercados chinos. En dos de ellos, los ladrones aprovecharon la utilización de tapabocas para mantener sus rostros cubiertos y evitar así ser reconocidos luego. En uno de los robos se llevaron 50 mil pesos.

El video tomado por las cámaras de seguridad del supermercado chino exhibe un típico asalto a mano armada, de no ser por una peculiaridad: como fue cometido en medio de la pandemia del Covid-19, tanto los delincuentes como el dueño llevan puestos sus correspondientes barbijos. Una secuencia cuanto menos inédita.

El mencionado hecho se produjo el pasado sábado 25 de abril en el barrio San José y fue el último de ocho robos a mano armada ocurridos en negocios marplatenses durante lo que va de abril. La pequeña cifra, mucho menor a la de los meses de marzo (27) y febrero (43), se explica por la gran caída de la estadística delictual que trajo aparejada el aislamiento social preventivo decretado por el Gobierno Nacional para evitar el contagio del coronavirus.

Según la fiscalía a cargo de investigar estos casos, encabezada por Fernando Berlingeri, las denuncias cayeron estrepitosamente en las últimas semanas. Sin embargo, que sean pocos los casos no significa que no haya en ellos características singulares e incluso muestras de actitudes de suma gravedad.

Como se explicó a fines de marzo en este medio, cuando el presidente Alberto Fernández anunció el inicio de la cuarentena, los ladrones que ingresaran a robar a viviendas en este difícil período que atraviesa la sociedad recibirían penas superiores a las comunes. La figura que estableció la Justicia para endurecer las carátulas delictivas es la de “estado calamitoso”. Es decir, se considera que la gente vive en estos momentos bajo una situación de crisis provocada por la pandemia y la caída brutal de la economía, por lo que planificar y consumar un asalto en ese contexto es aún peor que hacerlo en épocas normales.

En ese orden, el primer robo a mano armada registrado durante abril en un comercio marplatense se produjo a los cuatro días de comenzado el mes. Fue en un autoservicio ubicado en 11 de Septiembre al 8000, pocos minutos antes de las 8 de la mañana.

De acuerdo a los datos que pudo obtener LA CAPITAL, en esa oportunidad dos delincuentes que se hicieron pasar por clientes y que llevaban colocados barbijos en sus rostros de pronto extrajeron un arma de fuego y tras reducir a los presentes, huyeron con dinero y objetos exhibidos a la venta en el local.

Luego de aquel asalto, se produjeron siete más en jurisdicciones de las comisarías primera, segunda, tercera, cuarta (tres hechos) y sexta. Un detalle que trascendió al respecto es que dos de esos robos fueron efectuados en un mismo negocio y por el mismo delincuente, al que la policía detuvo en flagrancia durante el segundo. Además, otros dos ladrones quedaron aprehendidos luego de ser identificados en el marco de la investigación de otros casos.

Asalto al supermercado chino

El segundo hecho consumado por delincuentes que utilizaron barbijos con el paradójico objetivo de cuidar su salud y a la vez cubrir sus rostros para evitar ser reconocidos luego, fue también el más grave. La reconstrucción del asalto indica que todo se inició a las 19.45 del último sábado 25 de abril en el supermercado chino sito en Avellaneda y España, denominado “Bambú verde”.

La secuencia, como se explicó al inicio de esta nota, quedó registrada por las cámaras de seguridad del comercio: dos delincuentes que llevaban colocados barbijos entraron armados al local y tras exhibirle un arma de fuego al dueño -que también portaba su correspondiente tapabocas- lo redujeron y se llevaron 50 mil pesos de las cajas del lugar.

El asalto duró unos pocos segundos, pero según las fuentes de la investigación, existen las dificultades lógicas para su esclarecimiento a las que se suman otras puramente exclusivas del extraordinario momento en el que vive la sociedad producto de la pandemia del Covid-19 y el aislamiento preventivo para evitar el contagio de la enfermedad.

A la cuestión del uso del barbijo que impide la captación de la fisonomía de los rostros de los delincuentes y su reconocimiento por parte de las víctimas, se le suma la falta de testigos en la calle que hayan podido visualizar su accionar y la vía de fuga. Sin embargo, tanto los miembros de la fiscalía de Berlingeri como los efectivos de la comisaría segunda, quienes están a cargo de las averiguaciones del caso, confían en su pronto esclarecimiento.

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