La Comisión por la Memoria (CPM), recientemente designada como mecanismo local de prevención de la tortura de la provincia de Buenos Aires, y el Comité Nacional de Prevención de la Tortura (CNPT) elevaron un informe urgente al Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas (SPT) que expone la grave crisis que atraviesa hoy al sistema de encierro bonaerense por falta de comida y solicita su intervención urgente.

Ambos organismos trabajan de manera articulada, tal como lo establece la ley 26.827, y presentaron un informe en el que detallan la situación que atraviesa el sistema de encierro bonaerense y destacan “la falta de alimentación en varios lugares de detención”. Al mismo tiempo, solicitan que el Estado provincial que revierta la situación.

Si bien el informe pone el foco en la falta de provisión de alimentos, inscribe esta situación en el marco de una crisis humanitaria generalizada de todo el sistema: sobrepoblación del 119%, elevada tasa de encarcelamiento (308 personas cada 100.000 habitantes), aumento de las muertes que se producen por cuestiones de salud no asistidas, esto último directamente relacionado con la falta de provisión de dietas especiales para personas con diversos padecimientos (VIH, TBC, enfermedades gástricas).

Las cárceles de Batán, un reflejo de la crisis

Las unidades penitenciares que se encuentran en Batán dan cuenta de la crisis que atraviesa al sistema carcelario de la provincia de Buenos Aires.

La Unidad Penal 44 -donde funciona la alcaidía, donde van hombres detenidos sin condena- tiene un cupo fijado por una decisión judicial en 350 internos y, según fuentes consultadas por LA CAPITAL, la cifra de internos asciende a unos 550 cada mes.

En la Unidad Penal XV la situación es similar, el cupo se calculo en unos 900 internos pero según el relevamiento realizado en noviembre, son cerca de 1350 los hombres que se encuentran en esa cárcel.

El destacamento femenino -la Unidad Penal 50- también está desbordado: tiene plaza para 95 mujeres, pero hay cerca de 110.

A pesar de este diagnóstico, fuentes consultadas del Poder Judicial consideraron que la situación en Batán “no es tan grave como en otras cárceles”, pero de todas maneras la alimentación es “muy mala” y es una de las quejas frecuentes de los detenidos.

Falta de alimentos, una “tortura” en las cárceles

Respecto de la falta de provisión de alimentos, la CPM indica que según las inspecciones realizadas durante 2019 “en las Unidades Penales 1, 2, 8, 9, 15, 17, 23, 24, 25, 26, 28, 30, 33, 37, 43, 44, 45, 46, 48 (y alcaidía San Martín) 50, 51 y 52, constatamos que las personas privadas de su libertad padecen hambre”. También se relevó, en base a testimonios de familiares y otras organizaciones, faltante de comida en las unidades 3, 13, 38, 39, 40 y 49.

En las cárceles inspeccionadas, sobre todo en los últimos dos meses, el informe indica que hay faltante de carne vacuna y otros alimentos. En el mismo sentido, se detectaron entre los rubros faltantes los insumos necesarios para la preparación de dietas gástricas, hepáticas, hipocalóricas, híper calóricas, desdentados, HIV y diabéticos. “Así, no se están cubriendo las dietas, afectando a la salud de las personas privadas de la libertad”, denuncian desde la CPM.

Según las entrevistas que la CPM realizó con personas privadas de la libertad, constataron que “los alimentos que ingresan a los pabellones son insuficientes, de escasa variedad (en general, hidratos de carbono), crudos o en estado de descomposición, por lo que en muy pocas oportunidades pueden ingerirlos”.

Además, en el informe realizado, la CPM denuncia que “que en general las cámaras frigoríficas de las cocinas no contaban con medidas de higiene adecuadas, dando origen a fuertes olores nauseabundos y hallando carne sobre el suelo contaminada que no es apta para el consumo”.

Además de la presentación a Naciones Unidas, la CPM expuso la situación al gobierno provincial, la Suprema Corte y la Legislatura bonaerense, solicitando intervención urgente en el marco de cada competencia.

Por otra parte, en varias unidades penitenciarias se han iniciado reclamos colectivos y huelgas de hambre solicitando provisión de comida, asistencia médica y la resolución judicial de pedidos de medidas alternativas. Al menos algunos pabellones de las unidades 1, 6, 21, 23, 31, 35, 36 y 51 desarrollaban distintas estrategias para visibilizar los petitorios. Los equipos profesionales de la CPM inspeccionaron en el transcurso de esta última semana las unidades 1, 23, 24, 25, 26, 28, 31, 35, 36, Alcaidía San Martín, 46, 47, 48 y 51.