Opinión

Desarrollo sostenible y educación superior, una articulación imprescindible

por Alejandro Finocchiaro

Desde el primer día, trabajamos para mejorar la planificación y la coordinación de las instituciones que integran nuestro sistema de educación superior. El futuro requiere lograr equilibrio entre desarrollo económico, desarrollo social y protección del medio ambiente.

En los últimos años el sistema universitario creció de forma poco estratégica, con carreras que se superponen en un mismo territorio y más de 13.000 ofertas de títulos universitarios. Todo esto sin la imprescindible evaluación de las necesidades productivas de las diferentes provincias ni las salidas laborales de los futuros profesionales. Es por eso que desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación sostenemos distintas iniciativas para ir hacia una educación superior articulada y de calidad, que responda a un mundo en constante evolución que demanda ofertas académicas acordes.

Hoy solo el 30 % de los alumnos que ingresa al nivel universitario se gradúa en tiempo y forma. Este dato exhibe un modelo que excluye, que debemos debatir y cambiar, asegurando no solo el acceso, la permanencia y el egreso de nuestros estudiantes sino también su posterior inserción laboral. Nuestro país tiene las herramientas y el potencial para formar profesionales que se adecúen a las características de cada región y contribuyan al desarrollo tecnológico y productivo federal.

Este año presentamos: “Áreas de vacancia, vinculación, pertinencia y planificación del sistema universitario”, un trabajo conjunto que nos permitió conocer qué perfiles profesionales tienen más demanda en cada una de las diferentes zonas del país. La Secretaría de Políticas Universitarias, los rectores de las universidades públicas y privadas de cada región y los siete Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CPRES) localizaron áreas estratégicas de cada provincia e indagaron en la oferta universitaria disponible en territorio. Por último, en base a la cantidad de estudiantes, se definieron los profesionales que escasean en cada jurisdicción. Además, el próximo año incorporaremos a este análisis las áreas de ciencias humanas y artísticas con vacancia.

Anhelamos que nuestros jóvenes elijan una carrera que además de darles un futuro, los conecte con las áreas profesionales que hacen falta en el país. Por eso llevamos adelante un plan de becas muy ambicioso, con el que fomentamos la elección de carreras estratégicas que representan un crecimiento para toda la Nación.

Esta semana también tenemos que destacar a las profesiones vinculadas a la salud humana. Sobre todo a la enfermería, que recientemente celebró su día y que corresponde a una de las carreras con más demanda en todo el territorio nacional. Es por eso que a través de diferentes iniciativas buscamos aumentar la cantidad y calidad de estudiantes que egresan de esta carrera.

Hoy en día el mercado laboral requiere profesionales con perfiles específicos, por esta razón no podemos exigirles a todos los alumnos el mismo recorrido e ir hacia un sistema que incluya más posibilidades y flexibilidades para todos. A través del Sistema Nacional de Reconocimiento Académico los estudiantes de las 86 universidades que ya firmaron el documento saben que en caso de tener que trasladarse a otra ciudad todos aquellos tramos curriculares, ciclos, prácticas, asignaturas o materias serán reconocidos en cualquier lugar donde deseen continuar la cursada. Cada estudiante debe tener la posibilidad de construir su carrera de acuerdo a sus intereses y sus tiempos, por eso fomentamos la formación de egresados con un perfil profesional más plástico.

Queremos fomentar propuestas curriculares innovadoras, propiciar el diálogo entre las universidades y asegurar la movilidad nacional e internacional. En ese sentido, el MECCyT participó la semana pasada en Montevideo de la Reunión de Ministros de Educación del MERCOSUR. Tras varios años de negociación, alcanzamos un convenio que permitirá que se reconozcan los títulos universitarios de los profesionales de los países firmantes. Este acuerdo permitirá fortalecer nuestro sistema universitario en la región y poner en valor los conocimientos de los extranjeros.

Con la mirada hacia el futuro, tenemos que ser muy responsables en cuanto a la oferta de formación superior. Tenemos que pensar en la Argentina de los próximos cien años, con profesiones nuevas que surgen a cada momento y sectores productivos en crecimiento. Por eso no podemos permitir que sigan existiendo enormes áreas de vacancia en el país.

Hoy, el capital más importante para un país es el conocimiento. La verdadera inclusión, la que genera libertad, es la inclusión en el camino de la educación. Los argentinos debemos ser capaces de inscribir nuestros sueños individuales en un gran proyecto colectivo. Seguiremos trabajando en herramientas que promuevan y consoliden el trabajo articulado e interinstitucional que ayude a definir la oferta de educación superior que necesita cada región, sustentada en la pertinencia y dirigida a promover el desarrollo de nuestro país.

(*): Ministro de Educación, Cultura Ciencia y Tecnología de la Nación.

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