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Opinión 15 de enero de 2017

Desocupación

Por Sebastián Puglisi (*).

Pasan los años y nuestra ciudad continúa ostentando el triste récord de seguir en el podio de la desocupación. Más allá de cuestiones generales, que tienen que ver con lo macro, el tema de la generación de empleo necesita una política verdaderamente activa por parte de los gobiernos locales generando un ambiente propicio para la creación de puestos de trabajo. De ninguna manera, la visión macro exime al municipio de responsabilidad en el asunto. Los municipios son las instituciones gubernamentales que se encuentran “más a mano” de la población para recibir sus reclamos, independientemente si la solución es resorte del gobierno municipal o no. Son la “primera puerta a golpear” cuando las soluciones no aparecen. Por lo tanto no podemos sentarnos a esperar que el estado nacional o tal vez el provincial tomen medidas o lleven a cabo acciones que construyan un modelo de desarrollo económico sustentable y perdurable como manera de resolver el problema de la desocupación en Mar del Plata.

Manual de excusas
Como en ésta y otras problemáticas, no es recurriendo al “manual de excusas” como se encuentran las soluciones. El municipio no debe asumir la actitud pasiva de esperar que lleguen inversores, se establezcan industrias o se generen emprendimientos. Más que esperar, tiene que salir a promover el desarrollo económico, tiene que salir a buscar inversiones genuinas y para eso debe desplegar un marketing fundamentado en aquellas características que la posicionen como ciudad atractiva para desarrollos productivos. Pero claro está que, si bien el municipio tiene un rol protagónico, hay otras instituciones y organizaciones que pueden y deben intervenir en la solución de este flagelo. Lo que debe hacer el municipio es situarse en un lugar de liderazgo y coordinación de las acciones que seguramente provendrán de múltiples orígenes. Porque es sabido que la falta de oportunidades laborales no sólo es resorte de la economía. También aspectos educativos y sociales contribuyen fuertemente en el diseño y construcción del recorrido necesario para mejorar la situación laboral. Por lo tanto el primer error que se comete es pensar que sean solamente las áreas de Producción o Desarrollo Productivo de las municipalidades las que deben trabajar el tema. Es necesaria la intervención de muchas otras áreas de una comuna. De ahí que este tipo de dependencias municipales deben asumir un rol promotor y coordinador tanto hacia el interior del municipio como hacia la red productiva del partido.

En cuanto a la denominada economía social, considerada como instrumento paliativo para contener a organizaciones sociales en su reclamo por falta de trabajo, debemos comprender que si la supervivencia de las cooperativas se sostiene solamente a través de subsidios y financiamiento provenientes del erario, distará mucho de convertirse en una solución definitiva al problema de la falta de trabajo genuino. Se debe repensar como un mecanismo transitorio que sirva como trasporte a la definitiva ocupación laboral.

Algunas propuestas

Si bien no hay recetas únicas y soluciones mágicas, me permito esbozar algunas posibles acciones concretas que debería establecer el estado municipal:

• Acompañar a los sectores industriales y productivos consolidados del partido de Gral. Pueyrredon, ante instancias gubernamentales superiores, en todas las gestiones que se lleven adelante y que tiendan a fortalecer su desarrollo.

• Promover las actividades industriales “cerebro intensivas”. Es decir, aquellas que tienen su foco en el desarrollo tecnológico en general y el desarrollo informático en particular. Generalmente son emprendimientos de rápida creación ya que no necesitan de una gran infraestructura para su desarrollo.

• Agilizar los trámites necesarios, de manera de tener un estricto cumplimiento de las reglamentaciones con la fluidez necesaria que no aborten iniciativas plausibles. Se podrían, por ejemplo constituir unidades de gestión que le impriman velocidad a los trámites internos.

• Orientar la obra pública a las obras de infraestructura que fomenten el desarrollo (ej. gasoducto, caminos rurales, acceso al puerto y aeropuerto que también deben potenciarse para favorecer la exportación, etc.) No es ocioso recordar que la construcción es una importantísima generadora de puestos de trabajo. La obra pública en sí misma es un claro mecanismo generador de mano de obra, pero por otro lado puede significar la herramienta de desarrollo de un barrio o sector de la ciudad, ya sea en términos urbanísticos o en términos de favorecer, de alguna manera, actividades comerciales o productivas.

• Vincular el sistema educativo en los niveles secundario, terciario, universitario y de formación profesional con el sector productivo de manera de orientar la capacitación de nuestros jóvenes a las necesidades del mundo del trabajo.

• Reformular la oficina municipal de empleo para que tenga un perfil gestionador de empleo en lugar de ser una mera oficina receptora de CV´s.

Estamos a tiempo. Se puede.

(*) VicePresidente UCR. Mar del Plata – Batán