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Salud 24 de marzo de 2018

Destacan la baja validez estadística de informe que vincula implantes mamarios con un raro linfoma

El vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología, Eduardo González, se refirió a la información difundida por la FDA de los Estados Unidos. El especialista se encuentra en la ciudad participando de un simposio en la materia.

La difusión de un informe elaborado por a Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en el que se detalla la vinculación de algunos implantes mamarios con un linfoma no Hodgkin poco común llevó a varios especialistas a pronunciarse sobre el mismo, sobre todo para llevar tranquilidad a los pacientes que, naturalmente, puedan haberse alarmado ante la información publicada.

Aprovechando su presencia en la ciudad por encontrarse participando del I Simposio Internacional de Cirugía Plástica del Atlántico Sur, LA CAPITAL se contactó con el vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología, Eduardo González, quien se refirió al informe en cuestión y destacó la “incidencia infinitesimal” de los casos oncológicos relacionados con prótesis en relación a la cantidad de pacientes con la enfermedad alrededor del mundo.

“El tema es interesante, pero no es un tema de ahora. Las primeras publicaciones al respecto son del año ’97, que empezó a reflotar en 2007 y ahora se actualiza todos los años”, inició su explicación el especialista en Cirugía Oncológica, Mastología y Cirugía Plástica y Reconstructiva.

Según señaló, si bien la enfermedad existe, estamos ante algo “poco frecuente, a lo que hay que controlar y no subestimar, pero no por eso alarmar“.

“No tenemos estudios epidemiológicos serios, no hay comparación entre cantidad de prótesis con una determinada superficie y cantidad de tumores. Por lo tanto, en medicina no podemos tomar una información cuando no tenemos una validez estadística“, agregó.

Hasta el momento la agencia estadounidense lleva reportados 414 casos de Linfoma Anaplástico de Células Gigantes relacionado con los implantes de mama (LACG-RIM), donde se incluyen 9 muertes. Hasta hace un año la misma agencia había reportado 359 casos. La mayoría de los casos, según señalaron, se daría en pacientes que tienen implantes texturados o de superficie rugosa.

González aclaró que, teniendo en cuenta que “en un año se hacen más de 1 millón de implantes”, el número difundido de casos representa una “incidencia prácticamente nula”. “Además -agregó- en cada país es diferente y los estudios de esta enfermedad tienen que hacerse con cierto tipo de técnicas que presentan, a su vez, un margen de error”.

Es un tema muy complicado sobre el que no existe aún evidencia, porque si existiera la entidades médicas lo primero que hacen es abortar esas técnicas“, aseguró.

A modo de ejemplo, el especialista se refirió al análisis que puede realizarse al líquido que genera la prótesis. Sobre esto, indicó: “Para hacer esos estudios es necesario contar con tecnología de punta y tener controles de calidad, por lo que hay actualmente muchos parámetros donde pueden darse importantes márgenes de error que no nos permiten homogeneizar la información”.

En este sentido, González consideró que el tema fue más “comercial, político y mediático, que real” y que resulta importante seguir incentivando los estudios que “realmente cambian la historia de todos los pacientes”.

Además, destacó que este tipo de informaciones pueden generar “connotaciones negativas que son complicadas, pero reales”.

En primer lugar se refirió al “estrés psíquico que se genera en la población” ante este tipo de datos y que no parece ser previsto por quienes deciden difundir públicamente la información.

Y en segundo lugar, habló de los “problemas legales” que esta información puede generar en “médicos que hacen cirugías bien hechas y tomando los recaudos necesarios”.

“Es un tema muy complicado sobre el que no existe aún evidencia, porque si existiera la entidades médicas lo primero que hacen es abortar esas técnicas”, aseguró. Y recordó como, en 1992, la FDA, había prohibido los implantes de silicona por considerarlos cancerígenos, medida que duró 20 años y obligó a la utilización de prótesis de solución salina.

“Es decir que cuando hay una cosa así, real, se para y se investiga. En este caso no alcanza ni siquiera para hacer eso”, señaló.

Por otra parte, señaló que en Argentina solo se registraron dos pacientes con prótesis que fueron diagnosticadas con el Linfoma Anaplástico de Células Gigantes. Ambas evolucionaron positivamente, razón por la cual sostiene que suele tratarse de una enfermedad que “muchas veces se cura solamente sacando la cápsula de la prótesis”.