Ocurrió este martes al mediodía. El hombre fue trasladado a la Unidad Penal Nº44 de Batán y el miércoles declarará ante los fiscales Fernando Berlingeri y Mariano Moyano.
Otro de los sospechosos de integrar la banda de “boqueteros” que el mes pasado entró a robar en un edificio de oficinas ubicado sobre la avenida Juan B. Justo al 100 fue detenido este martes al mediodía tras intentar escapar de la policía y aportar un nombre falso para no ser reconocido.
El hombre, que quedó alojado en la Unidad Penal Nº 44 de Batán, está imputado por el fiscal Fernando Berlingeri por dos robos agravados y por el fiscal Mariano Moyano por cuatro hechos de encubrimiento. El miércoles será trasladado a Tribunales para declarar.
Según explicaron fuentes consultadas por LA CAPITAL, personal del Grupo de Prevención Motorizado divisó al sospechoso en la zona sur de la ciudad y tras hacerle señas para que se detuviera, el hombre aceleró y emprendió la huida.
Ante esta situación se generó una persecución que culminó en jurisdicción de la comisaría segunda. Al ser interceptado, el hombre aportó un nombre falso, por lo que los policías pidieron apoyo a personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI).
Los agentes de la DDI reconocieron al sospechoso como uno de los posibles integrantes de la banda de los “boqueteros”, ya que ya estaba bajo investigación y su nombre poseía un pedido de detención solicitado por el fiscal Berlingeri.
Finalmente, el detenido fue trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán.
El lunes, otro de los sospechosos de integrar la banda de los boqueteros se entregó voluntariamente a la Justicia y quedó alojado en la Unidad Penal Nº 44 de Batán.
A sabiendas de que pesaba sobre él una orden de captura, el acusado, de 43 años, compareció en Tribunales acompañado de su abogado Wenceslao Méndez y aceptó ser indagado por el fiscal Fernando Berlingeri. En esa diligencia, rechazó cualquier vínculo con los delitos que se le atribuyen, pero debido a las pruebas reunidas el instructor dispuso que permanezca detenido.
Es que la semana anterior, personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local había realizado allanamientos en su domicilio y en el de otro posible sospechoso, aunque en ese momento no lograron dar con ellos. Sin embargo, en esos procedimientos los efectivos se incautaron de elementos considerados relevantes para la pesquisa.
El caso comenzó a esclarecerse cuando los investigadores lograron identificar una furgoneta marca Renault Kangoo en las cercanías del edificio violentado. Según consta en la causa, en horas de la madrugada del domingo 14 de septiembre varios ladrones ingresaron al lugar y sustrajeron al menos 20 mil dólares en efectivo, distribuidos en oficinas ubicadas en diferentes pisos.
En el marco de otra causa dirigida por el fiscal Mariano Moyano, se llevó a cabo un operativo en la propiedad donde se halló ese vehículo, y en el lugar se descubrió una escalera telescópica coincidente con la utilizada en este y otros tres robos similares que también están siendo objeto de análisis.
Un detalle que llamó la atención de los investigadores fue que en dicha escalera había pegado un papel con el nombre de la compradora, que resultó ser la esposa del hombre que este lunes se entregó en Tribunales. Durante su declaración, el acusado manifestó que ese elemento era prestado y negó cualquier participación en el hecho.
A pesar de esta versión, en el procedimiento realizado en su domicilio, los efectivos confiscaron varios elementos de interés para la causa, entre ellos envases de espuma en aerosol similares a los utilizados para bloquear cámaras de seguridad durante los asaltos.
Aún con esta detención, la pesquisa continúa abierta y las autoridades siguen intentando localizar al otro individuo buscado, en cuya vivienda se encontró tanto el vehículo como la escalera utilizados en el robo.