Policiales

Detuvieron a un joven que se había fugado al escuchar en una audiencia electrónica que volvería a la cárcel

Tiene 18 años. Estaba con arresto domiciliario por haber cometido un robo a mano armada mientras era menor de edad. Cuando le revocaron el beneficio permaneció prófugo dos meses. Ahora, al ser mayor de edad, deberá cumplir el resto de su condena en una cárcel común.

Un joven de 18 años que había estado dos meses prófugos tras escaparse de su casa, donde debía cumplir con el arresto domiciliario, al escuchar en una audiencia electrónica que volvería a la cárcel.

El joven, cuando tenía 17 años, había asaltado en agosto de 2020 a punta de pistola a un delivery de Pedidos Ya. La policía lo detuvo, quedó a disposición del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y el fiscal Marcelo Yáñez Urrutia lo imputó por “robo agravado y portación ilegal de arma”.

Durante el proceso, quedó en evidencia que el menor tenía graves problemas de adicción a las drogas, por lo que la Justicia ordenó que pasara el tiempo de prisión preventiva en una comunidad terapéutica, para que pudiera hacer un tratamiento acorde a sus necesidades.

El fiscal entendía que esta morigeración era beneficiosa para el joven, pero según informaron fuentes judiciales, la madre del imputado no opinaba lo mismo y al ir a visitarlo “no le gustó” cómo lo atendían y lo sacó del lugar sin avisar.

Al enterarse de lo ocurrido, la policía fue hasta la casa de la familia del joven y lo volvió a aprehender. Sin embargo, esta vez la Justicia decidió que se le otorgara la prisión domiciliaria.

En octubre de 2020, en un juicio abreviado ante la jueza Silvina Darmandrail, el menor acordó una pena de 3 años y 6 meses, a cumplir precisamente en la casa de su madre del barrio Malvinas Argentinas, bajo prisión domiciliaria.

Con el correr de los meses, quienes deberían monitorear la prisión preventiva del adolescente notaron numerosos incumplimientos, por lo que el 13 de julio, en una audiencia electrónica entre el fiscal Yáñez Urrutia, la jueza Darmandrail y el joven, se le informó que le revocarían el beneficio y que debería cumplir el resto de la pena en una cárcel.

En medio de la audiencia electrónica, el adolescente se paró, expresó que no iría a prisión y se fue de la casa, por lo que cuando la policía lo fue a buscar, obviamente no lo encontró. Al haberse fugado, fue considerado en “rebeldía” y la Justicia de Menores ordenó su captura.

Durante una investigación ordenada por el fiscal Yáñez Urrutia, efectivos de la DDI pudieron comprobar que el joven volvía cada noche a dormir a su casa, por lo que empezaron a monitorear los movimientos en el lugar. Paralelamente a esto, se registró una denuncia por violencia de género en su contra: su hermana lo había denunciado por golpearla en una de esas noches que volvía a pernoctar.

Con esta información, el fiscal solicitó a la jueza Darmandrail una habilitación especial para realizar un allanamiento en la vivienda del barrio Malvinas Argentinas entre las 00 y las 6 de la mañana, para encontrar justamente al prófugo mientras pernoctaba.

De esta manera, el sábado a las 5.30 de la mañana personal de la DDI realizó el allanamiento y efectivamente detuvo al joven.

El fiscal Yáñez Urrutia, informó que al tener ahora 18 años, el joven deberá ingresar a la Unidad Penal 44 de atán y terminar de cumplir su condena en la cárcel para adultos.

 

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