En medio de un escenario de incertidumbre política por las elecciones del 22 de octubre, Damián Di Pace remarca que hay una certeza: los próximos 18 meses serán “muy complicados”.

El analista económico estuvo en Mar del Plata convocado en una charla de emprendedores organizada por la UCIP en el Espacio Cultural Paseo Aldrey y en diálogo con LA CAPITAL sostuvo que el año próximo Argentina va a tener “una aceleración inflacionaria, gobierne quien gobierne” y se refirió al proyecto de dolarización que propone Javier Milei.

Di Pace, autor de diferentes libros sobre economía, analizó las medidas lanzadas por el gobierno nacional para compensar la devaluación y consideró que “no van a provocar el efecto buscado del consumo y van a generar una aceleración de la variación de precios en los 45 días posteriores al inicio”.

“El universo de los beneficiados va a recibir un alivio cada vez menor temporalmente. Quizás sea un alivio de 30 días donde efectivamente se intente contener la situación del bolsillo”, sintetizó.

– ¿Como ve el escenario económico de los próximos meses, con la incertidumbre electoral?

– Estos famosos tres tercios dejan más incertidumbres que certezas. Uno no tiene una clara visión de los ganadores y los tintes son muy diferentes. La incertidumbre en el mercado se refleja hoy en que ante un eventual resultado, si Milei gana en primera vuelta, va a quedar casi un mes y medio de gobierno y es mucho tiempo. En el escenario de balotaje seguramente va a haber dos corrientes muy diferentes, por lo cual también se genera ruido. Lo que tenemos que tener en cuenta es que gane quien gane, tenemos un tránsito de 18 meses muy complicados por delante.

– ¿En qué se va a reflejar?

– Converger en un tipo de cambio que libere el cepo. Eso va ser inflacionario pero va a generar que al liberar el cepo, los dólares que estén afuera puedan ingresar. Segundo, una situación de corrección de los precios relativos de la economía, controles de precios, tarifas y una reestructuración de la política fiscal y monetaria. Hay que reducir el déficit fiscal y dejar de emitir moneda para revertir el proceso de aceleración inflacionaria. Por lo cual, los primeros 12 meses Argentina va a tener una aceleración inflacionaria, gobierne quien gobierne. Y a partir de ahí, hay que mostrar un sendero que logre generar confianza. Generalmente, un presidente en los primeros seis meses de gestión, la tiene, pero esta vez va a ser menor, quizás de 90 días. Porque la situación ya es más compleja y requiere medidas drásticas desde el primer día.

– En ese contexto, ¿qué es lo que tiene que tener en cuenta el ciudadano común?

– Si sos un comerciante, hay que tratar de stockearse porque hay una restricción externa fuerte y posiblemente tu proveedor esté generando algún tipo de acumulación de stock que te prive de reponer en el futuro. Si sos una persona que tiene un excedente de su gasto y nivel de ahorro, hoy están funcionando tres herramientas: carry trade (hasta octubre) y después hay dos, para inversores más avezados, que son el dolar linked, y los bonos duales. Por último, al ciudadano que vive casi al día, le recomiendo ir al supermercado. Todos los productos de consumo masivo están teniendo una aceleración importante y se pueden generar niveles de ahorro de hasta 25% en un mes.

– ¿La dolarización que plantea Milei es realizable?

– La dolarización muchos dicen que es inviable, pero uno tiene que ver los pro y los contra sin politizarlo. Ante los shocks externos, dolarizar la economía va a provocar que te quedes sin política monetaria. Pero también es verdad que cuando se llegó a esta situación en la Argentina fue ante fenómenos de rebrote inflacionarios, indomables, tanto en la convertibilidad como en el Plan Austral. Estamos ante una situación cercana a ese límite. Nada es imposible. Se puede hacer, pero sería una situación extrema en la que la oposición le dé el aval en el Congreso. Ha pasado en la Argentina, la convertibilidad fue eso.

– ¿Hay riesgo de que la inflación se desborde a niveles incontrolables?

– La economía es una ciencia social y todos los días estamos operando. Si se espiraliza la caída de demanda del peso, la situación se puede complicar. Es uno de los escenarios. Por lo que el día 1 de la próxima presidencia, el grado de confianza tiene que ser muy concreto en los pasos que va a dar y en los primeros 90 días tiene que ir generando resultados de a poco que demuestren que su plan es convincente. En ese camino, puede recuperarse la demanda de moneda y empezar a bajar las expectativas de inflación.