En el regreso de La Chiqui a la pantalla de El Trece en La Noche de Mirtha Legrand, Diego Torres finalmente confirmó su separación de Débora Bello, madre de su hija Nina, tras 17 años de relación. En esta ocasión, Torres se encuentra en Argentina presentando su nuevo disco “Atlántico a pie”,  por lo que comenzó comentando en la famosa “mesaza” todas las increíbles colaboraciones que su nueva creación incluye.

La astuta conductora Mirtha Legrand le preguntó al cantante disimuladamente lo que todo el público estaba esperando, para lo que comenzó por consultar la edad de Nina, su hija, y continuó indagando en el paradero de la niña, en pos de saber si lo había acompañado en su vuelta a Argentina. Diego, ya intuyendo lo que se avecinaba, respondió tranquilamente que Nina tiene casi nueve años y que no se encuentra en Argentina, a lo que agregó “Estoy solo, suelto acá.”

Picaramente Mirtha le comentó “No te voy a preguntar”, a lo que su nieta, Juana Viale, entre risas fingió imitar a su abuela y comentó “Mira te voy a hacer la Mirtha Legrand, quedate tranquilo este es un programa ameno.. ¿Estás separado?.”  Para la sorpresa del público, Diego Torres finalmente dio una respuesta sincera y tranquilamente explicó “Si claro. Esta creo que es una buena ocasión para aclararlo, estamos pasando un momento complicado pero nos queremos mucho. Tenemos una hija que amamos y nos tratamos muy bien.” En relación a Débora como madre el cantautor argentino no dijo más que palabras de elogio. “Es una madre ejemplar, presente todo el tiempo.”

Para La Chiqui esto no fue suficiente e insistió en preguntarle a Torres si iban a volver, ante lo que el cantante afirmó “Siempre las relaciones largas tienen idas y vueltas y toda esta situación no ha sido fácil, la pandemia, dejar de viajar, mi trabajo se vio muy afectado y eso también te influye de alguna manera a uno como persona. Lo importante es que nos llevamos bien y nos queremos mucho.” Pareciera que la puerta no está cerrada definitivamente y por el momento seguirán separados, dándole la posibilidad al tiempo de volver a percibir algún color esperanza.