Se trata de la herencia de Alberto Nicolás Rubio, un marplatense que murió en 2006 y dejó 100.000.000 de pesos a sus sobrinas y diferentes entidades como Cáritas, el Hospital Materno Infantil y el HIGA.
La donación millonaria de un marplatense a sus sobrinas y a diferentes entidades como Cáritas, el Hospital Materno Infantil y el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) sigue sin ser cobrada por la misma disputa judicial que mantiene la causa detenida desde junio.
Se trata del dinero que dejó Alberto Nicolás Rubio, quien falleció en 2006 y como no tenía hijos ni esposa, decidió legar sus posesiones a sus sobrinas y a las instituciones mencionadas anteriormente. Sin embargo, tras una sucesión “eterna”, las mismas apelaron por los altos honorarios de los abogados que, en total, se llevaron el 35% del dinero y desde junio pasado, cuando LA CAPITAL publicó la noticia, la situación permanece igual y no han existido novedades.
Como se informó entonces, la sucesión comenzó a tramitarse en noviembre de 2006 en el Juzgado Civil y Comercial N° 6, actualmente a cargo de la jueza Gabriela Judit de Sábato, y lo que había dejado Rubio eran dos departamentos céntricos, miles de dólares y euros, y depósitos en pesos en dos cajas de seguridad de diferentes bancos.
El testamento de Rubio sorprendió en el Juzgado Civil y Comercial N° 6 ya que era un texto detallado con los porcentajes que quería donar a sus sobrinas, a algunas ptras personas y a diferentes entidades con las que, a priori, no había tenido ninguna relación.
Tal es así que entre la lista de beneficiarios figura la Asociación Cooperadora del Hospital Materno Infantil, Cáritas, Instituto de Rehabilitación Psicofísica del Sur y la Cooperadora de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, entre otras.
En junio pasado, la fortuna que dejó Rubio en su testamento se traducía en 97.070.281,01 de pesos, de los cuales el 35% fue para los honorarios de todos los abogados que participaron en la sucesión.
La suma que percibieron los abogados en conjunto, 33.971.713,4 de pesos, motivó a que diferentes beneficiarios -como Cáritas y la Fundación Médica de Mar del Plata- apelaran a la Cámara por considerar excesivos dichos honorarios.
La principal queja es por los honorarios que recibió la abogada que llevó adelante la sucesión de Rubio, a quien, según lo fijado por el Juzgado Civil y Comercial N°6, le corresponde el 20% del total del dinero; es decir 19.413.339.
“El monto fijado en concepto de comisión resulta excesivo y tiene una exorbitante incidencia en los importes que en definitiva deben recibir los legatarios”, remarcaron en la apelación los abogados de la Fundación Médica de Mar del Plata, quienes días después presentaron una apelación porque consideraron que sus propios honorarios, de 1.348.050 y 105.006 pesos, eran bajos.
Tras casi 13 años de sucesión, y una vez que la Cámara de Apelaciones resuelva, los beneficiarios podrían recibir la herencia de Alberto Nicolás Rubio. Sin embargo, fuentes del caso que consultó LA CAPITAL manifestaron que no han existido novedades en torno al expediente y la situación permanece igual que en junio.
Los beneficiarios
Rubio le dejó su fortuna a 18 beneficiarios, entre los que se encontraba una cooperativa de la Policía Federal hoy desaparecida. Por este motivo, desde el Juzgado Civil y Comercial N°6 reinterpretaron esto y consideraron que el beneficiario podría ser otra similar de la misma fuerza.
Rubio propuso en su testamento a nueve beneficiarios particulares, entre las que se destacan sus sobrinas. En total, a estas personas les corresponde poco más del 50% de la herencia, por un monto combinado de 49.496.394,88 pesos.
La otra mitad de su fortuna, Rubio se la dejó a diferentes entidades benéficas, del área de la salud, de diferentes fuerzas de seguridad y, llamativamente, a una firma que opera una cochera del centro.
En el área de salud, Rubió incluyó en su testamento a la Fundación Médica de Mar del Plata con $9.688.548,10; a la Asociación Cooperadora del Hospital Materno Infantil y el Hospital Interzonal General de Agudos con $4.844.274 y al Instituto de Rehabilitación Psicofísica del Sur con $2.906.564,43.
Cáritas también figura en el testamento, con la suma de $4.844.274. Allegados a la entidad de beneficiencia de la Iglesia Católica consideraron que “realmente se trataría de un regalo del cielo que el dinero llegue justo en esta época en que más lo necesitan quienes menos tienen”.
El millonario abogado fallecido también incorporó en sus testamentos a diferentes entidades representantes de las fuerzas de seguridad: a la Policía Federal Argentino le otorgó $9.688.548,10, a la Cooperativa de vivienda, crédito y consumo limitada para el personal de la Policía Federal Argentina (COVIPOL) $4.844.274 y a la Cooperadora de la Policía de la Provincia de Buenos Aires $4.844.274.
Rubio, además, incluyó en su testamento a los propietarios de una cochera céntrica a la que concurría con regularidad, a quien le dejó, como una suerte de agradecimiento por los servicios prestados, la suma de $968.854,81.