Opinión

Dos años

Por Juan Manuel Rapacioli

Aquella ilusión de pertenecer a la conducción del Partido Justicialista de Mar del Plata que se remonta más allá de una década hoy se ve cristalizada cumpliendo dos años de gestión al frente del mismo.

Puedo mirar a cada compañero y a cada compañera con tranquilidad espiritual y honestidad intelectual y decirles que cumplimos en esta mitad de mandato con aquello con lo que nos habíamos comprometido y lo seguiremos sosteniendo:

➡Partido de puertas abiertas.

➡Afiliación permanente.

➡Un PJ militante.

Para ponerle un corte temporal decimos: quisimos en el 2008 y no pudimos competir, lo intentamos en el 2013 y tampoco, hasta que en el 2017 se dio la oportunidad de aquello que veníamos proponiendo muchos y muchas desde hacía bastante: democracia partidaria.

Fuimos a las urnas y el 63,4% de los afiliados y afiliadas nos dieron la victoria. Esa misma noche dijimos que eso dejaba de importar y éramos la representación de todos y todas sin divisiones. Siempre la unidad.

Este cargo que llevo por el Honor de (Ad Honorem) me ha dado la enorme satisfacción de discutir política en forma permanente, cosa que siempre hicimos pero no teníamos un lugar donde poder hacerlo entre todos y todas. El partido se ha transformado en ese lugar de discusión política permanente.

¿Dolores de cabeza? Muchos… ¿Alegrías? ¡Más!

La posibilidad de estar cara a cara con la crudeza y la crueldad que también impera en la política la hemos podido mirar de frente y no nos amilanaron en el camino de nuestra lucha.

¿Desilusiones? Algunas… ¿Fuego amigo? También lo hay. ¿Amor peronista? ¡A raudales! ¿Operaciones? Me gusta repetir con los compañeros y compañeras que hay momentos en que Mar del Plata parece un quirófano a cielo abierto.

Dijimos que el PJ es de puertas abiertas y lo es. Aclaramos están abiertas tanto para entrar como para salir. Fuimos infatigables obreros de la unidad. Lo seguiremos siendo. También es cierto que la unidad no es cuestión de uno. Si el otro o la otra no quieren ya escapa a nuestras posibilidades.

Una mitad de mandato en la que muchas cosas quedan claras. Por ejemplo gente que bregaba por estar en el partido y ahora no viene. Gente que nunca se acercaba y ahora no puede estar sin pasar por él. De todo. El peronismo es así.

Un partido sostenido a propia voluntad, esfuerzo y recursos, ya que ciertos estados amnésicos han atacado la memoria selectiva el capítulo de aportes partidarios. En fin. Aquí Perón, siempre Perón: independencia económica, soberanía política. Así y todo avanzamos y avanzaremos y hemos llevado a cabo gran cantidad de actividades y actos multitudinarios, como por ejemplo el realizado el 18 de mayo y que se convirtió en la primer actividad del país en apoyo a la fórmula Alberto-Cristina, lanzada apenas unas horas antes.

Encaramos esta segunda mitad de mandato con la enorme alegría de ya no estar más en la resistencia para ser oficialistas a nivel nacional y a nivel provincial. La experiencia me dice que muy optimista en la conformación interna no debo ser porque las tensiones tienden a profundizarse cuando hay más responsabilidades y pocos lugares para discutirla y pocos oídos predispuestos a escuchar la disidencia. Veremos.

Pero una vez más: ¿tensiones en el peronismo? ¡Obvio! Eso somos. No somos justamente un plexo político relajado que mira, cual espectador impávido, el devenir de la historia.

Cada uno y cada una desde nuestra relativa verdad intentamos persuadir y si nos persuaden, bienvenido sea. Eso sí, somos orgánicos, nos alineamos, militamos fuertemente, pero no aceptamos ordenes, tampoco las damos. Rebeldía peruca, si les gusta el término, o para decirlo en palabras de una que sabe bastante “no somos reclutas”. Néstor nos decia: “No queremos tropas disciplinadas que a todo digan si”.

Tal como nos pidió el compañero Alberto Fernández que “el partido no se duerma mientras yo gobierne, sino que sea mi tábano y me haga corregir el error que yo cometa”, estaremos siempre militando y dispuestos a ser parte de este momento histórico y engranaje para lograr la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria.

Fuerte abrazo peronista queridos compañeros y compañeras.

 

*El autor es presidente del Partido Justicialista de Mar del Plata. 

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