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Interés general 12 de abril de 2022

Dos empresas internacionales interesadas en remodelar y explotar el Mundialista

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

“El Minella, un estadio que fue modelo y hoy dejó de competir en las grandes ligas”, fue el título de un informe especial de LA CAPITAL que, con la firma de Víctor Molinero, se publicaba el lunes 7 de junio del año pasado. “Hoy su estructura pide a gritos una reestructuración que le permita volver a ser sede de torneos de primer nivel”, se consignaba, cuando aun no había sido clausurado el sector de las plateas cubiertas, lo cual sucedió tres meses después. Desde la oposición se fustigó al gobierno municipal por el estado de abandono de ese escenario -en realidad una constante en las últimas gestiones- mientras que desde el Ejecutivo se reconocía que había otras prioridades. “El arreglo del estadio implica una inversión enorme que ningún municipio puede enfrentar solo”, señalaba el intendente Guillermo Montenegro en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante.

Construido para ser subsede del Mundial 78, el estadio supo albergar grandes eventos internacionales, como Juegos Panamericanos, Mundial Sub-20, el Preolímpico 1996 o el Mundial Juvenil 2001. Pero Mar del Plata, con una oferta envidiable para la logística de cualquier tipo de competencia, no puede organizar hoy encuentros de nivel ni espectáculos multitudinarios -recordar Queen, Rod Stewart, Luis Miguel, Chayanne, Joaquín Sabina, La Renga, Charly García, Soda Stereo, entre otros- en el Mundialista. Cuando se proyectó a mediados de los ’70, las exigencias eran totalmente distintas. ¿Un simple ejemplo? Hoy los micros que trasladan a las delegaciones tienen que poder acceder al estadio, lo cual no era un requisito hace 40 años. En días de partidos es normal ver a los micros de los planteles de Aldosivi, Alvarado y sus rivales de turno estacionados en el playón de ingreso o por avenida Canosa ante la imposibilidad de ingresar al complejo por la baja altura de los portones. También en la actualidad se exigen palcos cerrados, conectividad y cabinas más modernas.

“Una de las claves es la falta de obras de mantenimiento y modernización que lo llevaron al estado actual. Mala iluminación, sistema de riego obsoleto, estructuras dañadas, techo y puentes de ingreso, entre las más destacadas. Muchos tuvieron la intención de hacer esas reformas a lo largo de los años pero faltan los recursos”, resaltaba en aquel informe un hombre que durante muchos años supo estar vinculado a la organización de torneos de fútbol de verano. “Está el compromiso del Estado nacional de ayudar en la reparación, reconstrucción y en la refacción del estadio. Hay que buscarle la vuelta para ponerlo en valor y recuperarlo para que sea un gran atractivo de eventos internacionales”, afirmaba por su parte el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens. El tiempo va pasando pero los fondos no aparecen.

En los últimos días, según pudo saber LA CAPITAL, dos importantes firmas internacionales “sondearon” a las autoridades municipales sobre el futuro del estadio. “En realidad se mostraron muy interesados. Fueron dos reuniones con representantes de dos fuertes grupos que quedaron en volver para profundizar en el tema”, reconoció, con cautela, un alto funcionario municipal, molesto por haberse filtrado la información. Lo cierto es que, a cambio de realizar mejores y millonarias inversiones, estas empresas pretenden explotar el estadio con la realización no sólo de competencias deportivas internacionales -el último paso de un seleccionado argentino mayor fue en febrero de 2010, cuando dirigido por Diego Maradona y previo al Mundial de Sudáfrica jugó frente a Jamaica- sino con recitales y otros espectáculos. Otra de las condiciones es la de ponerle el nombre de la empresa inversora al estadio mientras dure el acuerdo por la explotación del mismo.

 

Entre las obras que deberían realizarse, pudo saberse, además de modificar la zona de plateas techadas, repotenciar las torres de iluminación, construir una nueva zona de ingreso de autobuses y ofrecer un nuevo campo de juego, se contempla que las dos populares (Sur y Norte) cuenten con butacas. “Estamos hablando de una inversión de entre 6 y 10 millones de dólares”, indicó el vocero de uno de los grupos interesados en diálogo informal con periodista de este medio, al tiempo en que hizo hincapié en que “Mar del Plata se va a ver favorecida desde el turismo, a la vez que los equipos de la ciudad en competencias nacionales como Aldosivi y Alvarado -tal cual lo contemplan las ordenanzas vigentes- contarán con un estadio de primerísimo nivel”.

 

Hubo un hecho que no dejó de llamar la atención de los interlocutores de la comuna tras las charlas con los interesados en el futuro del estadio. “Las dos empresas coincidieron en plantear una contraprestación por no menos de 20 años”, se estableció. ¿El motivo? Están convencidos de que Argentina será sede de un nuevo Mundial de Fútbol dentro de las próximas dos décadas siendo una “fija” que, por infraestructura, además de Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Rosario, Mar del Plata debería ser subsede como en 1978. De hecho, tras el mundial de Qatar, en 2026 la competencia se trasladará a México, Estados Unidos y Canadá mientras que para el Mundial 2030 -al cumplirse el centenario del primer torneo celebrado en Uruguay-, hay una postulación conjunta de Argentina y el vecino país. “Estamos convencidos que en nuestro país se desarrollará un Mundial nuevamente y el estadio de Mar del Plata, que hoy no puede aspirar a ser sede de ninguna competencia internacional, tendría todas las condiciones para pelearle una sede a cualquiera, teniendo en cuenta además la infraestructura de la ciudad con su oferta hotelera, gastronómica, vías de comunicación y fácil y rápido acceso con CABA”, se entusiasmó el visitante.

Cabe recordar que en 2019, Conmebol le encargó una inspección del José María Minella a una empresa brasileña que estuvo vinculada a la construcción de los estadios para el Mundial que se realizó en el vecino país en 2014. Fue ante la posibilidad de que Aldosivi se clasificara para disputar la Copa Sudamericana (el equipo entonces dirigido por Gustavo Alvarez quedó a las puertas). LA CAPITAL se contactó oportunamente con los responsables de aquella inspección que prefirieron no hacer público el resultado del informe. También desde Conmebol, ante la consulta de este medio, hicieron hincapié en la confidencialidad de ese informe. No obstante, algunos de los locales que acompañaron a los inspectores brasileños recordaron que entre lo poco que habían destacado figuraba el tamaño y la comodidad de los vestuarios (aseguraron que los compararon con los del Maracaná) y la visibilidad que ofrecía desde las tribunas el campo de juego. El resto estaba claramente en la columna del debe.

Está más que claro que hoy la alternativa del reacondicionamiento con recursos estatales no parece estar cercana. “El Mundialista de Córdoba se hizo casi nuevo hace unos años, al de Mendoza se le fue haciendo un mantenimiento periódico y tiene otros materiales menos corrosivos y nosotros nos quedamos. Hoy la inversión que habría que hacer es imposible para la Municipalidad, y por ello no habría que descartar la posibilidad de tercerizarlo”, sostenía en aquel informe de LA CAPITAL un dirigente deportivo local. Recordaba además que hace cinco años, una sociedad entre Torneos y Fox intentó concesionarlo pero no hubo acuerdo. “Tendría que ser una cesión de más de 20 años para que las empresas puedan recuperar la inversión. Eso está pasando también en Europa. Acá en Mar del Plata no se puede pagar lo que cuesta reacondicionar el Minella. Y mientras tanto, el Estadio, con la estructura que hoy presenta, se torna peligroso”, añadía el dirigente.