La Ciudad

Dos marplatenses, parte de un hallazgo paleontológico histórico

Egresados de la Universidad Nacional de Mar del Plata, José Carballido y Kevin Gómez, participaron del equipo que descubrió una nueve especie de dinosaurio herbívoro que arroja información inédita sobre el Jurásico temprano. Los huesos estaban en el centro de la Provincia del Chubut, a unos 300 Km de la ciudad de Trelew.

Un equipo de paleontólogos del Museo Edigio Feruglio, de Trelew, está desde hace semanas en el foco de la atención de la comunidad científica internacional luego de descubrir una nueva especie de dinosaurio herbívoro que arroja información inédita sobre el Jurásico temprano. Entre los profesionales que participaron del hallazgo se destacan dos egresados de la Universidad Nacional de Mar del Plata, los investigadores José Carballido y Kevin Gómez, que compartieron con LA CAPITAL detalles del trabajo desarrollado.

La noticia del descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio tuvo un fuerte impacto a nivel internacional por varias razones. El nuevo ejemplar, al que se bautizó Bagualia alba, da cuenta en su anatomía de las características que evitaron la desaparición de absolutamente todos los herbívoros hace 180 millones de años, tras el evento de vulcanismo masivo que provocó la desaparición de la vegetación predominante, que era sobre todo de hojas bajas y suaves.

El hallazgo en Chubut y su posterior investigación demostró que un grupo de dinosaurios herbívoros, conocidos como saurópodos utilizó sus principales características morfológicas, como ser su andar cuadrúpedo, sus cuellos largos y cabezas pequeñas para prevalecer como el principal grupo de dinosaurios herbívoros por 120 millones de años, llegando a pesar 70 toneladas, lo que equivaldría a unos 13 elefantes, el animal más grande en la actualidad.

De todas maneras, lo que explicó la extinción selectiva de los herbívoros está en los dientes de los ejemplares encontrados al sur del país. Con un esmalte siete veces más grueso que el de otros herbívoros, un tamaño de 7 centímetros y con la noción de que los cambiaban con frecuencia, la dentura de los Bagualia alba les permitía alimentarse de hojas ubicadas a mayor altura y más gruesas, además de soportar la abrasión de la ceniza volcánica.

El equipo que llevó adelante esta investigación -que entre su hallazgo y publicación de conclusiones pasaron 13 años- está encabezado por el Diego Pol y conformado, entre otros profesionales, por dos egresados de las carreras de Biología de la ciudad: José Carballido y Kevin Gómez.

Allá por 2007, recién recibido y como becario del Conicet, Carballido decidió mudarse a Trelew donde comenzó a trabajar con Pol, quien lo dirigió en su tesis doctoral.

“La verdad es que nunca fui de esos fanáticos de los dinosaurios, pero me gustaba mucho el campo y Diego Pol me ofreció el tema de trabajar con estos dinosaurios herbívoros que ahora me encantan, obviamente. Me gustaba mucho la paleontología, por lo que cualquier cosa que me hubiesen dado la hubiese hecho feliz de la vida”, señaló a LA CAPITAL, tras la publicación internacional de la investigación.

Sobre el hallazgo de los ejemplares en campo -los huesos encontrados correspondían a tres ejemplares de la misma “nueva” especie- , Carballido señaló que el trabajo llevó dos años, desde el 2007 al 2009.

“En general, todo lo que tiene que ver con dinosaurios lleva tiempos muy lentos porque el trabajo de campo es largo y las excavaciones son costosas, tanto desde lo económico como desde el esfuerzo físico. Son campañas de mucho esfuerzo“, indicó.

Hace cinco años, y ya en pleno trabajo de investigación en el museo, la comunicación de dos de sus profesores de la UNMdP, Marcela Espinosa y Federico Isla, derivó en su encuentro con Kevin Gómez, un joven egresado de la ciudad con amplio interés en la paleontología.

“Primero él hizo su tesis de licenciatura analizando algunos aspectos de la parte axial de esta nueva especie. En esta etapa lo dirigí junto con Marcela Espinosa. Al año siguiente, se mudó a Trelew para empezar su tesis doctoral, que se trata sobre la anatomía de este nuevo dinosaurio. En este trabajo lo dirijo con Diego Pol”, señaló Carballido.

En cuanto a su formación, el investigador destacó el nivel de conocimiento que se adquiere en la Argentina y las posibilidades que hay para quienes desean abocarse la investigación.

“Considero que en Argentina tenemos universidades que, pese a los problemas que tienen y vemos a diario, aportan una base muy buena y fuerte en varios campos”, señaló.

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