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Policiales 23 de abril de 2021

Eduardo Aracil: de la cima en Sobremonte a clamar por su inocencia ante un juez

La Justicia Federal confirmó días atrás el procesamiento de doce personas por componer una asociación ilícita dedicada evadir impuestos del complejo Sobremonte. Entre ellas está Eduardo Aracil, el alma mater del que, durante décadas, fue el ícono de la noche marplatense.

Por Fernando del Rio

“Sacame así de espaldas, que se vea. Porque yo vengo a defenderlo a Sobremonte”, dice Eduardo Aracil y aprovecha la  silla giratoria para que el fotógrafo haga el primer plano del logotipo de aquello que fuera el complejo de entretenimiento más importante de la historia de Mar del Plata. “Y del país”, agrega antes de iniciar la nota.

La charla con Aracil es la que se posterga desde hace años por la cautela de los abogados que lo defienden en una causa penal por evasión tributaria que está avanzada y con el procesamiento de 12 personas. “No me importa más nada. ¿Por qué me tengo que callar? No aguanto más callado. Vamos a fondo, preguntá lo que quieras.”, se acomoda una vez más en la silla y se dispone a romper el silencio.

Aracil tiene 62 años y la mayoría de ellos vividos en el ambiente de la nocturnidad. Desde 2013 está acusado de integrar una asociación ilícita dedicada a evadir impuestos en el marco de las actividades del complejo Sobremonte. Según su descargo, hay una palabra clave en todo esto. Mejor dicho un apellido: Boudou. Amado Boudou. Y para explicarlo, larga su parrafada inicial a la que luego disculpará diciendo que la necesitaba así, de corrido.

-Sobremonte durante 35 años hizo bailar al país y la gente de la AFIP eran los primeros que entraban todos los veranos. Jamás tuvimos una denuncia por drogas, jamás una denuncia por impuestos, jamás tuvimos un muerto gracias a Dios, estaba todo en ley. Los de la AFIP, dos en la puerta, uno por barra, en las mesas, todas las temporadas, con todos los gastos pagos, y el 14 de enero de 2014 llega Echegaray (NdR: Ricardo, ex titular de la AFIP)  a Mar del Plata y porque hay un mito popular que dice que Sobremonte era de Amado Boudou y de la parrilla Pehuén también… nada de eso es cierto. Sí fuimos amigos de Amado, fue discjockey de Sobremonte, no voy a renegar de mi amistad con Aimé, conocí a toda la familia y tengo los mejores recuerdos. Pero de pronto él pasó a ser un criminal porque se creen que él se decidió solo a comprar Ciccone. Bueno Echegaray me mando sus huestes, estaba parando en el Sheraton, y me metieron esta bomba en la que éramos todos evasores impositivos. Treinta y siete años bancándolos a todos los agentes, en todos los fucking veranos y de pronto pasamos a ser la oveja negra, los delincuentes los evasores que, por suerte, se está demostrando que fue todo armado, pero en el mientras tanto hasta una hija tuve presa un mes, hija que ni me habla, pasé los peores momentos de mi vida por esta situación. Esta fue una movida absolutamente política porque decían que Sobremonte era de Boudou.

-¿Esa es una especulación tuya o tenés alguna prueba?

-No, no, que especulación… me lo dijo el mismo jefe de la inspección que estaba con Echegaray en el Sheraton. Me dijo “Esto es de Boudou, ¿vos quién sos?”. Le dije que era el dueño de la marca y le quise explicar algunas cosas.

-Pero se descubrieron, según la AFIP y la Justicia, irregularidades tributarias.

-Sobremonte jamás tuvo una mancha. Sobremonte fue el ícono de Sudamérica y hoy Mar del Plata está aburrida, retrocedió 40 años. Pero Sobremonte ya no está más y cierra en 2017 a partir de esta situación que nos empujó al cierre, porque nos incriminaron, nos denunciaron como criminales, ¡una denuncia penal por una asociación ilícita!, imaginate cómo quedamos todos cuando en realidad nosotros teníamos el estudio Gallinal-Celasco y pagamos nuestros impuestos siempre. Y le dimos laburo a la gente. Yo no soy el dueño de Sobremonte, yo soy el dueño de la marca. Tuvimos 3 restaurantes, 4 pistas de discotecas, 23 barras, traíamos las mejores producciones de Buenos Aires, Ibiza, Nueva York, Londres, y éramos varios. No es ilegal tener sociedades, lo ilegal es no pagar los impuestos. Y esas sociedades algunas no eran nuestras, es como en teatro, que vienen producciones de afuera.

-Nombraste al estudio contable y sus integrantes también están imputados en la causa…

-Y sí… porque ellos están complicados porque no tomaron los créditos fiscales. ¿Sabes los sponsors que movíamos? Millonarios. Nosotros ni nos ocupábamos de los impuestos. El estudio le dio un informe al juez parcializado y no le dieron los créditos. Me siento desatendido, hubo una mala praxis, algo pasó. Yo entiendo al juez. Pero yo tuve hasta una hija presa un mes en Ezeiza. A nosotros nos arrojaron al fuego, como si fuéramos los últimos delincuentes. Al juez le fueron con una historia que los mismos de la AFIP dijeron que era una “bomba”.

 

Una foto legendaria: Aracil junto a los Soda Stereo y Amado Boudou.

Una foto legendaria: Aracil junto a los Soda Stereo y Amado Boudou.

-La investigación sobre las irregularidades la hizo la AFIP y encontró eso. ¿Cómo lo refutás?

-Primero, ya se aclararon todos los períodos y solo queda el de 2013. Y otra cosa: no fue la AFIP de Mar del Plata. Fueron las huestes de Echegaray que estaba peleado con Boudou ese 14 de enero entran como 20 y arman todo, actas, lo que encontraban. Todos los veranos ahí estaban. ¿Qué hicieron todos esos veranos? Sabés a la cantidad de gente de la AFIP que le dábamos de beber y de comer? Que era “contra el baile” porque en vez de tener una chica ahí en la barra tenías a un ñato de la AFIP con esas camperas… Veinte años así y nunca tuvimos una denuncia y de pronto pasamos a ser los delincuentes de la noche…

-La Justicia asegura que en Sobremonte se creaban sociedades para evadir…

-¡Claro que había muchas sociedades, por supuesto! Los chicos en Mar del Plata juntaban dinero para comprarse una barra de Sobremonte. Nosotros le dimos trabajo a tanta gente que muchos de los que ahora están en la gastronomía pasaron por allá. Hacían su negocio con su barra y entre todos hacíamos la nocturnidad de Mar del Plata. Le dábamos diversión a la gente.

Sobremonte 02

Los mitos y la verdad

Aracil gesticula, mueve los brazos con cierta exageración y se acomoda el pelo que, como desde hace años, cae sobre sus ojos. Es un personaje conocido en Mar del Plata y sobre él siempre rondó el fantasma, el mito, de todo lo que sucede en la noche más oscura: diversión y drogas.

-El mito urbano dice, y seguramente lo escuchaste, que en Sobremonte se vendía droga. ¿Sí?

-Por supuesto que lo escuché, pero Sobremonte jamás vendió drogas. Eso sí, nosotros no estamos en el bolsillo de la gente, no somos policías. La gente iba a divertirse y nosotros lo que vendíamos era baile. Y bebidas, claro. No era La Lecherísima. Siempre está eso de que, como los chicos, a la gente lo que no le gusta lo rompe. No aceptan el éxito. ¿Te crees que no sabíamos que nos escuchaban los teléfonos? En la época de la Maldita Policía teníamos que cuidarnos de ellos para que no nos metieran nada en los cajones. Teníamos peleas, problemas, navajazos pero teníamos un grupo de seguridad que funcionaba. A la mañana siguiente el nene estaba llorando, para su mamá era el nene más bueno del mundo pero a la noche era el Demonio de Tasmania.

-¿Y eso de poner una enfermería dentro de Sobremonte?

-Nosotros fuimos pioneros en poner una enfermería. Quise poner un desfibrilador y nunca la entendieron. En La Caseta y en el Divino Beach también puse enfermería. Porque siempre teníamos que llamar a la ambulancia porque la nena se había cortado el piecito con un vidrio. Pusimos médicos y dejamos casi de llamar a la ambulancia. Éramos una pequeña población de 8  mil habitantes. En La Caseta llegamos a tener 14 mil una noche, era un pueblo.

-¿Y la enfermería atendía a los que se excedían también?

-Pero sí… atendíamos a los borrachos y te digo una cosa que no muchos saben. Nosotros entrenábamos a los barmans para que no patearan al caído. Si el tipo está borracho no le vendías más.

-Sobremonte se usa como sustantivo en más de una generación, como sinónimo de noche. ¿Cómo eran los ’90, qué noche recordás por sobre otras?

-Recuerdo a Diego Maradona, claro. Cuando llegó Carlos Dutil, de la Revista Noticias, y lo quiso escrachar en la época de Sol sin Drogas. Siempre que venía Diego eran nubes de paparazzi que saltaban por los paredones. Diego fue una cosa que nunca vi en mi vida, lo que generaba él, ese revuelo. Irrepetible. Tenía relación con Guillermo Cóppola y lo cuidábamos a Diego. Siempre a las personalidades en el Vip las cuidábamos, no dejábamos que entrara el paparazzi a escrachar porque alguien estaba con una copita de champagne. Y Dutil, ya se murió y Dios lo tendrá vaya a saber dónde, descubrió una puertita de emergencia que teníamos y entró. Y me pidió permiso para escrachar a Diego porque estaba con dos chicas. Y le dije que no. Me dijo, o “Lo escracho a Diego o te escracho a vos”. ¿Y qué pasó? Al otro lunes mi mamá me llamó para decirme que en Noticias me hacían una nota como el Poli Armentano marplatense, jefe de la droga de la provincia de Buenos Aires.

-La noche, sus excesos, el baile y el éxito. ¿Hasta dónde llegó el concepto Sobremonte?

-Sobremonte tuvo tanto éxito en los ‘90 que abrimos en Buenos Aires, en Puerto Madero, en el Dock 4. Fuimos un suceso. Duramos hasta que se fue De La Rúa. Él se fue en helicóptero y yo en un avión de American Airlines, porque estalló el país. Tuve que hacer una quiebra de la cual no me repuse jamás. Porque eso fue una inversión de 8 millones de dólares… fueron los Gun’s And Roses, los Rolling, Jennifer López, Cindy Crawford, la noche Audi. El año nuevo de 1999 a 2000 hicimos una balsa flotante donde tocó Lalo Schifrin. Era el Ópera House de Sidney. Duró poco, 4 años, pero icónico en Buenos Aires.

-Fue el mejor boliche de Mar del Plata por años. ¿Nadie le pudo competir?

-Fue uno de los más grandes del país. Sobremonte cargaba 8 mil personas, cuatro restaurantes, diferentes tipos de música…

sobre

De los inicios al final

-¿Cómo llegás a ser el referente de Sobremonte?

-Sobremonte era una casa de té en la entrada de tierra a Mar del Plata. Yo en el año ‘83 me hice cargo de la marca y el primer sábado después de que yo agarro fueron 4 parejas. Y eran amigas mías. Yo había vivido 3 años en el exilio, en los años negros de Argentina, y mi papá al regresar me ofreció la estación de servicios de San Juan y Juan B. Justo. Eso fue después del Mundial y Sobremonte estaba fundido. Después hago un negocio con la estación de Servicios de Miramar. Yo traía la idea de Europa de que la gente bailara sola, no en parejas. “Danzar es humano, Sobremonte es Divino”… ¿Te acordás?

-Sí, claro…

-Mirá, la gente venía a Sobremonte y después a Mar del Plata. No lo digo de canchero, la gente salía el viernes de Buenos Aires para bailar en Sobremonte y después aprovechaba el fin de semana en Mar del Plata. En los 80 fuimos los primeros en traer a Soda, a Los Abuelos, a Charly. Vinieron presidentes, Diego Maradona, los jugadores de fútbol. Yo pregunto: ¿Quién no tuvo una historia en Sobremonte? Si todos los marplatenses lo estamos llorando. Yo empecé en la barra, despachaba tragos. Yo rompí con el estimga de la boite, a la que se iba en parejas, porque en Europa ya la gente bailaba sola. Todo se transformó y ahora son todos bares con música de cumbia colombiana que no se sabe de dónde salimos nosotros. Argentina era la Inglaterra de Sudamerica. Sobremonte traía a todos los discjockey de renombre internacional. Hoy Mar del Plata no tiene una discoteca, son bares con baile y encima es cumbia…

-¿Creías antes de aquella fecha del operativo de AFIP que ya Sobremonte tenía fecha de cierre por los cambios culturales?

-No… a nosotros nos mató la cumbia. Nos mató la falta de educación. Éramos la Inglaterra de Sudamérica. Íbamos de gira a Perú, a Chile, con Soda, con los Abuelos, todo empezaba allá en Sobremonte. Eramos eso. Después con el tema de la cumbia… porque se cayó la cultura general en este país. Sobremonte se fue apagando porque todo esto nos quitó las ganas de seguir.

-¿La ciudad apoyó a Sobremonte en su caída o le dio la espalda?

-La ciudad se quedó absorta, mirando. Claro están los que piensan “mirá éstos, en algo andarían” y entonces les cierra la historia como la de Al Capone: “éste andaba en la droga y lo agarraron por impuestos”. Pero los chats nuestros es cantidad, cientos y miles de marplatenses que extrañan las noches de Sobremonte, saben que todo tiempo pasado fue mejor y saben que no va a volver por los próximos 20 ó 30 años un lugar como ese. Tan divertido y sano. Repito, sano. Vos ibas a cenar y te quedabas a bailar. Y tenías una novia en Coyote y otra en Sobremonte. Y las chicas tenían un novio en Coyote y otro en Sobremonte. Y todo el mundo estaba feliz. Hicimos feliz a la gente. Ahora viene a Mar del Plata y es un velorio. Mar del Plata era una ciudad metida en el circuito mundial y ahora te dicen “¿Mar del what…?”

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Aracil dice ahora vivir de la tierra. En la zona de Estafeta Chapadmalal tiene “un pedacito de tierra”, donde cría caballos y además tiene “un campito” que le dejó el padre. “No estoy en ningún emprendimiento. Hasta que no resuelva esto no puedo encarar nada. A mí me tiraron al fuego… Yo no le echo la culpa al juez, no digo; “¡ay! la señorita me tiene bronca…” No pero esto es lo que me toca y ahora soy yo, somos nosotros, los que tienen que demostrar todo.

-¿Hablaste con Boudou sobre esto?

-Con Boudou no volví a hablar. Él nunca tuvo que ver con Sobremonte. Pasó música y después se pasó a Frisco. Antes de ese fatídico 14 de enero de 2014 yo hacía años que no tenía relación con él. Pero alguien me dijo, “si vos no te metes en política, la política se mete con vos”. Guau ¿no?