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Deportes 28 de diciembre de 2017

El año en el que seguimos viviendo en peligro

Balance del fútbol y repaso de todo el deporte. Lío hizo magia para salvar a la Selección del abismo. Independiente y Lanús, buenas noticias. El descenso de Aldosivi y en la Davis, el fin de la autarquía del Enard. Casetta de Oro.

Messi extraordinario en Quito. Uno de sus tres goles, los que le dieron la clasificación a Argentina frente a Ecuador. La Selección estuvo al borde del abismo.

Por Vito Amalfitano
@vitomundial

A la hora del balance del deporte argentino 2016 titulamos “El año en el que vivimos en peligro, pero con Davis y pesada herencia olímpica”.

Todo empeoró. En el deporte y en la vida. Estuvimos más en peligro, pero en la Davis nos fuimos al descenso y la “pesada herencia” ya quedó más lejos y con un futuro más incierto, por el fin de la autarquía del Enard, que hizo posible aquella histórica performance olímpica en 2016. Las promesas de que el Enard seguirá con buena financiación, teniendo en cuenta de quienes vienen, solo se tienen que tomar como eso, promesas. Lo cierto es que ya la fuente de ingresos no llegará del impuesto previsto por la ley de 2009 sino que dependerá de la decisión estatal. Un paso atrás. Se va un año difícil, es cierto, complicado. Con una luz por la reacción del final.

La Selección Argentina de fútbol estuvo al borde del abismo y recién con la aparición mágica de Messi en Quito en la última fecha se logró el pasaporte al Mundial. Los vaivenes del equipo fueron también de arrastre tras los desatinos de 2016, con una intervención del gobierno en la AFA que provocó una crisis y generó la renuncia de Gerardo Martino, el entrenador con el que el equipo nacional estaba primero en las eliminatorias. El 2017 lo arrancamos con Edgardo Bauza y lo terminamos con Jorge Sampaoli. Nunca hubo una idea. Todo fue confusión. Y sí fue magia la clasificación, por Messi. En el medio la locura de un cambio de cancha para el partido casi decisivo con Perú, como si eso fuera el causante de la situación límite de la Selección. Lo de la Bombonera pareció más un acto de campaña que una ayuda para Argentina. El empate con el equipo de Gareca, tras las igualdades también decepcionantes frente Uruguay en Montevideo y Venezuela en River, fue una bomba que no detonó como un “boomerang”, en esa campaña, gracias al Lío que hizo Messi en Quito.

Ahora todo está para “barajar y dar de nuevo” para Rusia 2018, con la necesidad de aprender a jugar para saber usar mejor el “as de espadas”. Pero una cosa es “engañar”, en el truco y en el fútbol, y otra muy distinta confundir, con demasiadas excentricidades tácticas. Si Sampaoli no se aferra tanto a sus caprichos de laboratorio y sólo profundiza su perfil de técnico con vocación por encontrar más variantes ofensivas, Messi podrá contar con un funcionamiento mejor alrededor. Será clave el orden detrás de él, la estructura, y también el abastecimiento, para que por fin pueda desequilibrar en libertad.

En el fútbol argentino de clubes la saludable noticia fue Independiente. Porque con un estilo de vuelta a las fuentes logró el título de campeón de la Copa Sudamericana y regresó al primer plano internacional después de siete años y descenso por medio. Independiente, si es fiel a su historia, es siempre una guía en malos y buenos tiempos en nuestras canchas.

A Lanús, en realidad, en el mismo camino, sólo le faltó el sello. Pero con buen fútbol, con audacia, coraje, y épica en el 4 a 2 a River, el partido más extraordinario del año, dejó igual su marca en 2017. Año ambivalente para el propio River y para Boca.

River puede acreditar un título, el de campeón de la Copa Argentina. Y llegó a semifinales de la Libertadores, pero su traumática eliminación, justamente en ese partido ante Lanús, empañó todo. Una mancha similar a aquella de Peñarol, no tan grande como la del descenso.

Boca, por su parte, se mantuvo primero un año entero, y es todavía el actual campeón. No abandonó la punta del fútbol argentino desde aquel 4 a 2 a River del final de 2016. La tarde en la que Tevez enmudeció el Monumental. Aunque Carlitos dilapidó rápidamente todo su capital de supuesto ídolo al mantener un mes a los hinchas en dudas sobre su continuidad y elegir la comodidad de la “embajada” en China. Y ahora llega una nueva novela sobre su posible retorno. El sabor amargo de Boca es no haber tenido participación internacional, por todos los errores acumulados anteriormente por la conducción que desde que asumió le dijo a los hinchas que sólo tenían que tener preparado el pasaporte. Los 26 goles de Darío Benedetto fueron su otra gran noticia, con la tristeza de la dura lesión que lo deja afuera por varios meses y hasta le corta el sueño de Mundial.

Delfina, Belén, Feuillasier, el descenso de Aldosivi

Para el deporte argentino en general fue un año de escaso rédito. Juan Martín Del Potro levantó al final y la victoria sobre Federer en el US Open fue su punto más alto. Pero ni por asomo alcanzó el nivel de su increíble 2016, cuando “volvió a ser jugador de tenis”, llegó a la histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos y comandó a Argentina a ganar su tan postergada primera Copa Davis. Este año no aportó ni siquiera ante el peligro del descenso, que llegó inmediatamente después de la consagración.

La nadadora Delfina Pignatiello fue la ganadora del Olimpia de Oro más joven de la historia, con tan solo 17 años. Más allá de sus reales méritos, con una gran actuación en el Mundial juvenil de Australia, es la demostración de que no había figuras mayores de relieve.

De lo nuestro lo mejor fue Belén Casetta. Orgullo de Mar del Plata. No sólo por sus récords en el Mundial de atletismo de Londres, sino por lo que significa en perspectiva de género (la primera mujer argentina en llegar a una final mundial de pista) y por su historia de vida, de lucha contra las adversidades y su vocación por seguir estudiando medicina. La nota destacada fue la de Patricio Garino a la NBA. Y también fueron Olimpia de Plata el patinador Ken Kuwada y el remero Cristian Rosso.

Marplatense de paso gigante en el exterior fue Francisco Feuillasier, de Cadetes de San Martín, nada menos que a Real Madrid. El debut en la primera de “La Casa Blanca” del fútbol fue lo más parecido al “sueño del pibe”.
En básquetbol quedó la muy buena imagen de Quilmes, con una semifinal nacional y otra sudamericana, certamen en el que debió llegar a la definición. Transición mediocre de Peñarol, con el detalle saliente del pase del ídolo Leo Gutiérrez de jugador a entrenador. El título de Sporting en el U 13 Argentino de Clubes y el subcampeonato de Unión en el U 17.

Círculo Deportivo salió campeón absoluto del fútbol de Mar del Plata y el que más lejos llegó en el Federal B. Más allá de la buena temporada y los esfuerzos destacables de Kimberley. Alvarado pasó de lo extradeportivo en el comienzo del año a lo deportivo a la expectativa en el final.

El trago amargo fue el descenso de Aldosivi, con todo lo que el fútbol de Mar del Plata soñó con llegar a primera. Tarde llegaron ahora los refuerzos para tener un equipo competitivo. El equipo, con cambio de técnico, de Perazzo a Alvarez, no mejoró aún en el juego pero está muy bien en la tabla. En el año en que seguimos viviendo en peligro, siempre está el sueño de volver.

El desconsuelo de Jonathan Galván por el descenso de Aldosivi. Tanto costó llegar a primera y se perdió la oportunidad. Ahora se lucha por volver.

El desconsuelo de Jonathan Galván por el descenso de Aldosivi. Tanto costó llegar a primera y se perdió la oportunidad. Ahora se lucha por volver.



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