Enero terminó con un buen balance por parte de los operadores turísticos. Sin los números disponibles de todos los rubros todavía, la mejora respecto otros años fue tan evidente que aseguran, sin miedo a equivocarse, que el último fue el mejor enero de los últimos cuatro años.

En una recorrida que hizo LA CAPITAL por la peatonal San Martín y la arteria comercial por excelencia Rivadavia, todos los comerciantes consultados coincidieron en señalar que no sólo vino más gente, sino que también decidieron comprar, dejando en la ciudad parte de lo destinado para las vacaciones.

Empleado de una zapatería tradicional de la ciudad dedicada al cuero aseguró que hubo turistas que llegaron a llevar más de tres pares de zapatos (por encima de los $1.500) en una sola venta. “Los que más gastan son los que viven fuera de la provincia de Buenos Aires. Según me dice acá están mucho mejor los precios, entonces llevan para no tener que comprar en sus lugares de origen”, señaló, aunque indicó que el bonaerense también “compra mucho”. “De diez personas que entran al local, compran ocho”, graficó. La estadística fue pedida en el resto de las consultas a comerciantes y no hubo quien bajara del número 7.

Por ejemplo, Matías, dueño de un local de accesorios ubicado en plena peatonal señaló que los que entran y no compran suelen ser marplatenses. “Vienen, miran y capaz planean venir después, cuando haya menos gente”, señaló.

“Pero así y todo se está trabajando mucho y muy bien. Vino gente con ganas de gastar, sobre todo jóvenes”, señaló, coincidiendo con el análisis que arroja que este verano el turismo “menor de 30 años” fue una de las causas del éxito en términos económicos.

A unos veinte metros, por la calle Santa Fe, una regalería ya está llena pese a que sólo pasaron unos minutos después de las 10.

Una empleada del local asegura que “siempre” es así. O al menos durante este verano. “Estamos hace varios años y sí, esta temporada definitivamente vino más gente”, señaló y en la propuesta de aventurar porcentajes de compradores, lanzó, con seguridad, que de 10 clientes que entran, “compran 9 y hay días que los 10”. “Vendemos productos accesibles, por lo que es fácil encontrar un mate, un cuadrito o algo para llevar de recuerdo que sea lindo y que además esté a buen precio”, indicó.

Otro reflejo de una buena temporada es el horario de cierre de los locales comerciales. Según pudo saber LA CAPITAL, aquellos ubicados sobre la peatonal suelen dejar sus puertas abiertas hasta las 2 de la madrugada, mientras que aquellos en las calles transversales bajan las persianas a las 12. “Todo depende del día. En la semana se puede cerrar antes, pero viernes y sábado no. El horario en el que más se vende es después de las 22.30/23, cuando la gente sale de comer o del teatro”, señaló un empleado de una casa de decoración que abrió hace poco más de un mes. Durante el día, en tanto, el horario fuerte es antes del mediodía. “En el camino a la playa la gente compra. Después de las 13 y hasta las 16/17, si hace calor, no pasa nadie por el centro: están todos en la playa”, aseguró.

La compra en tarjeta

En centro comerciales techados el balance de enero también es positivo. Clásico refugio de las altas temperaturas o la lluvia, el Paseo Aldrey también vivió enero con la fuerza de un importante arribo de turistas a la ciudad.

Al igual que en el centro de la ciudad, varios rubros coincidieron en señalar con satisfacción el buen nivel de ventas experimentado.

En el sector de perfumería, la clientela aumentó y no hubo reparos en gastos. “Vino mucha gente y muchos -la gran mayoría- entraban para comprar, no solo para consultar. Estamos contentos”, señalaron.

A su vez, gran parte de los consultados coincidieron en señalar que el método de pago elegido por una amplia mayoría es la tarjeta de crédito.

“Todos quieren las cuotas sin interés, pero si no hay igual pagan con crédito. Es entendible porque por seguridad ya nadie anda con el efectivo encima, y menos si estás de vacaciones y querés estar cómodo, sin preocupaciones. Así que sí, el posnet estuvo a full todo el verano”, señaló un empleado de una casa deportiva.