El bullying en las escuelas: “Muchas veces el origen está en los padres y en los conflictos mal resueltos”
La especialista Mónica Bornia remarcó que ninguna de las violencias -la social, la moral, la económica, la intrafamiliar y la escolar- distingue por género ni clase social.
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LA PLATA (Corresponsal).- Los resultados de las pruebas Aprender de este año revelaron que, en 2017, seis de cada diez alumnos de las escuelas primarias y secundarias vieron o participaron de situaciones de discriminación y/o bullying adentro del aula.
Más allá de los números en sí, los datos que recogió el dispositivo nacional de evaluación de estudiantes evidenciaron que el acoso escolar es claramente reconocible para niños, niñas y adolescentes de nuestro país.
“Hoy los chicos están concientizados sobre el bullying”, aseguró Mónica Bornia, coordinadora del equipo interdisciplinario sobre hostigamiento escolar de la Defensoría del Pueblo bonaerense, y agregó que “ahora estamos tratando de ir más al origen de la cuestión, que muchas veces son los padres y los conflictos mal resueltos”.
Entrevistada por LA CAPITAL, Bornia -a cargo del organismo desde hace 7 años- contó que “también estamos interviniendo en el tema de la violencia intrafamiliar y en la detección de otras problemáticas en la escuela como, por ejemplo, en el manejo de los docentes cuando un chico tiene algún problema”.
“Vemos que a veces no son cuidadosos en cómo se lo comunican a los padres y eso también genera violencia escolar”, remarcó.
– ¿El bullying es más habitual ahora que antes?
– La violencia en el ámbito escolar existe desde hace mucho tiempo pero no en las mismas condiciones que ahora: existía la cargada y llamar ‘cuatro ojos’ al que usaba lentes, por ejemplo, pero la diferencia es que antes la madre o el padre seguramente iban a tener una conversación en la casa explicándole al chico que no está bien que alguien sufra, y además lo iban a hablar con los docentes. Hoy en día, muchas veces la familia y la escuela no están en la misma vereda, no trabajan en el mismo sentido. Por otro lado, actualmente tenemos problemáticas sociales y familiares que detonan en la escuela, entonces es todo más complejo. Y el bullying es mucho más violento también; excede de la cargada y pasa por otro tipo de sufrimiento.
– ¿Cuáles podrían ser las causas del aumento de la violencia?
– Todo pasa por la educación, pero no me refiero a la formal que brinda el sistema escolar o académico, sino a la educación del medio en el que se vive, del hogar, de los medios de comunicación… esa educación está bastante degradada y, lo que los chicos absorben, en algún lado lo tienen que volcar. Los chicos son el reflejo de la sociedad adulta porque somos nosotros quienes los educamos.
– ¿Cómo está la Provincia en materia de reglamentos para prevenir y sancionar el bullying?
– Normativamente estamos fantástico, pero luego es complicado que esas normas operen en la realidad. Leyes hay muchas y muy buenas, lo que falta es gente que esté dispuesta a cumplirlas y, sobre todo, a conocerlas bien.
– ¿Se refiere a que falta crear cargos para aplicar estas leyes o se podrían efectivizar con el personal que ya trabaja en las escuelas?
– Las dos cosas. Debería haber mayor capacitación a nivel docente y también más recursos humanos afectados. Los docentes dicen que no pueden hacer todo: abordar lo pedagógico, la cuestión social y familiar, la alimentación… son un montón de cosas que los exceden.
– ¿Encuentra diferencia entre la escuela pública y la privada?
– Por ahí son diferentes las formas en que se manifiestan las violencias, pero las hay en todas las escuelas. Algo bueno del sector público es que está mucho más preparado para abordar la problemática porque obligatoriamente tiene que contar con Equipos de Orientación Escolar (EOE). En cambio los colegios privados, como no están obligados, muchas veces no los tienen por una cuestión económica. Lo que sí quiero remarcar es que ninguna de las violencias -la social, la moral, la económica, la intrafamiliar y la escolar- distingue por género ni clase social.
.- Dos líneas de trabajo
El equipo de trabajo sobre hostigamiento escolar de la Defensoría del Pueblo actúa en dos líneas: por un lado, atienden el reclamo puntual de un padre, madre o docente; por el otro, brindan capacitaciones y charlas en escuelas y otros ámbitos educativos de toda la provincia.
Para más información, los interesados se pueden comunicar al mail: [email protected] o al teléfono: (0221) 512 8200, interno 331.