La Ciudad

El caballito de mar es autóctono y lo declararon especie protegida

Fue declarado Monumento natural de Mar del Plata. El caballito de mar es una especie autóctona de la ciudad ya que se cría frente a las costas marplatenses. Identidad, monumento natural y visitas guiadas.

Por Natalia Prieto

np@lacapitalmdq.com.ar

Mar del Plata alberga a una de las especies marinas más exóticas: el caballito de mar. Una de las poblaciones estables del país del “Hippocampus Patagonicus” vive frente a las costas locales y la otra lo hace a la altura de Monte Hermoso.

Asimismo, en la escollera norte existe una reserva natural.

“Es un lujo, una joya”, dijo a LA CAPITAL la doctora María Gabriela Pujol, bióloga marina a cargo desde hace más de quince años del proyecto “Hipocampo en Mar del Plata” y coordinadora general del Museo Municipal de Ciencias Naturales.

Los caballitos de mar solían aparecer en la costa después de las tormentas, o en las redes de los pescadores, o eran vistos por los buzos en sus inmersiones. Esto último le pasó a Pujol y la motivó para investigar.

Así fue que “comenzamos a describir la población existente en el espejo de agua formado por las escollera Norte y Sur, determinando los parámetros poblacionales y su relación con los ambientes impactados antropicamente como es el puerto”, explicó la bióloga marina.

Entonces, estudiaron las medidas de los ejemplares, los sexos, la época reproductiva, entre otras variables, como así también su relación con el medio ambiente.

Después de los estudios realizado se declaró al caballito de mar “Monumento Natural de Mar del Plata”, que es “el mayor estatus de protección que tiene una especie animal o vegetal”, advirtió Pujol.

Este pez “bien marplatense” se distribuye frente a las costas argentinas hasta Puerto Madryn. La otra población estable con la que cuenta Argentina se estableció frente a Monte Hermoso. Además, con sus investigaciones, identificaron que “el hipocampo llega hasta la costa de Brasil, probablemente hasta la desembocadura del río Amazonas”, detalló Pujol.

Doctora María Gabriela Pujol, coordinadora general del Museo Municipal de Ciencias Naturales.

Características

Los caballitos de mar son peces óseos, miembros de los teleósteos, respiran a través de branquias y poseen una vejiga natatoria. Tienen un esqueleto de placas óseas que se articulan formando una armadura recubierta por piel y no tienen escamas, se alimentan de pequeños crustáceos a través de una boca en forma de tubo. No tienen lengua ni dientes y el alimento es succionado produciendo un chasquido. Un hipocampo adulto llega a medir, en promedio, once centímetros.

Una de las características de la especie es que el macho se embaraza. La hembra, luego de un complejo cortejo de apareamiento, deposita los huevos en una cavidad en el abdomen del macho, donde son fertilizados.

Luego de un período de gestación, que varía según la especie, el caballito padre realiza lo que parece un verdadero parto: se contorsiona y libera a las minúsculas crías a través de la abertura de la bolsa. En el “Hippocampus Patagonicus” la gestación dura entre 20 y 23 días. Los animales viven, en promedio, en su hábitat natural entre seis y siete años.

Identidad

El “Hippocampus Patagonicus” fue declarado “Monumento Natural de Mar del Plata”, título que comparte con el lobo marino de un pelo, y es tomado como “especie bandera” para acciones de educación y concientización.

Como señal de identidad, está representado “en muchos lugares, ya sea en la arquitectura o los logotipos de empresas, porque se asocia inmediatamente con los ambientes marinos”, señaló Pujol.

Asimismo, destacó la importancia de que “Mar del Plata tenga esa población estable”, porque refiere a un animal “icónico y emblemático”, ya sea en materia de identidad como de herramienta para muchos programas de educación ambiental.

“La imagen icónica de la ciudad -analizó- la ocupa el lobo marino, pero la colonia del puerto está compuesta por machos solteros que no han reproducido todavía o los echaron de sus harenes. Son emblemáticas por su relación con el ambiente, como pasa con el yaguareté, la ballena franca o el oso hormiguero”.

Incluso, en algunas construcciones quedó reflejada la particular silueta del animal oriundo de la ciudad, como en el caserío vasco de Castelli y Alem, que adorna su frente y los postigones, en uno de los diseños del arquitecto Antoní Gutiérrez Urquijo.

Los caballitos de mar se pueden observar de cerca, sin necesidad de bucear, en el Museo Municipal de Ciencias Naturales, ubicado en Libertad 3099 (plaza España). Más información al teléfono 4738791.

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