Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata
“Parece que hasta hubo piñas”, deslizó el funcionario judicial mientras fumaba un puro en el sector habilitado del rooftop Furia y desde el amplio ventanal observaba, desde las alturas, la belleza de la Torre Tanque y el paisaje costero. Se refería –en su distendida charla con titular de constructora de primera línea de la ciudad– a los hechos que se habrían registrado entre un funcionario provincial y un alto jefe policial, en la previa al descabezamiento de la cúpula –¿una más y van?…– de la Departamental de Policía. Como se informó, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires designó al comisario inspector Cristian Fontana al frente de la Departamental de Policía de Mar del Plata, en reemplazo de Edgard Vulcano, quien asumirá como subjefe. La decisión se tomó luego de una serie de evaluaciones internas y cambios en áreas clave de la fuerza, en medio de un contexto de creciente preocupación por los hechos de inseguridad en la ciudad. “Ojo que en cualquier momento llegan las fuerzas federales que anunció la ministra Patricia Bullrich en una de sus recientes visitas a Mar del Plata”, chicaneó el hombre de la justicia.
A todo esto, en el salón, en mesa de cuatro funcionarios provinciales que habían integrado horas antes parte de la comitiva que acompañó al gobernador en su visita a Mar del Plata, y tras haber felicitado al chef Patricio Negro –uno de los máximos referentes de la gastronomía marplatense– por los platos que habían degustado (carpaccio de langostinos, tartar de ojo de bife, calamar grillado y penca de vacío, cerrando con torta vasca con salsa de frutos rojos y crème brûlée), a la hora del café, y cerca de la mesa que ocupaba el periodista, hablaban de los pros y los contras de los cambios de lugares de votación que involucran a millones de bonaerenses. Lo cierto es que en la provincia de Buenos Aires, tierra del conurbano profundo, las diagonales imposibles y los padrones más densos del país, hay una novedad que agarró desprevenido a más de uno: millones de ciudadanos van a votar en una escuela distinta, como ya lo adelantó este medio. ¿La razón? Un algoritmo. Sí, uno de esos cerebros invisibles que piensan por nosotros. Dicen –con tono científico– que la idea era “acercar al elector a la escuela más próxima a su domicilio”. Y puede que tengan razón. Lo que no dijeron es que al 80 % de los votantes los mandaron a otro lado. Algunos más cerca; otros a lugares que ni el GPS conoce.
Las elecciones del 7 de septiembre (provinciales) y del 26 de octubre (generales) se vienen con esta novedad en la mochila: el padrón cambió, y no porque lo haya ordenado un puntero, sino porque lo decidió un modelo matemático entrenado en una computadora. Y claro, en tierra fiscales con mate y urnas que viajan en remises, la idea de que la inteligencia artificial organice el padrón suena entre futurista y surrealista. Algunos se entusiasman: “¡Al fin se moderniza el Estado!”. Otros, más curtidos, desde la oposición se preguntan en voz baja: “¿Y si el algoritmo también cuenta los votos?”. Por ahora, lo que sí se sabe es que todos, del oficialismo a la oposición, están corriendo a revisar sus planillas, porque en el barro electoral, cada mesa cuenta. Mientras tanto, en las unidades básicas, en los comités y en los búnkeres libertarios, la pregunta no es ideológica ni doctrinaria. Es práctica, urgente y existencial: ¿dónde voto, capo?…
“Hay que ver cómo reacciona el Congreso después de la apretada que les pegó el presidente por cadena nacional”, disparó uno de los funcionarios que había estado por la tarde recorriendo las obras en la Rambla cuya primera etapa, dijo, estará finalizada antes del verano. Este funcionario se prendió en otra acalorada discusión con subsecretario de Ministerio de Producción, quien se mostró convencido de que la economía y la temperatura del bolsillo serán determinantes en las elecciones que se avecinan. Casi sin darnos cuenta, dijo, el changuito del súper se fue transformando en tarjeta. “La de crédito, que ahora hace las veces de salvavidas para llegar a fin de mes con algo para poner en la mesa”, explicó, en base al informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Facultad de Ciencias Económicas, UBA) que destacó que hoy casi la mitad de las compras en supermercados se paga con tarjeta de crédito. Y tiró números: entre diciembre de 2023 (el primer mes de la era Milei) y mayo de 2025, el uso del plástico para compras en supermercados subió del 39 al 46 %. En el mismo período, el efectivo se achicó del 20 al 16 % y el débito, del 34 al 27 %. ¿Traducción? La clase media y trabajadora se está financiando el almuerzo con cuotas. Y eso, en un país donde la inflación desacelera pero los ingresos no aceleran, es una señal de alarma que suena cada vez más fuerte.
El informe apunta que mientras algunos festejan brotes verdes, el consumo no florece. “Cerraron 16.000 kioscos en el último año en Argentina. La recesión económica, la falta de regulación de grandes cadenas y los costos operativos son algunos de los principales factores. El número de kioscos activos cayó de 112.000 a 96.000 en un año”, dijo. En tanto, las ventas en supermercados mayoristas cayeron un 5 % interanual en mayo y, aunque los supermercados registraron una leve suba interanual (6,1 %), siguen vendiendo un 28 % menos que al inicio de este gobierno. En los mayoristas, el retroceso es todavía más dramático: 34 % abajo respecto de diciembre de 2023. Y esa noche aún se desconocía el informe que dio a conocer la UCIP de Mar del Plata sobre las ventas negativas del mes de julio, y del cual se desprende que la disminución con respecto al mismo período del año pasado, midiendo unidades físicas, fue del 12,7 % para el mes. “El consumo masivo se sostiene a fuerza de endeudamiento y resignación. La tarjeta, lejos de ser un recurso para comprar un electro o aprovechar una promo, pasó a ser la aliada silenciosa de la heladera vacía. Y si bien en Balcarce 50 hacen cuentas para mostrar que algo se está moviendo, la calle sigue oliendo a licuadora, a salario flaco y a changuito más liviano que nunca”, se escuchó. “Está todo muy bien, muy mal en realidad, pero en las encuestas estamos palo a palo y pese a la motosierra, el ajuste y los vetos de Milei, son muchos también los que no quieren saber nada con volver al pasado, a la inflación descontrolada y a los piquetes y subsidios para todos. Soy peruca, quiero que ganemos, claro, pero también escucho lo que se dice en la calle. Hay que salir un poquito más de los cómodos despachos”, sentenció el funcionario más veterano al alejarse de la mesa para atender una llamada en su celular y al mismo tiempo pagar la cuenta.
Una multitud estimada en 25 mil personas, según los organizadores, disfrutó de la segunda edición del Cafest. El Festival del Café Marplatense tuvo una gran convocatoria y el municipio destacó que el evento llegó para quedarse. Hubo degustaciones, charlas, música electrónica y una exposición de emprendedores locales. Y en Villa Victoria y Villa Mitre, entre 38 marcas locales de cafeterías, tostadores, productores y pastelerías marplatenses, también hubo jugosa data. De las charlas informales surgieron adelantos y confirmaciones. En tal sentido, se estableció que el 8 de diciembre abrirá la segunda sucursal marplatense de Coto en el complejo Bendú, en la ex Manzana de los Circos del Puerto, al tiempo que, como se publicó en esta columna, avanza la instalación del primer Hard Rock Café en Mar del Plata, en Güemes 3092, que generará entre 80 y 100 entre directos e indirectos (desde mozos a fabricantes de gorros). “Y ahora, como Londres, Nueva York, Tokio o París, Mar del Plata va a estar en las remeras de Hard Rock Café”, graficó el intendente Guillermo Montenegro en sus redes sociales. ¿Cuándo será la apertura? Fines de noviembre o diciembre a más tardar, según pudo saberse. A todo esto, concesionario de La Perla, elogiado por el bronceado que mantiene todo el año, resaltaba el avance de las obras de la construcción de rampas en el balneario Perla 5. “El próximo verano –dijo– será una playa accesible de alto nivel”. En grupo cercano, empresario resaltaba la importancia del encuentro a realizarse el viernes 22, en el Hermitage, en el que disertará el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini. “Diálogo empresario para el desarrollo”, el espacio de UCIP para la búsqueda de soluciones del sector, contará además con la presencia del titular de CAME, Ricardo Diab; la presidenta de la Cámara Argentina de Turismo, Laura Teruel; el titular de la Federación Económica de la Provincia, Camilo Alberto Kahale, y el presidente de la Asociación de Industriales de la Provincia, Silvio Zurzolo.
Los responsables del Ente Municipal de Turismo y Cultura, en tanto, celebraban que la ciudad fue reconocida como el segundo destino con más eventos a nivel nacional y el primero del interior. “La Mar del Plata de todo el año no depende de un feriado más ni del precio de un churro”, dijo Bernardo Martín, titular de ese organismo. En tanto, Valeria Méndez, directora de Turismo y responsable de la marca Visit Mar del Plata, explicaba junto a Johana Panebianco (a quien le pedían una pronta tercera edición de Cafest) que “en el 2024 registramos la realización de 983 eventos en la ciudad de Mar del Plata, entre los cuales se destaca que el 37 % fueron eventos culturales, fiestas y festivales; el 34,6 % corresponde a congresos y convenciones; y el 22 % fueron exposiciones, muestras y ferias. De todos ellos, 9 fueron validados por ICCA (International Congress and Convention Association), lo cual es un número altamente significativo”, finalizó.
Sobre el turismo, aunque lejos de Villa Victoria, específicamente en el despacho de un funcionario económico, sobre la mesa, hay un mapa de la Argentina con un alfiler clavado en Ezeiza. No es decoración: “Por acá se nos escapan los dólares”, dijo, y no miró a nadie, como si la frase flotara sola en el aire. Los números son para agarrarse fuerte: en 18 meses, el turismo dejó un agujero de 11.000 millones de dólares en la balanza comercial. Para que se entienda, es más de la mitad del préstamo que el FMI nos dio con cara de inspector de cuentas. En la Casa Rosada lo describen como “los peores 18 meses desde que hay registros”. Afuera, en las veredas de los ministerios, se murmura otra cosa: que el dólar barato es un regalo envenenado que algunos en el Gobierno sabían que iba a pasar…Pero nadie quiso ser el primero en decirlo. Mientras tanto, en los cafés del Congreso, diputados oficialistas deslizan que el turismo “no vota” y que la prioridad es otra: mantener a raya el precio del boleto urbano y el kilo de pan. La oposición, en cambio, huele sangre: ya hay proyectos para “frenar la fuga turística” que son, en la práctica, una forma elegante de decir “cerrá la puerta, que se nos van todos”.
Un pedido que crece. La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata (AEHG) le solicitó al gobierno de Javier Milei el regreso del feriado por el 12 de octubre. Frente a la caída que tuvo el turismo en Mar del Plata durante las últimas vacaciones de invierno, el sector hotelero y gastronómico local, volvió a exigirle al gobierno nacional de Javier Milei que vuelva el feriado del 12 de octubre, que conmemora el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Presentaron una nota al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, para que Casa Rosada modifique el Decreto 1027/2024 y declare feriado nacional el viernes 10 de octubre. De esta forma, quedaría compuesto un nuevo fin de semana largo con fines turísticos. “Vemos con profunda preocupación la crisis que atraviesa el sector; las estadísticas públicas y privadas demostraron la caída de visitantes y consumo en lo que va del año, lo que ha impactado negativamente en las empresas”, expresaron los sectores hoteleros y gastronómicos de Mar del Plata.
En la nota dirigida a Scioli, el gremio marplatense señala que este feriado fue históricamente clave para el turismo local, ya que permitía no solo que las familias planifiquen sus vacaciones en relación con ese fin de semana de octubre, sino que también servía como termómetro de cara a la temporada de verano. “Era, junto a Semana Santa, en uno de los fines de semana más atractivos del año. De mantenerse el calendario actual no se contará con el necesario impulso que ello generaba”, lamentaron los sectores turísticos de la ciudad e incluso de la costa atlántica, debiéndose consignar que el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, viene insistiendo desde hace meses con este reclamo. Además, en la Legislatura bonaerense hay dos proyectos para que regrese este fin de semana largo: uno de la senadora peronista Ayelén Durán, y otro del diputado y exintendente local Gustavo Pulti.
En Mar del Plata la pobreza no es noticia. La novedad es cómo se sostiene. Silenciosa, sin estridencias, sin piquetes ni cacerolas. Está ahí, bien distribuida, naturalizada. Muchas veces se mira la desigualdad con la frialdad con la que se hojea un informe técnico. Y ese informe acaba de publicarse. El Informe sobre Pobreza Multidimensional 2025 de Mar del Plata Entre Todos, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) y coordinado por el Dr. Germán Santamaría, el Mg. Juan Ignacio Bonfiglio y el Dr. Agustín Salvia, es tan prolijo como brutal. El lunes, Santamaría y Salvia lo presentarán a partir de las 18 en el Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas, en Mitre 1952. Como lo adelantó LA CAPITAL, el 23,5 % de los hogares marplatenses está en situación de pobreza multidimensional. Pero ese número apenas roza la superficie. Porque el 52 % presenta al menos una carencia y más de un tercio –35,1 %– tiene dos o más. Y como siempre: la pobreza no es solo falta de plata. El dato que más alarma: el 16,5 % de los hogares marplatenses sufre tres o más carencias básicas. Hablamos de alimentación, salud, vivienda digna, medio ambiente saludable, acceso educativo, empleo y seguridad social. Esa es la definición técnica. En criollo: gente que no come bien, que no se atiende, que vive hacinada, que no puede estudiar ni trabajar como corresponde, y que tampoco tiene quién los proteja.
Pero la estadística tiene más aristas. En 2024 la pobreza por ingresos alcanzó al 28,9 % de los hogares y la indigencia, al 3,3 %. No es poco, pero es una mejora respecto del espanto de 2020-2021, cuando la pandemia y la estanflación hicieron trizas a los más pobres. ¿El alivio fue real? Parcial. Porque los índices mejoraron, pero nunca volvieron a los niveles prepandemia. Ni en cifras ni en vidas. Uno de los capítulos más interesantes –y menos comentados– es el de la desigualdad. El 10 % más rico gana 13,6 veces más que el 10 % más pobre. Y casi 5 veces más que un hogar promedio. Una Mar del Plata de tres tercios: los que zafan, los que resisten y los que se caen. Tres ciudades en una, que casi no se cruzan.
En ese escenario, el empleo volvió a jugar un rol central. En 2024 el 97 % del ingreso de los hogares vino del trabajo. Parecería una buena noticia. Pero esconde otra: las transferencias sociales cayeron en picada. La AUH, por ejemplo, solo llegó al 6,6 % de los hogares en el último trimestre de 2024, la mitad que un año antes y muy lejos del pico de 2020. El Estado, más delgado y con menos reflejos, deja de amortiguar la caída. ¿Y entonces? Entonces, lo de siempre: el mercado ajusta, el Estado se retira y la sociedad se adapta. Mar del Plata, como laboratorio a cielo abierto, muestra cómo una ciudad mediana, turística, con peso político acotado, enfrenta un proceso de empobrecimiento estructural. Porque, como bien recuerda el informe, la pobreza estructural nunca bajó del 18% en toda la serie 2018-2024. Ni con pandemia, ni con rebote, ni con crecimiento post Covid. Siempre ahí, firme. Como una base de sustentación, no del desarrollo, sino de la exclusión. En las mesas políticas nadie discute estos números. Se los conoce, se los tolera, se los acomoda al relato que convenga. Pero debajo, la ciudad cruje.