MIRAMAR (Corresponsal).- El robo del cadáver de Ciro Lescano, un bebé de 4 meses fallecido por un paro cardíaco súbito, del cementerio de Miramar abrió una serie de hipótesis que son investigadas por la policía y Sub Delegación Departamental Investigaciones (DDI).

En ese contexto, durante el primer día de rastrillaje en la zona donde se buscaban indicios del cuerpo desaparecido, fueron secuestradas dos prendas pequeñas y comenzó a sospecharse que correspondían a otro niño de 2 años, muerto en febrero pasado en la misma localidad, tras caérsele un televisor encima.

Esto originó que los padres del difunto, tras observar fotos de la indumentaria publicadas en Facebook por la madre de Lescano, pidieran e insistieran ante la Justicia por la apertura de la tumba de su hijo, para certificar si el cuerpo aún está allí.

Inclusive, presentaron una denuncia formal ante la Sub DDI, y la Justicia tomó intervención en la misma.
Ante la consulta de LA CAPITAL, altas fuentes de la investigación informaron que “por el momento no se va a exhumar” el cadáver “por el solo hecho de que haya una referencia”. De todas formas, señalaron que la Policía Científica se encargará de analizar las prendas”.

De esta manera, luego que se determinaran los pasos a seguir y si bien no se descarta se abra una nueva investigación para comprobar si existe al menos otro caso de profanación, la Justicia prefiere tomar recaudos y manejar de manera responsable los tiempos, al tener en cuenta especialmente el caso Ciro, donde sí hay un proceso fundamentado.

Más rastrillajes

Durante el inicio de la jornada del jueves se llevó un nuevo procedimiento de rastrillaje por distintos sectores del vivero dunícola, predio que tiene unas 500 hectáreas y ciertos lugares inaccesibles por la densa masa arbórea.

Un nutrido grupo de efectivos de distintas fuerzas recorrieron esa zona y las inmediaciones, en donde divisaron una prenda que en principio, por su tamaño, no tendría que ver con Ciro ni con el otro niño fallecido, aunque los investigadores no descartan que pueda llegar a tener algún interés para la causa.

Mientras, la incertidumbre respecto a este aberrante hecho sigue y crece la conmoción en la población de General Alvarado, debido a que se trata del tercer caso si se suman los otros dos ocurridos en Comandante Nicanor Otamendi.
Personal de la Sub DDI ya obtuvo los testimonios de los empleados municipales que trabajaban en la necrópolis local y continuarán declarando los familiares del niño.

Noelia Lescano, madre de Ciro, cree que “el cuerpo fue robado un día después del entierro”, ya que vio “desórdenes en la tumba”.

En simultáneo, la Sub DDI cuenta con diversas hipótesis. En las primeras horas del viernes continuarán las inspecciones de rutina esperando alguna novedad concreta que permita saber cuál fue el destino del cadáver del niño, fallecido horas antes de la desaparición.