En la noche del 24 de octubre de 1994, Roberto Gómez (fallecido hoy por un disparo en la cabeza) tenía 18 años y esperó por tres horas a que José Luis Moure (de 34) llegara a su casa de Laprida al 3400. Le tenía bronca. Era su profesor y preceptor en el cuarto año del Instituto Pablo Tavelli de Artes y Oficios.
Apenas lo vio acercarse, lo interceptó y con una carabina calibre 22 le disparó directamente a la cabeza. Los proyectiles impactaron en la cara de Moure, quien debió pasar varios meses internado y someterse a distintas operaciones.

Imagen de la nota publicada en 1994 por el diario LA CAPITAL.

El ataque perpetrado por Gómez contó con un testigo: el hijo del docente de solo 10 años.
La disputa entre Gómez y Moure se había originado días antes cuando el preceptor le había aplicado una sanción de amonestaciones por actos de indisciplina.
Con el antiguo sistema judicial, fue el juez Pedro Hooft el que impuso, en primera instancia, una pena de 6 años de prisión a Gómez. Sin embargo el fallo fue apelado tanto por el defensor Eduardo Carmona -había pedido la absolución- y la fiscal Susana Kluka.
Finalmente la Cámara de Apelaciones duplicó la pena, tras hacer lugar a lo solicitado por Kluka.