La organización elevó una nota al intendente para que en el área se incorporen "los recursos humanos, el equipamiento y la infraestructura necesaria para su correcto funcionamiento". Y advirtió que, en la actualidad, hay "importantes retrasos que ralentizan la aprobación de expedientes".
La delegación local del Colegio de Arquitectos elevó una nota al intendente Guillermo Montenegro por presuntas “deficiencias y falencias” en la Dirección General de Obras Privadas (DGOP) del municipio.
En el escrito, que lleva la firma del presidente de la entidad, Diego Domingorena, el secretario Leandro Zapata y la tesorera Adriana Lucchetti se hizo un informe sobre las problemáticas en el área. Y se le solicitó al jefe comunal que “arbitre las medidas necesarias para dotar a la DGOP de los recursos humanos, el equipamiento y la infraestructura necesaria para su correcto funcionamiento”.
Esto permitiría que los arquitectos puedan llevar a cabo sus “tareas profesionales” y propiciar “el correcto desarrollo de la industria de la construcción”, con un municipio que ejecute “su poder de policía y potencie su capacidad recaudatoria”.
“En el municipio, la DGOP es la responsable de llevar adelante la aprobación, fiscalización y control de las obras que se ejecutan en el territorio. Esta dependencia viene siendo desatendida, a pesar del crecimiento exponencial que ha tenido la actividad de la construcción en las últimas décadas”, planteó el Colegio de Arquitectos.
Entre las necesidades más urgentes, la institución aseguró que hay “un recurso humano en la planta técnica y administrativa insuficiente”. También expuso la importancia de que haya capacitaciones para el personal existente; la falta de movilidad para la fiscalización; equipamiento que incluya mobiliario y equipos informáticos que soporten los programas requeridos para el desarrollo de las tareas de contralor; soporte digital y de software; e instalaciones adecuadas en relación a los servicios que se deben asegurar: electricidad, internet, etc.
Esta situación provoca “importantes retrasos que ralentizan la aprobación de expedientes, con la consecuente dificultad para habilitar en tiempo y forma las obras a ejecutar”, se agregó en el escrito.
“Los marcados y acentuados inconvenientes de la DGOP no sólo afectan directamente la actividad de los profesionales de la arquitectura, sino que lacera y entorpece la capacidad de desarrollo de la industria de la construcción, provocando la paralización de cientos de puestos de trabajo y desfinanciando a inversores, comerciantes y a quienes construyen su vivienda propia”, cuestionó el Colegio de Arquitectos.
Estas falencias observadas “traen aparejadas la proliferación de obras clandestinas”, denunció la entidad. Por lo general, las mismas no sólo violan y transgreden las normativas vigentes, transformándose en antirreglamentarias, sino que al no tener un profesional responsable “implican un serio riesgo para la seguridad pública”.